"Cheap Trick" (1977) - Cheap Trick.

Si ha existido una banda cuya oferta musical es, cuando menos, difícilmente clasificable, esa no es otra que la formación de Illinois Cheap Trick. Formados a mediados de los 70, su sonido es un cóctel de fácil digestión en el cual se mezclan con gusto y coherencia tanto el uso de unas melodías ágiles y fluidas, claramente deudoras de los grupos de la invasión británica, en especial Beatles y Who, haciendo de azucarado refresco, como la dulce dosis de etílico y suave licor que da la influencia del Glam Rock de Bolan y sus T.Rex y rematado por la alta y fogosa graduación de sus arranques guitarreros provinientes del Hard Rock Zeppeliniano, formando un brebaje refrescante en boca, que pasa con alegría por el gaznate, que puede dejar llamaradas al rodar por el esófago pero que finalmente cae como una pluma en el estómago tornándose balsámico, vitamínico y energético, y dejando un regusto en el paladar fresco y delicioso que invita a tomar otra copa de lo mismo, ¡Cuidado! que la borrachera puede ser de aúpa.

En este primer disco la banda ya nos hace partícipes de sus señas de identidad, es decir, una proposición sónica ecléctica, dotada de un cáustico sentido del humor en los textos y destacando unos fibrosos y nervudos riffs, obra de ese genial guitarrista y compositor que es Rick Nielsen, apoyados por la enérgica y sutil base rítmica de uno de los mejores conjuntos rítmicos del rock, el formado por Bun E. Carlos y Tom Petersson a la batería y al bajo respectívamente, todo ello con el propósito de que nos lo cante una de las mas privilegiadas voces que ha conocido la música de los últimos 40 años, la del excepcional Robin Zander, "El Hombre de las Mil Voces", basta dar una primera escucha a este álbum debút de la banda para entender, sin ningún genero de duda, el porque de ese apodo.

El disco, producido de manera magistral, mimando las melodías y cuidando enormemente los arreglos, pero sin dar en ningún momento sensación de sobreproducción por Jack Douglas, fue el primero de una serie de obras magistrales que nos regaló el grupo en los últimos años setenta. Aquí tenemos el primer ejemplo de esto que decimos, un disco proteínico y adictivo gracias a sus enérgicos riffs, sus cuidadas melodías, rematadas en pegadizos estribillos que se pegan al cerebro del oyente como un alien, y a una interpretación vocal que roza la perfección, cuando no la supera. Si a esto añadimos unos textos hilarantes, plenos de sentido del humor y sin tabúes para adentrarse en terrenos resbaladizos, como pueden ser temas tan delicados como el suicidio, "Oh Candy", la ninfomanía, "Hot Love" o la pedofilia, "Daddy Should Have Stayed in High School", tenemos como resultado este irresistible "Cheap Trick", que crece además en cada escucha en lugar de ocurrirle lo que a otros coetáneos suyos que se quedan antiguos.
Como no me resulta posible destacar ninguno de los diez cortes que componen este imprescindible trabajo, lo mejor es no citar ninguno y proponer como botón de muestra uno al azar.