A alguno de esos pérfidos personajes que acostumbran a convertir a sus semejantes en esclavos de sus palabras, el vítore del titulo les puede servir para hacer escarnio público de un servidor...pues bien...adelante, ¡Me da igual!
La verdad es que a veces uno se mira a si mismo y no puede evitar sentir un pequeño complejo de pedantería, demasiada actividad de arqueologia musiquera en pos de la búsqueda de bandas y discos sorprendentes y nuevos, demasiada disección en ocasiones excesívamente sesuda de clásicos venerados como dioses griegos y ocasionálmente un exceso de literatura pretendidamente bohemia para expresar con las palabras mas sangrientas lo que tal riff o tal voz hace sentir al cronista de turno.
Evidéntemente hablo de mi, que nadie se de por aludido, es que algunos días siento la necesidad de bajar a los infiernos de lo mundano y venial para encontrarme en sintonía con el ciudadano que siente de forma mas atenuada las agresiones que el arte dirige a la sensibilidad, parece que dando mas fuerte en la diana de aquellos que la tenemos mas al descubierto, (la sensibilidad digo).
Ruego que nadie entienda mal mis palabras, la intensidad en el sentir es subjetiva y no quiero decir que el uso y abuso de esta sea una actitud mas meritoria o noble con respecto a nada, me imagino que es un característica nata que con el paso de los años se va intensificando debido al entrenamiento, los tipos como yo estamos pirrados por la música, el cine o la literatura como otros lo están por el deporte, los coches o el aeromodelismo...lo importante es disfrutar de lo que nos gusta, y en eso estamos.
Pero a veces tengo la sensación que de tanto buscar manjares aderezados con las sales mas extravagantes, las especias mas profundas que se hagan dignas de combinar con carnes nunca cocinadas previamente o investigar para dar con técnicas de guiso que se acercan a la química mas que a la vieja receta que pasa de abuela/o a nieta/o...al final olvidamos que un buen plato de huevos fritos con patatas y pimientos puede regalarnos goces que teníamos en el olvido de tanto que obviamos y ninguneamos el aceite brillante de las papas, la aspera rebaba del pimiento o esos bordes requemados de los huevos, recordando en una cena de carácter excepcional que todo el conjunto crea una POM gastronómica que además esta al alcance de cualquiera que no dedique tiempo y dioptrías a la búsqueda de algún Santo Grial culinario.
Y para mi los ochenta son muchas veces esos huevos fritos dados por superados por paladares altivos o esas patatas que se consumen sin mirarlas y se disfrutan sin gratitud, tan fáciles, tan corrientes, incluso se venden en bolsas de plástico...los ochenta parecen comunes, sinsorgos y horteras, llenos de defectos sónicos y bandas olvidadas asiendo su recuerdo a un tema, a un éxito que hoy suena desfasado, viejo de tan cargado de ultima tecnología como fue concebido.
Y es cierto que eso ocurre con mucho material de aquella década, muchos clásicos además naufragaron entre sintetizadores y baterías electrónicas en aquellos años, perdieron sus bondades sónicas entre los circuitos de aquellos fairlights que parecían la panacea y se quedaron en licuadoras de pureza, zumos malos de lo que fueron sanas y nutrivivas frutas. Otros nacieron en aquel conglomerado de cables y tardaron demasiado en comprender que por ellos corría la electricidad y no la música, duraron lo que la moda del electrosonido aguantó en el interior de las testas de los jóvenes del momento.
Pero también quedaron buenas cosas, cosas que contenían las maldades de aquella manera de grabar, producir y sonar, pero maldades finamente administradas y obligadas a convivir con rudimentos del pasado, que fueron aplicadas a esquemas ya existentes y sin quererlo crearon algo sugerente e inmortal, algo que, como en el disco que menciono en el título del post, no pasa de moda, no suena a nada que no sonase hace 30 años y sin embargo suena a algo que cualquiera puede hacer hoy, algo que reivindica que no fueron tan malos los sintetizadores y las percusiones enlatadas, que en muchas ocasiones (no en todas), los malos eran los usuarios de aquellos artefactos que olvidaron que para ser efectivos necesitaban ser alimentados por música, por melodías, por canciones.
The Cars vuelven tras un descanso y graban diez temas perfectos de construcción, melódicamente sobresalientes y de letras agudas y poéticas, gamberras y divertidas, y lo graban utilizando los recursos de moda en 1983, sintetizadores, baterías electrónicas, efectos sónicos y guitarras liquidas y de golosa sonoridad...¿saben que?...que graban un disco que a un servidor le gusta tanto o mas que los huevos fritos con patatas y pimientos, graban una POM musiquera nacida de la suma del aceite pegajoso de las teclas, de la rebaba de las percusiones que suenan a PVC y de lo requemado de los contornos sónicos de unos temas que suenan como grabados en un vacío...pero las canciones son tan buenas, tan frescas, tan directas y adictivas...tan pegadizas...molan tanto que amo a The Cars y su quinto Lp, este "Heartbeat City".
Los diez cortes fueron compuestos por el líder de la formación (título que el negaba y rehuía) Ric Ocasec, que canta siete de los cortes, dejando para el bajista Benjamin Orr la inovidable balada "Drive", perfecta y romántica, bella y eternamente ochentera, dotada de una textura bohemia y lujosa que la hace verosímil sonando en cualquier anuncio de esos en que una star de Hollywood en ropa interior intenta convencernos a golpe de escote y muslamen que su perfume huele mejor que los demás, uno de los indiscutibles éxitos del grupo.
Otro corte interpretado por Orr es"Stranger Eyes", tema influenciado por los últimos Roxy Music y que destaca por sus coros, su actividad en guitarras y bajos y su estribillo, otro muy buen tema.
Y culmina la actividad canora de Orr con la sintetizada "It's Not The Night" que canta con sensibilidad y voz de entregado timbre, y que va mutando a una suerte de rock suave muy digerible.
El grueso del tracklist fluye de la garganta de Ocasec, desde la incendiaria y sublime "Hello Again", tema de ritmo machacón y que se adhiere a las caderas, provist de guitarras enrolladas con teclas para arropar el canto nervioso de Ric hasta explotar en el famoso estribillo, contaba además con un excelente clip dirigido por Andy Warhol que también aparece en el mismo, estupenda.
Pegadiza melodía y sensual canto que unen sus fuerzas en otro estribillo pleno de intensidad en la también excelente "Looking For Love". Canción deslizante, de melodía escurridiza dotada de guitarras setenteras vecinas del glam, se trata de la exitosa "Magic", imposible no mecerse en sus brazos de metacrilato, famoso el clip también.
Juguetón y epiléptico éxito fue la elegante y popera "You Might Think" que se disfruta y pasa como si tal cosa, igual que la electrónica "Why Can't I Have You", tema lento de texturas románticas y sedoso canto pleno de sensualidad, otro bonito estribillo.
"I Refuse" es rutinaria en su ritmo de batería enlatada y estribillo bonito y apocado, excesivamente mecanizada tiene en cambio una bonita linea melódica y como siempre buenos coros que dan paso a la despedida de la mano de "Heaarbeat City", tópico registro con sintetizadores creando un gaseoso entorno a la voz susurrante y de sugerente fraseo de Ocasec, comercial, electrónico y enlatado, suave y con reminiscencias setenteras, llamenlo New Wave, Soft Rock o como quieran, es un material puramente década de los 80 al que el paso del tiempo le es impermeable y se mantiene como una gozada de música adictiva y que yo suelo utilizar para redimirme conmigo mismo cuando se me va la olla y olvido que la música también es para disfrutar libre y sanamente, para ser un poco frívolo y para eso los ochenta son lo más, cuando de discos como este se trata solo puedo decir: ¡Vivan los 80's!!!
La verdad es que a veces uno se mira a si mismo y no puede evitar sentir un pequeño complejo de pedantería, demasiada actividad de arqueologia musiquera en pos de la búsqueda de bandas y discos sorprendentes y nuevos, demasiada disección en ocasiones excesívamente sesuda de clásicos venerados como dioses griegos y ocasionálmente un exceso de literatura pretendidamente bohemia para expresar con las palabras mas sangrientas lo que tal riff o tal voz hace sentir al cronista de turno.
Evidéntemente hablo de mi, que nadie se de por aludido, es que algunos días siento la necesidad de bajar a los infiernos de lo mundano y venial para encontrarme en sintonía con el ciudadano que siente de forma mas atenuada las agresiones que el arte dirige a la sensibilidad, parece que dando mas fuerte en la diana de aquellos que la tenemos mas al descubierto, (la sensibilidad digo).
Ruego que nadie entienda mal mis palabras, la intensidad en el sentir es subjetiva y no quiero decir que el uso y abuso de esta sea una actitud mas meritoria o noble con respecto a nada, me imagino que es un característica nata que con el paso de los años se va intensificando debido al entrenamiento, los tipos como yo estamos pirrados por la música, el cine o la literatura como otros lo están por el deporte, los coches o el aeromodelismo...lo importante es disfrutar de lo que nos gusta, y en eso estamos.
Pero a veces tengo la sensación que de tanto buscar manjares aderezados con las sales mas extravagantes, las especias mas profundas que se hagan dignas de combinar con carnes nunca cocinadas previamente o investigar para dar con técnicas de guiso que se acercan a la química mas que a la vieja receta que pasa de abuela/o a nieta/o...al final olvidamos que un buen plato de huevos fritos con patatas y pimientos puede regalarnos goces que teníamos en el olvido de tanto que obviamos y ninguneamos el aceite brillante de las papas, la aspera rebaba del pimiento o esos bordes requemados de los huevos, recordando en una cena de carácter excepcional que todo el conjunto crea una POM gastronómica que además esta al alcance de cualquiera que no dedique tiempo y dioptrías a la búsqueda de algún Santo Grial culinario.
Y es cierto que eso ocurre con mucho material de aquella década, muchos clásicos además naufragaron entre sintetizadores y baterías electrónicas en aquellos años, perdieron sus bondades sónicas entre los circuitos de aquellos fairlights que parecían la panacea y se quedaron en licuadoras de pureza, zumos malos de lo que fueron sanas y nutrivivas frutas. Otros nacieron en aquel conglomerado de cables y tardaron demasiado en comprender que por ellos corría la electricidad y no la música, duraron lo que la moda del electrosonido aguantó en el interior de las testas de los jóvenes del momento.
Pero también quedaron buenas cosas, cosas que contenían las maldades de aquella manera de grabar, producir y sonar, pero maldades finamente administradas y obligadas a convivir con rudimentos del pasado, que fueron aplicadas a esquemas ya existentes y sin quererlo crearon algo sugerente e inmortal, algo que, como en el disco que menciono en el título del post, no pasa de moda, no suena a nada que no sonase hace 30 años y sin embargo suena a algo que cualquiera puede hacer hoy, algo que reivindica que no fueron tan malos los sintetizadores y las percusiones enlatadas, que en muchas ocasiones (no en todas), los malos eran los usuarios de aquellos artefactos que olvidaron que para ser efectivos necesitaban ser alimentados por música, por melodías, por canciones.
The Cars vuelven tras un descanso y graban diez temas perfectos de construcción, melódicamente sobresalientes y de letras agudas y poéticas, gamberras y divertidas, y lo graban utilizando los recursos de moda en 1983, sintetizadores, baterías electrónicas, efectos sónicos y guitarras liquidas y de golosa sonoridad...¿saben que?...que graban un disco que a un servidor le gusta tanto o mas que los huevos fritos con patatas y pimientos, graban una POM musiquera nacida de la suma del aceite pegajoso de las teclas, de la rebaba de las percusiones que suenan a PVC y de lo requemado de los contornos sónicos de unos temas que suenan como grabados en un vacío...pero las canciones son tan buenas, tan frescas, tan directas y adictivas...tan pegadizas...molan tanto que amo a The Cars y su quinto Lp, este "Heartbeat City".
Los diez cortes fueron compuestos por el líder de la formación (título que el negaba y rehuía) Ric Ocasec, que canta siete de los cortes, dejando para el bajista Benjamin Orr la inovidable balada "Drive", perfecta y romántica, bella y eternamente ochentera, dotada de una textura bohemia y lujosa que la hace verosímil sonando en cualquier anuncio de esos en que una star de Hollywood en ropa interior intenta convencernos a golpe de escote y muslamen que su perfume huele mejor que los demás, uno de los indiscutibles éxitos del grupo.
Y culmina la actividad canora de Orr con la sintetizada "It's Not The Night" que canta con sensibilidad y voz de entregado timbre, y que va mutando a una suerte de rock suave muy digerible.
El grueso del tracklist fluye de la garganta de Ocasec, desde la incendiaria y sublime "Hello Again", tema de ritmo machacón y que se adhiere a las caderas, provist de guitarras enrolladas con teclas para arropar el canto nervioso de Ric hasta explotar en el famoso estribillo, contaba además con un excelente clip dirigido por Andy Warhol que también aparece en el mismo, estupenda.
Pegadiza melodía y sensual canto que unen sus fuerzas en otro estribillo pleno de intensidad en la también excelente "Looking For Love". Canción deslizante, de melodía escurridiza dotada de guitarras setenteras vecinas del glam, se trata de la exitosa "Magic", imposible no mecerse en sus brazos de metacrilato, famoso el clip también.
"I Refuse" es rutinaria en su ritmo de batería enlatada y estribillo bonito y apocado, excesivamente mecanizada tiene en cambio una bonita linea melódica y como siempre buenos coros que dan paso a la despedida de la mano de "Heaarbeat City", tópico registro con sintetizadores creando un gaseoso entorno a la voz susurrante y de sugerente fraseo de Ocasec, comercial, electrónico y enlatado, suave y con reminiscencias setenteras, llamenlo New Wave, Soft Rock o como quieran, es un material puramente década de los 80 al que el paso del tiempo le es impermeable y se mantiene como una gozada de música adictiva y que yo suelo utilizar para redimirme conmigo mismo cuando se me va la olla y olvido que la música también es para disfrutar libre y sanamente, para ser un poco frívolo y para eso los ochenta son lo más, cuando de discos como este se trata solo puedo decir: ¡Vivan los 80's!!!
Adoro este disco y para mi esta vigente. No se si como dices los ochenta eran como los huevos fritos. Para mi meter en el mismo saco a todo lo que salio de esa epoca me parece un error brutal. La maravilla de esa epoca era que gracias al video y la radio mucha musica POP (what's the problem?) de calidad llego a los oidos de mi madre y mi abuela y mi prima la del pueblo. O sea que aparentemente lo malo es que todo dios sabia quien era Eurythmics, Simply Red, The Cars, Robert Palmer, Terence Trent d'Arby o Duran Duran. Donde esta el maldito problema?. Perdon por el desahogo y viva Rick Ocasek y sus chicos :-) ....
ResponderEliminarLos ochenta vinieron tras los setenta y eso pesa, la peña se hizo un lío y muchas cosas nuevas tecnológicamente entiendo que no fueron bien utilizadas, visto con los años claro, pero se hicieron cosas muy buenas, sin perder la esencia propia de la época, creo que este disco es prueba de ello.
EliminarGracias por la aportación.
Saludos.
Si ningun genero de dudas mi grupo fav de los 80 soy un iiredento fan de la bandas. creo que lo tengo todo o casi todo MARAVILLOSOS, y este disco en particukar una gizada, no es mi favoruto me quedo con el primero pero es redondo
ResponderEliminarA mi es uno de los que mas me gusta también, este disco es el mas ochentero, el mas comercial pero también el mas representativo, uno de esos ejemplos en los que calidad y comercialidad mezclan creando cocteles esplosivos.
EliminarSaludos.
El primero tan bueno como este sin duda.
No te preocupes, Addison: uno ha de escribir sobre lo que le gusta o sabe. Estar todo el día en Pitchfork no le hace a uno más culto. Más capulla, puede ser.
ResponderEliminarSobre The Cars sólo conozco Just What Ir Nedeed, temazo, por cierto.
Son paranoias mias jajajaja, pero grupos de los ochenta que me gustan muchas veces me sirven de terapia.
EliminarAcercate a ellos, ya sabes, por probar...
Abrazo.
Increible Addison...gran entrada. Pero que poquito me gustó el ochenteo. Yo no fui capaz de digerir nada de esa época. Asocié esos ritmos con las discotecas y sus gentes y la cagué. Me pase los ochenta dentro de un bar musical escuchando sesenteo escapando de los ochenta. Ese sonida pasadisimo de producción me mataaaa. Impresionante POST
ResponderEliminarGracias sr. Navas, tampoco es mi década favorita, por eso lo del primer parrafo, por lo que he despotricado contra ellos, pero hay un reducto que guardo en la memoria que me sigue poniendo.
EliminarYo en los ochenta evolucione, lo empece colgado del tecno y los acabe loco por los Stones...
Salud.
Muy lejos de lo que a mi gusto musical se refiere, y esque eso de los organillos cebolleros...buffff que le voy a hacer, en mi opinión el sentir de cada uno en esto los 80´s es algo muyyyyyy particular, yo poco puedo decir que era una niña todavía ;) y que puedas escribir sobre lo que te mola sin tapujos es algo que admiro de tí, mi gusto termina donde comienza el tuyo, y mi razón también, no creo que tu seas de los que pierden el Norte en lo que a música se refiere, otra cosa son los vinos y las chicas jjjkkkkk....besazos enormes Addi
ResponderEliminarYa se mi reina que esto no empasta nada contigo, en principio tampoco conmigo, pero son cosas que por lo que sean hacen reacción quimica en mi interior y la hicieron desde el principio, en otros casos esa reacción se fue al carajo, en este y otros no...
EliminarEn cuanto a vinos y chicas ya le he dicho al grandullón que hay planes txulos por estos lares en los próximos meses...
Besos y besos.
A mí me sonaba muy elegante esta música... y mira que yo he sido rockero toda la vida. Tenía su encanto, no sé.
ResponderEliminarBonita entrada. Un abrazo!
Yo tambien le doy al r'n'r como bien sabes, pero el corazoncito...
EliminarEran elegantes y tenían esa mezcla de marcha y sensibleria mágica de los que sabían lo que hacían en aquellos tiempos...molan los cars.
Un abrazo.
Fue el disco con el que descubrí a The Cars, lo conservo en vinilo, tenía unos cuantos temas buenísimos pero todo el disco me agobiaba. La que más me gustaba era la que daba título. Había un video, creo que era el de "Hello again" pero no estoy seguro si es el que has puesto o uno que censuraron, aunque no me hagas caso, ha llovido demasiado y se me va un poco la olla. Un abrazo, crack (cómo mola esa cinta Basf, jejeje).
ResponderEliminarCreo Johnny que el que censuraron fue otro, no me hagas demasiado caso porque como dices ha pasado mucho tiempo, este es el de Warhol y creo que siempre ha sido este.
EliminarHoy a mi todo el disco del tiron si se me hace un poco pastoso si, pero a cachitos me mola un huevo.
Yo también lo tengo en vinilo y la portada era la pera, doble y con el título en la parte de atrás...
Aún tengo varias cintas de esas en casa, lo que no se es si suenan jajaja.
Abrazo.
Pues he indagado un poco y tienes razón Johnny, censuraron este video por los desnudos femeninos, buena memoria my friend.
EliminarAbrazo.
Hola Addison.
ResponderEliminarTu publicación me ha provocado un cierto escozor, la verdad. Me lo he tenido que leer un par de veces, aunque yo sea un defensor de aquella década, como bien sabes, estoy solo en parte de acuerdo contigo.
Quede dicho por delante que considero que los auténticos años y los mejores, para la música moderna fueron los 50 y sobre todo los 60, donde se creó el embrión para posteriormente desarrollar la criatura.
En los 70 se produce el boom sobre todo anglosajón. Una década sin igual, para mí la mejor, auténtica progresión. Los grupos entraban al estudio con 20 o 30 temas, y sacaban un Lp de 10 o 12 y normalmente todos buenísimos.
Pero llegan los 80 y se produce la eclosión, la música llega a más gente, muchos más grupos, no solo anglosajones, aunque pongamos que de ellos solo serían excelentes o buenos una cuarta parte ya son muchos. El sonido se diversifica mucho más, ya no es solo guitarra, bajo y batería. La oferta es más rica, se recogen los frutos de años de evolución, el sonido se perfecciona. Pero se nota cierto agotamiento al final de la década, ya los grupos entran al estudio con 5 o 6 canciones buenas y el resto de relleno.
Y llegan los 90, para mí una pequeña laguna. Un tema, un videoclip (MTV), derroche de medios de lanzamiento y hasta luego Lucas.
Ya sé, no has arremetido contra los 80, solo le has atizado un poco al principio de tu artículo. Has despertado en mí esa sensiblería que dices y si no te escribo estas letras, reviento, jeje.
Lo cortés no quita lo valiente, lo has aderezado con uno de mis discos favoritos, de los 80 claro.
Saludos Addison todo un placer
Gracias ante todo por tu atinada disertación.
EliminarHaber estoy de acuerdo en la diseccion que haces por décadas, yo nunca fui defensor de los ochenta y es ahora mirando atrás cuando estoy descubriendo trabajos meditorios de entonces, que suenen a ochenta.
Creo que la amalgama de estilos que morian y se transformaban dejaron a muchos artistas en una zona de nadie estilistica y que rellenaron con las nuevas tecnologías aplicadas a la música, esto provoco sonidos diferentes y en ocasiones de muy corto recorrido, pero otros efectos sonoros han quedado y dejado poso.
Las bandas grandes se ven anticuadas ante los nuevos sonidos y tratan de adaptarse y casi siempre sale mal.
No es atizar a esta década, insisto que vista hoy la veo mucho mas productiva que hace unos años y valoro muchos discos y bandas de entonces, pero tubo sus cosas malas por culpa de muchos factores y por la llegada de un funcionamiento nuevo y negativo de la industria para con arte y artistas.
Por lo demas quedaron The Cars, The Smiths, U2, Dire Straits y un buen ramillete de grandes artistas además de la mejor época para el rock patrio, asi que no estuvo tan mal.
Gracias de nuevo y un abrazo.
Me encantan THE CARS, su excelentísima música inolvidable. Ah y como me gusta BENJAMIN : imagen muy sexy y dulce. Que bombón.
ResponderEliminarDefinitivamente la década de LOS SETENTA fue LA MEJOR , ¡ QUE MUSICA! solistas y grupos geniales. Ninguna década se le compara en mi opinión.
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