Buen rollo, ¡subidón!, atomarporculo preocupaciones vamos a bailar, optimismo, si se puede..., estas son algunas de las sensaciones que me invaden cuando escucho este último disco de Frank Turner.
Y es que este británico, prácticamente invisible por estos lares, como invisible por aquí es todo aquel que no rija su arte bajo los parámetros de la rumba pachanguera y vulgar o de un rutinario pop amable y sencillo cuando no llano directamente y de inofensivas intenciones.
Frank Turner no es nada de eso, llamado el creador del folk-punk, lo que no deja de ser una etiqueta mas de las muchas con las que ha gustado a la crítica especializada clasificar las músicas, su propuesta es una enérgica y explosiva argamasa de estilos claros y clásicos a los que hace pasar por el tamiz de su forma de entender la música y formando parte de una intencionalidad textual de mensaje mucho mas trascendente de lo que a primera vista puede parecer, y es que sus letras, o bien atacan directamente, a tumba abierta a su objetivo, o bien parecen sencillas y nada agresivas coplas que, ojo, están escritas sobre el filo de un cuchillo de afilados contornos.
"Tape Deck Heart" es el quinto disco de este joven que con tan solo 32 años, recién cumplidos el pasado día de los inocentes, tiene una nutrida carrera en cuanto a trabajos tanto en su anterior banda Million Dead, a la que abandono en 2005 para lanzarse a una hasta ahora brillante carrera en solitario, además de los cinco discos de material nuevo, también nos ha hecho entrega de dos discos de rarezas, cinco EPs y tres DVDs de sus conciertos, pues el directo es una actividad constante en la vida de este ingles, hijo de un político y banquero de alta cuna y de una dama de alcurnia directora de un colegio, vamos que el amigo Frank es un pijo, pero su forma de ver el mundo y su posicionamiento ante la vida no lo es, y eso lo deja claro en su actividad musical.
En este último trabajo Frank Turner nos ofrece un disco directo, que penetra sin consideraciones en el corazón de todo lo que pretende acometer, y lo hace con letras de léxico claro y sin ambigüedades que viven en el interior de unas piezas de fluidez abasalladora y sonoridades simples y apropiadas, interpretadas sin extridencias vocales y haciendo justicia a unas melodías que enganchan, pasan felices por los oídos y refrescan las neuronas gracias a su bella linea y su optimista encanto lírico.
Doce temas forman la versión estándar de este disco, hasta veinte cortes encontramos en la versión "Deluxe", doce pelotazos de energía y vitaminas, doce chutes de vitalidad.
Empezamos con los poperos y acusticos sones de "Recovery", agilidad y fluidez en un tema que tiene en el piano una guia melódica de estupendos resultados, buen rollo y difícil no engancharse desde ya a la actitud de Turner, actitud, vitalista y de feliz posicionamiento que continúa en la no menos vital y encendida "Losing Days", tema de connotaciones folk y melodía mas calmada que la anterior pero de estribillo irresistible.
El disco habla de un tipo que ama la música por encima de todas las cosas, y eso se nota en la actitud positiva insuflada a cada tema y a la cuidada y apropiada producción de Rich Costey.
Mas aires folk, aun no hemos llegado al punk, en la bonita y balsámica "The Way I Tend To Be", otra píldora de buen rollo.
Esos mismos derroteros parece llevar el siguiente corte "Tell Tale Sings", cantada sobre una base de acústicas y que va cogiendo ritmo según avanza en una nasal y relajada vocalidad, buen tema, muy sourthern.
"Four Simple Words" es simple y llanamente un pelotazo de nucleares consecuencias para cualquier mentalidad retrograda, rezagada, obtusa y negativa, también es una ráfaga de optimismo punk, aquí si que hay punk, que puede arrasar cualquier asomo de tristeza, de mal rollo o de sentimiento de negatividad o bajón...¡Todo Dios a mover la osamenta!!!
Vuelve la calma y la electricidad en la estupenda "Polaroid Picture", rock de eléctrico y de melódico estribillo, nuevamente los mejores argumentos de la música británica expuestos en esta fantástica canción.
"The Fisher King Blues" es un tema de inspiración del delta, con toques de country y evocador discurso lírico, una isla de paz en medio de un océano de hiperactividad, un poco de luna y neón entre tanto sol y brisa acariciadora.
Mas trascendente y seria "Anymore" es otro fabuloso tema folk, de letra aguda y afilada, sincera y entonada con evidente emoción y temblorosa voz.
Un sonido sorprendente en el comienzo de "Oh Brother", mas ecléctico, mas sombras que luces, con un piano que lejos de aportar luz empaña la propuesta sónica, voz tenue y melodía que discurre mucho menos fluida en un rock de enjundia sonora que desentona un tanto en la linea argumental del disco.
Y nos vamos con "Broken Piano", balada de sonido mucho mas nebuloso, casi denso, voz que se eleva en la zona aguda de la tesitura y letra mas ambigüa y personal, un tema extraño para despedir este disco vitamínico y feliz, que es imposible que aburra o que provoque malos sentimientos en el oyente, una colección de temas inasequibles al desaliento, peleones y feroces, que tienen como guia la búsqueda de un estado mental y anímico de optimista disposición y fe en el individuo, y esperanza, tan necesaria, esperanza en general, en nosotros, que amigos mios, somos los que estamos aquí, y tenemos la suerte de podernos echar a los oídos discos como este estupendo "Tape Deck Heart".
Y es que este británico, prácticamente invisible por estos lares, como invisible por aquí es todo aquel que no rija su arte bajo los parámetros de la rumba pachanguera y vulgar o de un rutinario pop amable y sencillo cuando no llano directamente y de inofensivas intenciones.
Frank Turner no es nada de eso, llamado el creador del folk-punk, lo que no deja de ser una etiqueta mas de las muchas con las que ha gustado a la crítica especializada clasificar las músicas, su propuesta es una enérgica y explosiva argamasa de estilos claros y clásicos a los que hace pasar por el tamiz de su forma de entender la música y formando parte de una intencionalidad textual de mensaje mucho mas trascendente de lo que a primera vista puede parecer, y es que sus letras, o bien atacan directamente, a tumba abierta a su objetivo, o bien parecen sencillas y nada agresivas coplas que, ojo, están escritas sobre el filo de un cuchillo de afilados contornos.
"Tape Deck Heart" es el quinto disco de este joven que con tan solo 32 años, recién cumplidos el pasado día de los inocentes, tiene una nutrida carrera en cuanto a trabajos tanto en su anterior banda Million Dead, a la que abandono en 2005 para lanzarse a una hasta ahora brillante carrera en solitario, además de los cinco discos de material nuevo, también nos ha hecho entrega de dos discos de rarezas, cinco EPs y tres DVDs de sus conciertos, pues el directo es una actividad constante en la vida de este ingles, hijo de un político y banquero de alta cuna y de una dama de alcurnia directora de un colegio, vamos que el amigo Frank es un pijo, pero su forma de ver el mundo y su posicionamiento ante la vida no lo es, y eso lo deja claro en su actividad musical.
En este último trabajo Frank Turner nos ofrece un disco directo, que penetra sin consideraciones en el corazón de todo lo que pretende acometer, y lo hace con letras de léxico claro y sin ambigüedades que viven en el interior de unas piezas de fluidez abasalladora y sonoridades simples y apropiadas, interpretadas sin extridencias vocales y haciendo justicia a unas melodías que enganchan, pasan felices por los oídos y refrescan las neuronas gracias a su bella linea y su optimista encanto lírico.
Doce temas forman la versión estándar de este disco, hasta veinte cortes encontramos en la versión "Deluxe", doce pelotazos de energía y vitaminas, doce chutes de vitalidad.
Empezamos con los poperos y acusticos sones de "Recovery", agilidad y fluidez en un tema que tiene en el piano una guia melódica de estupendos resultados, buen rollo y difícil no engancharse desde ya a la actitud de Turner, actitud, vitalista y de feliz posicionamiento que continúa en la no menos vital y encendida "Losing Days", tema de connotaciones folk y melodía mas calmada que la anterior pero de estribillo irresistible.
El disco habla de un tipo que ama la música por encima de todas las cosas, y eso se nota en la actitud positiva insuflada a cada tema y a la cuidada y apropiada producción de Rich Costey.
Mas aires folk, aun no hemos llegado al punk, en la bonita y balsámica "The Way I Tend To Be", otra píldora de buen rollo.
Mas eléctrica y oscura se nos muestra el siguiente corte, "Plain Sailing Weather", un rock muy brit con un estribillo de agresiva actitud melódica, menos amabilidad y mas rabia en este fenomenal tema.
Se hace evidente la labor de auto-análisis a la que se somete el autor a lo largo de este trabajo y esto no varía en la apaciguada tonada folk de "Good & Gone", tema típico ingles que inyecta paz y calma.Esos mismos derroteros parece llevar el siguiente corte "Tell Tale Sings", cantada sobre una base de acústicas y que va cogiendo ritmo según avanza en una nasal y relajada vocalidad, buen tema, muy sourthern.
"Four Simple Words" es simple y llanamente un pelotazo de nucleares consecuencias para cualquier mentalidad retrograda, rezagada, obtusa y negativa, también es una ráfaga de optimismo punk, aquí si que hay punk, que puede arrasar cualquier asomo de tristeza, de mal rollo o de sentimiento de negatividad o bajón...¡Todo Dios a mover la osamenta!!!
"The Fisher King Blues" es un tema de inspiración del delta, con toques de country y evocador discurso lírico, una isla de paz en medio de un océano de hiperactividad, un poco de luna y neón entre tanto sol y brisa acariciadora.
Mas trascendente y seria "Anymore" es otro fabuloso tema folk, de letra aguda y afilada, sincera y entonada con evidente emoción y temblorosa voz.
Un sonido sorprendente en el comienzo de "Oh Brother", mas ecléctico, mas sombras que luces, con un piano que lejos de aportar luz empaña la propuesta sónica, voz tenue y melodía que discurre mucho menos fluida en un rock de enjundia sonora que desentona un tanto en la linea argumental del disco.
Pero que buen gusto tienes Addi, cuando lo vimos en el Azkena nos lo pasamos de la leche con él... es un Rock and Roll que no deja quieto a nadie, ni aún cuando se te acaba la garimba te mueves de debajo del escenario, buscas a algún pardillo que te la traiga jiejiejie, que nooo, ya sabes de qué te hablo, y este es unos de tantos a los que nos tenemos que dar el gustazo de verlo juntos querido amigo, así que estaremos atentos.
ResponderEliminarUn besazo!!!
La pena reina es que entonces no nos conocíamos porque yo también estuve en aquel bolo y lo pase de coña con el tío, que no tenia entonces ni puta idea de quien era,y ¡Que calor hizo ese dia en Gasteiz...!!!
EliminarTodo llegará, porque este vuelve por aqui fijo.
Besos y besos.
Suena de escándalo esto, amigo. Tú sí que sabes.
ResponderEliminarUn abrazo!
Creeme Evánder que es imposible aburrirse con este sujeto, y en directo es una máquina.
EliminarUn fuerte abrazo, ya nos hemos cargado el lunes.