The Glorious Bastards - "Animal", 2014

En esta labor de arqueología musical a la que algunos dedicamos tiempo y esfuerzo para encontrar el Santo Grial del rock moderno, aquel que siga haciendo de nuestra pasión algo inmortal y eternamente joven, son muchas las piezas que llegan a nuestro poder que en pocas escuchas se desvelan como bisutería, otras en cambio terminan dejando entrever un cierto valor, un no se que de interés, de esperanza, de "A lo mejor aquí hay algo", pocas, muy pocas y parece que cada vez menos, son las que iluminan tu corazón y arrean un bombazo en tu cabeza ante la certeza de que has dado, si no con el famoso cáliz, si con una preciada y codiciada antigüedad.


The Glorious Bastards de momento creo que merecen estar encuadrados en el segundo grupo citado. Si bien la primera escucha de este, su primer álbum, no terminó de decirme nada en claro, el tercer pase ya me hizo disfrutar de su propuesta, una vez asimilada esta por mis oídos y por mi cerebro.
The Glorious Bastards son una joven formación de Salt Lake City (si donde los mormones, aunque desconozco si pertenecen a esta sociedad), liderada por el cantante y guitarrista Samuel Miller y que practican un rock de sonido grasiento y contundente, de simple y vigorosa base rítmica y fibrosos riffs que se entregan sin complejos a la distorsión y la contaminación sonora, y con un voluntarioso y seco cantante que narra sus historias con convencimiento vocal, con rudeza en el fraseo y con toneladas de actitud.
Denominada su música por ellos mismos como: Bastard Blues, lo cierto es que me parecen tímidos sus influjos blueseros, tan solo en algunos pasajes de liturgia bluesera del mas rotundo sonido de Chicago, aquel encarnado por Buddy Guy. Miran mas en opinión de quien suscribe a un rock garajero y garitero de ramalazos punk y alusiones al indie rock iniciático de los noventa.
Sus influencias según sus palabras provienen de gente como Jimmy Hendrix, George Thorogood, The White Stripes, The Pixies, ZZ-Top, Stevie Ray Vaughan, Tom Waits o Nick Cave...un batiburrillo de mucho cuidado.


Pero a parte de todo esto lo cierto es que este primer disco suyo, "Animal" se trata de un tratado de actitud y anarquía sonora que bebe de varias fuentes, si bien es cierto que no se queda pudriéndose en un charco al pie de ninguna de ellas, tomando de aquí y de allá y mezclándolo todo en un concepto que transmite e invita a rockear con ellos.
No es la sutilidad lo suyo, pero consiguen unas cuantas piezas bien construidas melódicamente y sus riffs tienen músculo y grasa, sus punteos son febriles y en ocasiones brillantes e incluso alguna melodía tiene fluidez y linea apreciable.
Típicos rocks con todos estos aderezos encontramos en la apertura de la mano del energético rock "Animal" que da prueba de lo que ofrecen.
Entregados en vertiginosos temas de guitarras atronadoras y estribillos breves y directos funcionan muy bien cortes como: "Better Off", la bluesera "Lay With Me", el boogie "She Goes Down" muy rítmico y ZZ-Topero, la salvaje "The Wind" que si bien no inventa nada tampoco se disfraza de nada, al igual que hace la ortodoxa "You Talk Too Much" adornada con un punteo excitante y lujurioso fantásticamente tocado por Chris Mortensen para terminar con el rock punkarra e infectado de "Rock & Roll".
Es en temas de esta tesitura donde mejor funcionan y mas cómodamente se les ve desenvolverse pero eso no quita que den la talla en temas mas estudiados sonicamente con iniciativas menos tópicas como la ácida "Scissors", la mas pausada y de estudiada melodía: "Break It" mucho mas amable en cuando a la disposición sónica, en especial en cuanto a la tormenta eléctrica que provocan sus guitarras.
Con menos distorsión la frenética "My Perspective" es un cañonazo en el estribillo con letanías reggae o ska, un tema muy psicotrópico.
Completan el disco las competentes "Lie To Me" buscando enjundia sónica a base de entrelazar cuerdas y envolver ritmos, "Gimme My Money", bluesera y oscura y la abierta y tabernaria "Don't Want It No More".
Disco interesante y entretenido que no se rinde a la evidencia sonora de la actualidad convinando diversos influjos sónicos, todos ellos gamberros y anárquicos, no dando una repercusión exagerada a la producción y sonando a directo, a bolo nocturno y polvoriento bajo el mandato adrenalítico de la cerveza y la actitud, sobre todo mucha actitud.
Como no soy capaz de encontrar material de audio de calidad os adjunto link con una pagina donde además de algo de info podéis escuchar la música de esta banda:

http://www.reverbnation.com/thegloriousbastards

Y aqui os adjunto también su Facebook para quien pueda interesar:

https://www.facebook.com/pages/The-Glorious-Bastards/167168603303753

Comentarios

  1. Mucho bueno hay por aquí: guiños a ZZ Top y Gaslight Anthem. ¡Mola! ¡Un abrazo, Addison!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mas cañeros que los segundos y con un estilo que se acerca mas a los texanos, un disco que pasa como un susupiro, cañero y de buena escucha.
      Abrazo.

      Eliminar
  2. Si han sido capaces de aunar todas esas influencias no deben de sonar nada mal. Investigaré.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No suenan mal, grasientos y un poco macarras pero estan banstante bien.
      Un abrazo.

      Eliminar

Publicar un comentario