Me confieso un hombre renacentista, un creyente del hombre, por el hombre y para el hombre, si lo preferís, un escéptico, y por supuesto, ateo, sin hacer bandera de ello, pero ateo, desconozco si por suerte o por desgracia. Lo que quiero decir con esto es que no soy individuo inclinado a dar como respuesta a las disyuntivas que la vida me plantea, y que no termino de entender, explicaciones de carácter esotérico o religioso y mucho menos mágico. En resumen, que no creo en los milagros...
Y digo esto porque un milagro es lo único que hasta la fecha encuentro razonable para explicar el porque a un servidor, no solo le gusta el disco "Talking Book" de Stevie Wonder, sino que le parece una total y absoluta maravilla, un obra maestra con todas las de la ley.
Pero es que, simplificando quizás demasiado, este disco esta formado por dos mitades en lo musical, o así lo entiendo yo,: una parte formada por temas de clara tendencia funky, estilo que no aguanto ni un minuto por regla general, y cuya inclinación al mismo en la trayectoria de determinados artistas a dado al traste a que quien suscribe haya seguido como Dios manda a tales músicos, quizás el ejemplo mas claro sea Prince, un tipo al que no he seguido casi nada debido a sus temas funkys; y otra parte formada por baladas de carácter romántico con unas elevadas dosis de azúcar, ni siquiera edulcorante no, azúcar...elemento que en la música ha provocado, frecuentemente en mis arterias, el mas radical rechazo a tales tonadas, siendo tal el empalague que como única forma de sobrevivir me he visto forzado en mas de una ocasión a tirar del cable del equipo con el propósito de desenchufarlo en un acto último de salvar mi vida, ahogado y desesperado entre los fatídicos estertores que preceden al empacho y enfermedad por sobredosis de azúcar.
¿Pues sabéis que?... Que en este disco se obra el milagro y tanto el funky que el gran Stevie destila aquí, como las baladas edulcoradas y caramelizadas hasta el exceso, me parecen auténticas delicias. Frescas, suculentas, arrebatadoras y deliciosas frutas de temporada, de esas que sientan bien, mejor que eso, sientan de puta madre tanto a tu aparato digestivo como a tu estado de ánimo, ¿Si esto no es un milagro???
Por buscar una explicación a este misterio, explicación que realmente no necesito, se me ocurre que lo que Stevie Wonder hace aquí es un ejercicio de "plástica musical", por decirlo así, totalmente extraordinario, como un arquitecto excepcional, el genial Esteban maravilla dibuja unas lineas de sutil belleza y calmosa elegancia en sus baladas, así como diseña una ligera y sencilla estructura sónica en los juguetones y nerviosos ritmos de sus temas mas funkys, un ejercicio que nos hace "ver" la música, entender la parte plástica de las canciones, algo inaudito y sorprendente para un hombre, el creador de estos temas, que es ciego y que sin embargo, nos hace casi contemplar la arquitectura de sus temas, plasmados en gloriosos bocetos llenos de equilibrio y geometría, los genios son así.
El disco, grabado durante el año 1972 y publicado el día 28 de octubre de ese mismo año bajo producción de Robert Margouleff y Malcom Cecil junto al propio Stevie Wonder cuenta con diez temas de extraordinaria factura, en los mismos además de lo ya comentado destaca el novedoso y prometedor uso que de los sintetizadores hace el genial Wonder, uso que ojalá hubiese tenido mas aplicación por parte de los sucesivos teclistas que hicieron de este instrumento en la siguiente década una utilización indecorosa y dolorosa para la música.
Diez temas formaban este Lp, diez gemas a cual mas perfecta y encantadora, por destacar alguna citaremos la famosísima "You Are The Sunshine of my Life", preciosa canción de cálida melodía, pegadiza y acariciadora que sigue sonando a gloria. La funky y temblorosa "Maybe Your Baby" de sensual estribillo que cuenta con el fantástico apoyo vocal de las damas: Gloria Barley y Shirley Brewer. "You and I" es una balada con acompañamiento de piano de una belleza que casi duele, plácida, honesta y emotiva cuenta además con una interpretación vocal por parte de Wonder de una comedida intensidad, directa e incisiva gracias a un fraseo de maestro y a unos agudos que suenan desesperados y tirantes pero llenos de intencionalidad dramática, sublime balada, inolvidable, irresistible...
No le va a la zaga en grandeza "Superstition", uno de los funkys mas grandes jamas escritos y grabados, éxito abrumador en su momento, sigue sonando como un tiro, un tiro de ritmo, de música caliente lanzada como vaporizada, como dispersada por un aspersor gigante que la reparte alrededor, llenándolo todo de caluroso ritmo, de ácida y húmeda base rítmica que te atrapa y de la que no puedes escapar, una POM en toda regla.
En "Big Brother" Stevie se mete diréctamente en contenidos de denuncia social y política, atacando a los candidatos blancos y su indecente actitud en cada campaña acudiendo a barrios de gente de color a "cazar" votos, un gran tema, cuyo contexto literario tendría su continuidad en el siguiente Lp, el imprescindible "Innervisions". Vuelve el riesgo de subidón de azúcar colectivo con la escucha de "Blame It On The Sun", pero el milagro comentado hace que la belleza melosa y confitada se convierta en fluido nectar de dulce pero ligero aroma, gracias a una rebaja habilidosa con agua fresca consigue esquivar el empalague y dejar un poso de agradable sabor. Algo parecido ocurre con "Looking For Another Pure Love".
El resto de temas no desmerecen para nada los mencionados, incisivos y perféctamente construidos por una acertada producción y una fina instrumentación en la que Wonder es protagonista absoluto, siendo ejecutor de la mayor parte de los instrumentos, teclados y anexos especialmente y que además cuenta con la colaboración de profesores como Jeff Beck y con una extraordinaria y acertada ejecución vocal de todas y cada una de las melodías, perfectamente construidas y de cimientos melódicos notables.
Un gran disco en definitiva que además obra un milagro en este que firma esta reseña, ya que contiene elementos que no son del gusto del retorcido Sr. De Witt pero que en esta ocasión no le queda otra que sucumbir ante el sudoroso y abrasador laberinto sonoro y melódico de este sublime grupo de canciones que es "Talking Book"
Y digo esto porque un milagro es lo único que hasta la fecha encuentro razonable para explicar el porque a un servidor, no solo le gusta el disco "Talking Book" de Stevie Wonder, sino que le parece una total y absoluta maravilla, un obra maestra con todas las de la ley.
Pero es que, simplificando quizás demasiado, este disco esta formado por dos mitades en lo musical, o así lo entiendo yo,: una parte formada por temas de clara tendencia funky, estilo que no aguanto ni un minuto por regla general, y cuya inclinación al mismo en la trayectoria de determinados artistas a dado al traste a que quien suscribe haya seguido como Dios manda a tales músicos, quizás el ejemplo mas claro sea Prince, un tipo al que no he seguido casi nada debido a sus temas funkys; y otra parte formada por baladas de carácter romántico con unas elevadas dosis de azúcar, ni siquiera edulcorante no, azúcar...elemento que en la música ha provocado, frecuentemente en mis arterias, el mas radical rechazo a tales tonadas, siendo tal el empalague que como única forma de sobrevivir me he visto forzado en mas de una ocasión a tirar del cable del equipo con el propósito de desenchufarlo en un acto último de salvar mi vida, ahogado y desesperado entre los fatídicos estertores que preceden al empacho y enfermedad por sobredosis de azúcar.
¿Pues sabéis que?... Que en este disco se obra el milagro y tanto el funky que el gran Stevie destila aquí, como las baladas edulcoradas y caramelizadas hasta el exceso, me parecen auténticas delicias. Frescas, suculentas, arrebatadoras y deliciosas frutas de temporada, de esas que sientan bien, mejor que eso, sientan de puta madre tanto a tu aparato digestivo como a tu estado de ánimo, ¿Si esto no es un milagro???
Por buscar una explicación a este misterio, explicación que realmente no necesito, se me ocurre que lo que Stevie Wonder hace aquí es un ejercicio de "plástica musical", por decirlo así, totalmente extraordinario, como un arquitecto excepcional, el genial Esteban maravilla dibuja unas lineas de sutil belleza y calmosa elegancia en sus baladas, así como diseña una ligera y sencilla estructura sónica en los juguetones y nerviosos ritmos de sus temas mas funkys, un ejercicio que nos hace "ver" la música, entender la parte plástica de las canciones, algo inaudito y sorprendente para un hombre, el creador de estos temas, que es ciego y que sin embargo, nos hace casi contemplar la arquitectura de sus temas, plasmados en gloriosos bocetos llenos de equilibrio y geometría, los genios son así.
El disco, grabado durante el año 1972 y publicado el día 28 de octubre de ese mismo año bajo producción de Robert Margouleff y Malcom Cecil junto al propio Stevie Wonder cuenta con diez temas de extraordinaria factura, en los mismos además de lo ya comentado destaca el novedoso y prometedor uso que de los sintetizadores hace el genial Wonder, uso que ojalá hubiese tenido mas aplicación por parte de los sucesivos teclistas que hicieron de este instrumento en la siguiente década una utilización indecorosa y dolorosa para la música.
Diez temas formaban este Lp, diez gemas a cual mas perfecta y encantadora, por destacar alguna citaremos la famosísima "You Are The Sunshine of my Life", preciosa canción de cálida melodía, pegadiza y acariciadora que sigue sonando a gloria. La funky y temblorosa "Maybe Your Baby" de sensual estribillo que cuenta con el fantástico apoyo vocal de las damas: Gloria Barley y Shirley Brewer. "You and I" es una balada con acompañamiento de piano de una belleza que casi duele, plácida, honesta y emotiva cuenta además con una interpretación vocal por parte de Wonder de una comedida intensidad, directa e incisiva gracias a un fraseo de maestro y a unos agudos que suenan desesperados y tirantes pero llenos de intencionalidad dramática, sublime balada, inolvidable, irresistible...
No le va a la zaga en grandeza "Superstition", uno de los funkys mas grandes jamas escritos y grabados, éxito abrumador en su momento, sigue sonando como un tiro, un tiro de ritmo, de música caliente lanzada como vaporizada, como dispersada por un aspersor gigante que la reparte alrededor, llenándolo todo de caluroso ritmo, de ácida y húmeda base rítmica que te atrapa y de la que no puedes escapar, una POM en toda regla.
En "Big Brother" Stevie se mete diréctamente en contenidos de denuncia social y política, atacando a los candidatos blancos y su indecente actitud en cada campaña acudiendo a barrios de gente de color a "cazar" votos, un gran tema, cuyo contexto literario tendría su continuidad en el siguiente Lp, el imprescindible "Innervisions". Vuelve el riesgo de subidón de azúcar colectivo con la escucha de "Blame It On The Sun", pero el milagro comentado hace que la belleza melosa y confitada se convierta en fluido nectar de dulce pero ligero aroma, gracias a una rebaja habilidosa con agua fresca consigue esquivar el empalague y dejar un poso de agradable sabor. Algo parecido ocurre con "Looking For Another Pure Love".
El resto de temas no desmerecen para nada los mencionados, incisivos y perféctamente construidos por una acertada producción y una fina instrumentación en la que Wonder es protagonista absoluto, siendo ejecutor de la mayor parte de los instrumentos, teclados y anexos especialmente y que además cuenta con la colaboración de profesores como Jeff Beck y con una extraordinaria y acertada ejecución vocal de todas y cada una de las melodías, perfectamente construidas y de cimientos melódicos notables.
Un gran disco en definitiva que además obra un milagro en este que firma esta reseña, ya que contiene elementos que no son del gusto del retorcido Sr. De Witt pero que en esta ocasión no le queda otra que sucumbir ante el sudoroso y abrasador laberinto sonoro y melódico de este sublime grupo de canciones que es "Talking Book"
Aaahh, amigo Addison, traes a colación uno de mis discos preferidos de todos los tiempos (y uno de los primeros que reseñe en el blog) y es que para mí pocos hay como el Stevie de los 70, el cuál estaba tocado por la gracia de dios (o quien sea).
ResponderEliminarPrecioso texto, un abrazo.
La primera vez que oí hablar de este disco fue en una discusión de unos desconocidos, que entre ellos discutían sobre que era el "groove", palabra que en aquel momento a mi me sonaba a chino, y de lo que mas me acuerdo es de lo que uno de ellos repetía sin parar, "Si quieres saber lo que es el groove, escúchate la canción Superstition del ultimo de Stevie Wonder y veras!!! (estamos hablando de finales de los 70s)". Yo por aquel entonces tendría 16 o 17 años, no manejaba mucho parné, pero pude hacerme con una copia en cassette y al escuchar la canción enseguida entendí a que se referían con aquella palabreja y que tu también la has descrito a la hora de analizar Superstition.
ResponderEliminarNi que decir tiene que Stevie en los 70 era único y que este disco es una P.O.M.
Un abrazo Addi.
Bien, el Funky y cualquier ritmo en sensibilidad Wonder, Prince na nay del Paraguay.
ResponderEliminarAddison, es increible, haces poemas de las referencias musicales.
Abrazos merecidísimos
Stevie lleva bien su nombre de Wonder!!! Es increible la cantitad de buenos trabajos que ha facturado este hombre.Talking Book es una joya mas profunda que la oscuridad de su mirada!
ResponderEliminarA+
Mi mujer es una gran fan de este hombre. Adora este disco y los que sacó en esa década.
ResponderEliminarYo reconozco que no le cojo el punto como a todos vosotro, aunque reconozco que es todo un clásico del género.
Saludos.
Agente Cooper: Pues corro a buscar esa reseña a la carrera...
ResponderEliminarStevie, entonces, estaba en total estado de gracia, totalmente cierto.
Abrazos.
TwoHeads: Y que razón tenía aquel desconocido, es un tema mitico y a mi el funky ya te digo...
Si señor, este disco es una POM sin paliativos.
Un abrazo tío!
Maurici: Gracias tio por tus palabras, es que hay disos que desatan la lengua... o la pluma (literaria) de uno.
Stevie es un artista del que he pasado durante años, fue conocerle y amarle.
Abrazos devueltos.
TSI: En los setenta es un no parar de publicar maravillas, esta quizás sea mi favorita.
Un abrazo master.
Rockland: Ya te digo Rockland, a mi me costo entrar con Stevie, pero cuando me atrapo...pues como a tu mujer, adoro sus discos (especialmente los de los setenta claro).
Un clasicazo si.
Saludos afectuosos.
Un músico al que no he prestado ninguna atención, puede que por conocerle en mala época para su carrera, los 80. Pero joder, esto es canela fina, yo quiero comer de esta fruta de temporada y beberme todo el zumo de groove que tienen estos discos. Grata recomendación que nunca hubiera imaginado. Gracias compadre. Me encanta la foto de tu cabecera. un saludo.
ResponderEliminarChals: Me pasó exactamente lo mismo que a ti, yo lo conoci con el archifamoso "I just call to say I love you" del que acabamos hasta los hue..., y durante años y años no le hice ningún caso hasta que descubrí "Songs in the Key of Life", que no es peor que este, empecé a investigar y...
ResponderEliminarEchale una oida a sus discos de los setenta, seguro que te enamora y te enganchas al zumo de groove.
La foto es el pregon de la Aste Nagusia de Bilbao.
De nada.
Un abrazo!
Considero a Stevie Wonder un genio, es una de mis debilidades, y este disco, Talking Book, una obra maestra. Pero es que además, como habéis dicho, en los años setenta no creo que haya muchos músicos que encadenen discos tan maravillosos como él hizo.
ResponderEliminarKepa: Bienvenido señor de la desafinación, esta en su casa. Si si, sin duda, un genio que un servidor tardó demasiado en conocer, maravillosos sus discos de los setenta, e incluso diría que los de los ochenta aguantan el maleficio de la década mejor que los de la mayoría...
ResponderEliminargracias por su visita y por opinar.
Saludos.
Que maravilla de disco has traido mister de Witt ,una pequeña joya entre "Music of My Mind" e "Innervisions" que le adjudico a su autor el beneplacito del publico anglo .Por cierto ,dale una chance al funk ,nombres como Funkadelic y George Clinton lo merecen . Hasta el "Off the Wall" del rey del pop carga con grandes dosis de este estilo
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
luther: Te haré caso amigo y le dare un chance a los nombres que me propones, desde luego tanto "Music of My Mind" como "Innervisions" son obras maestras como esta, Stevie era imparable en aquella época.
ResponderEliminarAbrazos.
Hace tiempo me hice con un recopilatorio y a excepeción de sus éxitos de los 80, la verdad es que encontré temas muy interesantes (especialmente los "groove" que aquí se comentan).
ResponderEliminarEs hora de entrar un poco más y me hago con este "Talking book".
Bonito post. Un abrazo
Athur: Todo lo de los setenta es la hostia, prueba ya verás que pasada, bueno lo que te decía el sábado.
ResponderEliminarUn abrazo kp.