No seré yo quien a estas alturas de la vida descubra a nadie a un artista como Jeff Lynne que lleva vinculado a la música mas de 40 años en diversos ámbitos: como compositor, músico, productor, cantante, en solitario y formando parte de bandas, y también de superbandas...
Que voy a contar, le avalan mil y un trabajos impolutos, realizados con la inolvidable orquesta de la luz electrica, y que también en solitario ha dejado pinceladas de su talento; y por supuesto a nadie se le escapa su labor como productor, que es la que a ocupado su tiempo de modo mayoritario en los últimos años y donde ha dejado firmadas algunas producciones que ya pueden ser consideradas de históricas y referenciales, con artistas como Tom Petty, George Harrison o Roy Orbison.
La primera sorpresa con la que me encuentro es que se trata de un álbum de versiones, (otro mas), indago y según parece son temas elegidos minuciósamente por el exlider de la ELO a modo de pretendido homenaje al suponer decisivos e importantes momentos en su vida, desde el punto de vista sentimental, quiero pensar.
Golpe, me repongo y me digo...Venga ¡empezamos!..."Long Wave", que es así como se titula esta recopilación de super-hits revisitados por el británico, consta de 11 cortes que conforman un tracklist mas previsible que un disco de villancicos grabado por los chicos de "La Voz" en plena campaña navideña.
Buenos temas, sin duda, alguno histórico e inconmensurable, pero sobre los que lo que queda por aportar es poco, y este poco no muy positivo para la composición original. De hecho la aportación que ofrece un artista tan importante como Jeff Lynne a estos temas es inocua, vacía y en ocasiones digna de algún adjetivo mas grueso que intentare evitar pronunciar.
Producción elegante, por momentos perfecta, tan perfecta que molesta, se trata de esa molestia que te lleva al ahogo, la impoluta colocación alrededor de tu cuello de la presencial corbata en la boda de turno, esa corbata tan cara, tan bonita, tan bien anudada por tu chica, tan perfecta...tan molesta...Igual pasa en ocasiones con el sonido que destilan algunos de los clásicos homenajeados por Lynne, que de tan engalanados, están incómodos consigo mismos, ejemplo de esto es la apertura con la preciosa "She", insuperable la original de Aznavour, y relamida aquí, con acústicas excesivamente estudiadas, percusión de orquesta de segunda en local barato, de aquellos que vendían alcohol toxico en plena ley seca a la clase obrera...Como anillo al dedo le viene al bueno de Lynne el tema de Roggers y Hammerstein "If I Love You", que a pesar de un incordiante muro de sonido, cuenta con la prestación vocal perfecta y acertada de un Jeff Lynne que se las sabe todas, de lo mejor del disco.
Como una guitarra en la misa de siete del domingo, esa a la que van los que se aburren viendo el "Que tiempo tan feliz", suenan los primeros acordes de "So Sad", y a partir de ahí no mejora demasiado, una eléctrica haciendo el contrapunto y la falta de pulso durante toda la versión son las notas características de este corte, fallido y lejos, lejísimos de la gran original de Don Everly.
Algo mas de garra, cosa que se agradece, mas arena en el frasear, percusión un poco de verdad y vida tiene "Mercy, Mercy", un country inofensivo pero divertido.
"El Final del Verano" de los ínclitos Duo Dinamico, parece el principio de "Running Scared", la cosa no mejora según avanza el reloj y cada vez nos encontramos mas cerca de los españoles del "Lucia" que del autor original que es nada mas y nada menos que Roy Orbison, admirado y querido amigo de Jeff, que aquí falla clamorosamente, una pena.
"Bewitched, Bothered and Bewildered" es un aire que se adapta mucho mas a lo que pretende el cantante, fraseo elegante, casi aristocrático, sonido tenue, dulce y elegante, introduciendo una fallida sofisticacion, pero brillando aquí, por discreto y fino, mejora la cosa.
Sigue la mejora en una deliciosamente cantada "Smile", a la que dota de una guitarra de perfecta sonoridad cabaretera, brillantemente ambientada con sus falsos dorados de latón, pero que cuenta con una voz hermosa y una linea tan impoluta que salva la cara, aunque no mejora la versión de Batiato, ¡increíble!.
"At Last", falla como todas o casi, en la absurda y cansina percusión, inofensiva hasta el insulto, mojigata y aburrida, que efectos orquestales de orquestina de tercera no ayudan a arreglar, prueba no superada...Y no quiero acordarme de la maravilla que en los sesenta firma Etta con esta composición, que entonces apago el ordenata y me dedico a otra cosa.
Bonita, fluida y que anda sola, así es la melodía de "Love Is A Many Splendored Thing" y aquí, ni la percusión, ni las tontunadas orquestales, ni el pertinaz muro de sonido pueden hacer de este aire maravilloso algo desagradable, y claro, queda bonita.
A Chuck Berry no se le estropea así como así, y no lo hace Jeff Lynne, con pulso, manteniendo la vida y el punch intrínseco de la canción le vale para salir airoso, y es que Berry es Berry...
Y terminamos con la glamourosa y archiconocida "Beyond The Sea", bien cantada, tan conocida que le acompañas sin querer, pero otra vez, sin pulso, con una fallida percusión y unas guitarras mas bien inadaptadas al tema, y unas cuerdas que no voy a definir para no ponerme desagradable, aun así la melodía es tan grande que un servidor no puede evitar saltar de la silla y echar un bailecillo a la luz de la fluorescente...
Resumiendo, otro disco de versiones, este de Jeff Lynne, artistazo como la copa de un pino, que aquí no acierta, ni con la idea ni con la forma de llevarla adelante, abusa de una producción que de puro lineal resulta geometrica, y las aristas poco flexibles en la música provocan visiones demasiado evidentes, y esto en temas tan famosos no es positivo.
Recomiendo eso si, la escucha de todos estos temas por sus artistas originales, pues se trata de 11 temas absolutamente maravillosos.
Jeff... Otras veces fue, y ahora debo decirte, que otra vez será...
Que voy a contar, le avalan mil y un trabajos impolutos, realizados con la inolvidable orquesta de la luz electrica, y que también en solitario ha dejado pinceladas de su talento; y por supuesto a nadie se le escapa su labor como productor, que es la que a ocupado su tiempo de modo mayoritario en los últimos años y donde ha dejado firmadas algunas producciones que ya pueden ser consideradas de históricas y referenciales, con artistas como Tom Petty, George Harrison o Roy Orbison.
A pesar de todo lo dicho, un servidor le tenía perdida la pista totalmente al bueno de Jeff, hasta el punto de que el otro día, y gracias a este mundo virtual que es internet, me entere, con un año de retraso, que existía un disco de Jeff Lynne reciente, no de hace décadas como imaginaba, sino de hace apenas un año.
Claro que yo no he sido nunca un gran fan de Lynne, pero presumo de saber valorar lo bueno, y Lynne acostumbra a trabajar sus huertos con buena semilla, simiente de calidad, agua abundante y precisa, y a procurar a sus frutos el mimo y cuidado que su buena formación y crecimiento merece y es recomendable para que el resultado sea: una cosecha de deliciosos frutos, nutritivos y que dejen un poso agradable y si es posible inolvidable en el comensal. Es por ello que no podía dejar pasar la ocasión de sentarme, ponerme la servilleta a modo de babero y prepararme a degustar unos prometedores productos marca Jeff Lynne.La primera sorpresa con la que me encuentro es que se trata de un álbum de versiones, (otro mas), indago y según parece son temas elegidos minuciósamente por el exlider de la ELO a modo de pretendido homenaje al suponer decisivos e importantes momentos en su vida, desde el punto de vista sentimental, quiero pensar.
Golpe, me repongo y me digo...Venga ¡empezamos!..."Long Wave", que es así como se titula esta recopilación de super-hits revisitados por el británico, consta de 11 cortes que conforman un tracklist mas previsible que un disco de villancicos grabado por los chicos de "La Voz" en plena campaña navideña.
Buenos temas, sin duda, alguno histórico e inconmensurable, pero sobre los que lo que queda por aportar es poco, y este poco no muy positivo para la composición original. De hecho la aportación que ofrece un artista tan importante como Jeff Lynne a estos temas es inocua, vacía y en ocasiones digna de algún adjetivo mas grueso que intentare evitar pronunciar.
Producción elegante, por momentos perfecta, tan perfecta que molesta, se trata de esa molestia que te lleva al ahogo, la impoluta colocación alrededor de tu cuello de la presencial corbata en la boda de turno, esa corbata tan cara, tan bonita, tan bien anudada por tu chica, tan perfecta...tan molesta...Igual pasa en ocasiones con el sonido que destilan algunos de los clásicos homenajeados por Lynne, que de tan engalanados, están incómodos consigo mismos, ejemplo de esto es la apertura con la preciosa "She", insuperable la original de Aznavour, y relamida aquí, con acústicas excesivamente estudiadas, percusión de orquesta de segunda en local barato, de aquellos que vendían alcohol toxico en plena ley seca a la clase obrera...Como anillo al dedo le viene al bueno de Lynne el tema de Roggers y Hammerstein "If I Love You", que a pesar de un incordiante muro de sonido, cuenta con la prestación vocal perfecta y acertada de un Jeff Lynne que se las sabe todas, de lo mejor del disco.
Como una guitarra en la misa de siete del domingo, esa a la que van los que se aburren viendo el "Que tiempo tan feliz", suenan los primeros acordes de "So Sad", y a partir de ahí no mejora demasiado, una eléctrica haciendo el contrapunto y la falta de pulso durante toda la versión son las notas características de este corte, fallido y lejos, lejísimos de la gran original de Don Everly.
Algo mas de garra, cosa que se agradece, mas arena en el frasear, percusión un poco de verdad y vida tiene "Mercy, Mercy", un country inofensivo pero divertido.
"El Final del Verano" de los ínclitos Duo Dinamico, parece el principio de "Running Scared", la cosa no mejora según avanza el reloj y cada vez nos encontramos mas cerca de los españoles del "Lucia" que del autor original que es nada mas y nada menos que Roy Orbison, admirado y querido amigo de Jeff, que aquí falla clamorosamente, una pena.
"Bewitched, Bothered and Bewildered" es un aire que se adapta mucho mas a lo que pretende el cantante, fraseo elegante, casi aristocrático, sonido tenue, dulce y elegante, introduciendo una fallida sofisticacion, pero brillando aquí, por discreto y fino, mejora la cosa.
Sigue la mejora en una deliciosamente cantada "Smile", a la que dota de una guitarra de perfecta sonoridad cabaretera, brillantemente ambientada con sus falsos dorados de latón, pero que cuenta con una voz hermosa y una linea tan impoluta que salva la cara, aunque no mejora la versión de Batiato, ¡increíble!.
"At Last", falla como todas o casi, en la absurda y cansina percusión, inofensiva hasta el insulto, mojigata y aburrida, que efectos orquestales de orquestina de tercera no ayudan a arreglar, prueba no superada...Y no quiero acordarme de la maravilla que en los sesenta firma Etta con esta composición, que entonces apago el ordenata y me dedico a otra cosa.
Bonita, fluida y que anda sola, así es la melodía de "Love Is A Many Splendored Thing" y aquí, ni la percusión, ni las tontunadas orquestales, ni el pertinaz muro de sonido pueden hacer de este aire maravilloso algo desagradable, y claro, queda bonita.
A Chuck Berry no se le estropea así como así, y no lo hace Jeff Lynne, con pulso, manteniendo la vida y el punch intrínseco de la canción le vale para salir airoso, y es que Berry es Berry...
Y terminamos con la glamourosa y archiconocida "Beyond The Sea", bien cantada, tan conocida que le acompañas sin querer, pero otra vez, sin pulso, con una fallida percusión y unas guitarras mas bien inadaptadas al tema, y unas cuerdas que no voy a definir para no ponerme desagradable, aun así la melodía es tan grande que un servidor no puede evitar saltar de la silla y echar un bailecillo a la luz de la fluorescente...
Resumiendo, otro disco de versiones, este de Jeff Lynne, artistazo como la copa de un pino, que aquí no acierta, ni con la idea ni con la forma de llevarla adelante, abusa de una producción que de puro lineal resulta geometrica, y las aristas poco flexibles en la música provocan visiones demasiado evidentes, y esto en temas tan famosos no es positivo.
Recomiendo eso si, la escucha de todos estos temas por sus artistas originales, pues se trata de 11 temas absolutamente maravillosos.
Jeff... Otras veces fue, y ahora debo decirte, que otra vez será...
Yo también le perdí la pista al bueno de Jeff Lynne hace años y por lo que leo en tu entrada no me pierdo mucho con esta colección de canciones. No sé, quizá lo escuche, pero de momento me esperan otras cosas.
ResponderEliminarSaludos.
ROCKLAND: Dedicate a esas otras cosas que seguro que son interesantes, no soy dado a dar caña, pero el disco me ha parecido francamente flojo.
ResponderEliminarSaludos amigo.