...un ejercicio de estilo interpretativo avalado por la acción de todos los palos instrumentales que manejaba...
Por Jorge García.
Pero además dentro de su no muy extensa discografía (realmente consta únicamente de tres discos de material nuevo, dos en los setenta y otro tras una frustrada vuelta en los noventa), destaca, como ya hemos apuntado, su debut, el impresionante "Marquee Moon" (1977), probablemente una de las mejores óperas primas discos jamás grabadas.
Y es que los ocho cortes de que se compone este disco son un muestrario de materia sónica y estilística totalmente novedosa, con clara influencia de la Velvet o de David Bowie entre otros. Una propuesta que se construye mirando a un rock elegante, ecléctico y experimentado, con toques jazz y elementos sonoros de envolvente efecto, dentro de una forma de interpretar entre nerviosa y bizarra por parte de Verlaine, interactuación que sería después valorada e incluso imitada por gente como Brian Ferry o la banda británica Suede.
Apuesta musical que, si bien vivió alejada de los grandes éxitos mediáticos y comerciales, si fue en cambio valorada por la crítica que supo, como no podía ser de otra manera, ver la interesante oferta sónica que anidaba en temas como "See No Evil", rockero y contundente tema de intensa aportación melódica e interpretativa; "Friction" tema de ácida carga guitarrera, cantado de forma inquieta y envolvente, que consta además de un tono lisérgico irremediablemente adictivo; "Venus", tema mucho mas melódico con interacción de los instrumentos y voces en una locura de estribillo brillantemente hilvanado, un gran tema sin duda o la canción que da título al disco, que supone un ejercicio de estilo interpretativo avalado por la acción de todos los palos instrumentales que manejaba la banda, empezando por supuesto por la utilización de la voz de Verlaine y terminando por la base rítmica, ácida y machacona, un ejercicio de mas de diez minutos que transcurre entre humos de densa sonoridad y escarpada línea melódica, pero que contiene un efecto hipnótico irresistible.
El resto de los temas, igualmente sobresalientes y rupturistas en su naturaleza, no dejan de aportar mas de aquello que nutre de grandeza y épica a este álbum: misterio, estilo y sonoridades experimentales que recuerdan cosas anteriores y son el anuncio a otras que llegarían a posteriori de 1977.
Un soberbio debut que paso bastante desapercibido y que hoy es tratado, con toda justicia, como un clásico, incólume al paso del tiempo y revelador para lo que después harían otros con mas éxito comercial que los neoyorquinos. Si alguien aún no lo has hecho, no hay tiempo que perder, siempre es una buena idea conocer o reencontrarse con "Marquee Moon", un disco prodigioso que atrapa utilizando sus principales armas, hipnotismo, capacidad envolvente en su sonido y lección de estilo y personalidad en la interpretación vocal de su líder, el excelente Tom Verlaine.
...Y el segundo, que es casi tan bueno como este...
ResponderEliminarEs cierto que en un principio pasó casi desapercibido: de hecho, en España no apareció hasta dos o tres años más tarde y hubo que ir a buscarlo a la Isla. Pero luego se fue asentando como una de los referentes arty de la época. Era una especie de Velvet Underground actualizada.
La parte mala es que, precisamente por ese componente arty, vanguardista, cayó en el olvido a finales de los 80. Este tipo de discos es bastante exclusivista, les cuesta mucho alcanzar la categoría de "clásico" porque dependen mucho de la época.
De todos modos y aunque hace mucho que no lo oigo, vale: le daré un repaso.
Un indiscutible de mis "diez para la isla desierta" Addison. Colisión total entre el espíritu velvetiano y la maneras vocales de Bolan o Bowie por parte de Verlaine, con algunas de las guitarras más inteligentes y bien paridas que nunca se hayan escuchado. Solo disiento en lo de que aquí se de altibajo alguno (las 8 son cojonudas para mí) y, puestos a decirlo todo, es un disco que tengo semivetado en casa por lo plasta que puedo llegar a ser con él... Abrazo guzzero Addison.
ResponderEliminarPD: http://citizenguzz.blogspot.com.es/2011/10/musica-semanal-intrusa-en-bloj-de-cine_11.html
Debería ser uno de mis discos favoritos, pero tras lustros escuchándolo sigue sin emocionarme. Estoy muy de acuerdo con tu reseña, Addison, la personalidad y las referencias del grupo están ahí; y, sin embargo, no consigo conectar del todo como la hace Guzz, por ejemplo. Típico caso de disco del que reconoces sus valores sin que éstos te acaben de llenar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una más en la lista de bandas que no trascendieron más allá, pero que sin duda dejaron huella en artistas posteriores.
ResponderEliminarGran rescate, y gran post.
Un abrazo!
Sin duda es una obra maestra pero es un disco de los que creo que hay que encontrar mucha predisposición de día adecuado para congratular totalmente. Abrazo.
ResponderEliminarRick: A mi me gusta mas este pero el segundo es muy bueno si, tienees razon.
ResponderEliminarNo es un disco "facil", pero si le echas el lazo te atrapa.
Dale un repasito, verás como disfrutas.
Saludos.
Guzz: Sospechaba que a ti te gustaría seguro jeje...como nos vamos conociendo todos.
Es un discazo y si la fusión Bowie (o Bolan efectivamente) con Velvet es evidente.
Ni plasta ni nada, es un discazo.
Abrazo guzzero...
Gonzalo: A veces pasa eso, y no ocurre nada, no conecta contigo y punto, aunque reconozcas la calidad. A mi me pasa hace décadas con Pink Floyd.
Abrazo amigo.
Evánder: Hay un buen montón de bandas y discos a los que les ocurre, para eso estamos, para recordarlos.
Buen fin de semana tío.
Abrazo fuerte.
Johnny: Efectivamente Johnny, no es un disco fácil, pero si lo pinchas en un momento oportuno de predisposición y animo, es increible.
Un abrazo.