Scott H. Biram - "Nothin' But Blood", 2014.



Scott H Biram es uno de esos músicos que tras leer cosas buenas de el un día te dices: - Es hora de darle una oportunidad a este fulano - y te haces con material suyo. Pero lo cierto es que esa hora no termina de llegar, pinchas un día alguna de las canciones que duermen en el disco duro, y como has aprovechado un momento muerto en el vértigo de la semana, pronto dejas al bueno de Scott con la palabra en la boca y lo que es peor, lo olvidas durante otro buen montón de semanas, y este proceso perfeétamente se puede repetir en dos o tres ocasiones mas a lo largo de un par de años o mas, esta ha sido mi historia con Scott H. Biram, y lamentáblemente no es un caso demasiado aislado, "mea culpa".
Hace unas semanas me entere de que volvía con disco nuevo titulado "Nothin' But Blood" y gira en el mes de septiembre que incluía Bilbao, ahora si que si, era ahora o nunca, la  hora definitiíamente había llegado, era el turno de Scott H. Biram, leí buenas críticas en Nikochan Island y en Rio Rojo, dos sitios de mi total confianza pero no terminaba de reaccionar, fue finalmente Rockland en su reseña sobre este disco el que a un comentario mio en torno a la triste realidad a la que servidor somete a la música de este individuo, practicando con ella un estúpido juego del gato y el ratón, posíblemente de forma inconsciente me reta a realizar una reseña sobre este álbum, entiendo que puede pensar el amigo Rockland que los discos de este Scott H. Biram pueden adaptarse a mis gustos y decido recoger el guante.
Investigo un poco y descubro cosas que ignoraba y que seguramente son del común dominio de todo aquel, mas inteligente que el que firma estas lineas, y que ha mostrado interés por tamaño artista anteriormente.


Se trata de un hombre orquesta que graba y actúa en directo en total soledad, acompañado de una vieja guitarra, un juego de pedales y algún inventillo para percusionar ocasionálmente el conjunto sonoro, escuchando el resultado parece, no mentira, ¡imposible!.
Además sobrevivió a un camión que le paso por encima hace algunos años postrándome en la cama de un hospital, a cuya salida, pocos días después y en silla de ruedas se plantaba en el escenario tocando blues y rock y country e incluso punk con su guitarra y sus artilugios, silla incluida, un tipo increíble no, ¡imposible!.
Empecé a darle el tiempo que merecía tanto valor musical y humano y empecé por el final, por este "Nothin' But Blood" que viene presentado dentro de una impresionante y efectista portada, con el tipo emergiendo del interior de un rió de sangre cual Max Cady en el pantano del "Cabo del Miedo".
Además de admirar una vez tras otra el virtuosismo de este solitario y controvertido orfebre de la esencia musical americana, me deleite con una colección de extraordinarios temas, con un tremendo latido interior, salvajes hasta el dolor y llenos de vida , inflados de tradición...a punto de reventar de desnudez, de sinceridad...


En el disco cabe de todo, blues, decorado con guitarras grasientas y febriles como "Only Whiskey" breve y directa, "Jack of Diamonds", mas arrastrada y pantanosa, con el delta en el ADN y el diablo en el corazón, reinando...y que decir de la tempestad eléctrica de poderoso desgarro vocal de la terrible fiereza de "Church Point Girls".
El punk hace su aparición de forma oscura e inapelable en "Around The Bend" que no deja lugar a dudas en torno a sus intenciones sónicas.
El gospel se asoma en la tradicional "Amazing Grace" y en la acústica y perfecta "Gotta Get to Heaven", y se atreve este valiente incluso a versionar a leyendas del genero favorito del señor del averno como Willie Dixon al que le acaricia a hurtadillas la célebre "Backdoor Man" y a Don Watson al que le hace lo propio con su inefable y campestre "I'm Trouble", como si Robert Johnson se hubiese liberado por un momento de su ardiente amo y hubiera esparcido azufre mágico sobre la garganta y dedos del señor Biram.





Folk y acústicas que dejan aromas sonoros de maderas viejas y cansadas en la estupenda: "Slow & Easy" que da guiños lujuriosos al country, y nada de guiños, y si tirada de tejos total al country que luce el sello de Johny Cash en la enraizada: "Never Coming Home" y en la mas cordial melódicamente: "Nam Weed".
"Alcohol Blues" es una fantástica versión de un clásico vetusto y granítico que plasmase también Sonny Boy Williamson.






Y se cierra el disco con la colaboración del amigo de Biram: Jesse Vain en la rítmica y tabernaria "John The Revelator".
Completo y valiente recorrido por la música americana, traducida esta de forma silvestre y vigorosa por un músico puro y duro, con carácter y cicatrices en cuerpo, voz y alma que hace sangrar para formar ese rió que aparece en la portada y a la que hace referencia al título del trabajo, sangre que representa la verdad, la vida de la tierra y que riega sus raices sonoras, esas que abundan en este trabajo al que lo único que se le puede achacar es de poco celo a la hora de darle coherencia estilística y cohesión sonora mas lógica, pero que se disfruta de un tirón y con la sangre hirviendo en el interior.
Gracias a los compadres blogeros Niko, Red River y Rockland por abrir los ojos definitivamente a este terco mortal.

Comentarios

  1. Si , recuerdo esa reseña de Rockland, y comente entonces que la portada del disco le iba mas a un grupo havy o grunge .

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  2. Si lo recuerdo y estaba de acuerdo, y lo sigo estando.
    Saludos

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  3. Me gusta mucho este disco. Disco fibroso y con mucho sentimiento. Una voz desgarrada acompañada de una instrumentacion simplista. Para que más

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  4. Yeah! Esta vez soy yo el que te recomiendo algo, ja,ja.
    Nueno, fuera coñas, me alegro que al final te haya cautivado. Este tío lo vale y tiene un gran talento. no te lo pierdas en esa gira de septiembre. Seguro que será un bolazo!!

    Saludos.

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    1. Si es que al hombre lo tenía siempre en la cola de espera y en cuanto le he dedicado tiempo me ha cojido, este disco y al anterior son fantásticos.
      En septiembre me pilla de vacaciones y no se si estare por aquí, ojala sea posible.
      Gracias y saludos.

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  5. Un gran disco, sí señor, a mi me costó cogerle el punto pero aquí me ves, entregado a él. Un saludo Addi!

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    1. En tu isla lo vi hace unas semanas por primera vez aunque ya había oido hablar del tipo, un muy buen disco si señor.
      Abrazo

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  6. Hola Addison, te hago saber que he vuelto, jiji

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  7. Un disco con un río rojo en la portada es que tiene que ser bueno, jajaja

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