¿Qué me decís de esas noches en las que el silencio es algo
más que una carencia de algo, para convertirse en una amigo, un aliado, un
compañero?... Esas madrugadas en las que la oscuridad adopta una textura casi viscosa,
como champú, como un gel que se adapta a los contornos de tu rostro y tu cráneo
haciéndose corpóreo, sintiéndose como algo vivo, real, cálido y acariciador,
oscuridad que masajea meninges para que vuelen en busca de recuerdos, de añoranzas.
Hablo de noches en las que la melancolía se hace presente a golpe de soplido en tu oído, de lametón dibujando un corazón mojado y caliente en tu pecho…esas noches en las que añoras unas caderas a las que acompañar en un baile dulce, una mata de cabello perfumado en la que perder la nariz, los ojos, el aliento…
Hablo de noches en las que la melancolía se hace presente a golpe de soplido en tu oído, de lametón dibujando un corazón mojado y caliente en tu pecho…esas noches en las que añoras unas caderas a las que acompañar en un baile dulce, una mata de cabello perfumado en la que perder la nariz, los ojos, el aliento…
Me refiero a esas noches en las que la nostalgia nos dispara
perdigones de tristeza a las sienes, tristeza que se vuelve aliada dibujando
sonrisas en los labios en lugar de fabricando lágrimas en los ojos, dotándonos de
un abrigo de remembranzas que nos protege de la fría luz de la luna llena que
busca el alba para desaparecer y dejarnos a expensas del sol…esas noches en las
que añoramos tantas cosas, tantas palabras, tantos momentos…pero no añoramos al
sol.
Noches en definitiva, como esta…
Da la sensación de que no existe música para armonizar estas
noches, pero si existe, pero esa música que no puede ser cualquier música, no
valen los códigos ya sabidos, esos que creemos imposible que no funcionen, no
amigos no, en noches como esta no funcionan los protocolos de seguridad que
enciende el alma cuando se siente acosada por fantasmas del pasado, por
estiletes dañinos del presente, por néctares tóxicos que a su ingesta
arruinaran la digestión del futuro inmediato…esta noche hay que recurrir a un Plan-B.
“The Sun Is Always Brighter” es mi Plan-B.
Un disco fabricado por canciones que ven en la oscuridad, que son capaces de nadar en las arenas movedizas en que se convierte nuestra masa encefálica, enfangada de tanto dolor que viene disfrazado de miel pero que es barro, engañada con tanta visión del pasado que viene travestida por la vestimenta de saldo con que cubre su desnudez escuálida la maldita memoria, esa memoria que cubre de afeites el rostro de tantos personajes que creíamos olvidados, cubriendo a base de maquillaje su cadavérica expresión. Canciones que a lo mejor mañana, cuando el sol convierta a los trolls de nuestro pasado en figuras de piedra a expensas de la erosión que la brisa de nuestras próximas vivencias y felicidades provocarán sin duda, canciones que a lo mejor mañana digo, no nos dicen nada, pero esta noche son conejos blancos y suaves, felices y alegres que salen de la chistera del mago, del mago que hoy es Joshua James, y que trae su chistera, osea este disco narcotizánte que construyó en 2008 para oficiar de Plan-B de todos los nostálgicos profesionales que cubrimos el mundo.
Una chistera con una docena de conejos, a cual más embaucador de corazones, mas mimoso y pintor de sonrisas, a cual más entornador de párpados obedientes a corazones ansiosos de soñar, de vivir soñando, de soñar viviendo.
Canciones que no son pop, ni rock, ni folk, ni … son canciones y punto, hermosas, emotivas, fabricadas con la arcilla que se emplea para cocer los primeros amores y que así no se olviden, canciones que llevan el color que otorga la tinta que sangran las novias que nunca llegaron a entregarse, que han sido fabricadas por las manos torpes, nerviosas, precipitadas pero apasionadas de los amantes que debutan en el juego del sexo, y que usan como estrategia el amor, el cariño, la visión de inmortalidad que da lo eterno que parece lo realmente fugaz a los 16 años.
Imposible no mecerse en la calidez de la voz de James, no dejarse llevar a paraísos irreales acompañados de recuerdos idealizados, de deseos imposibles, o del sabor besos increíblemente olvidado con la fina y elegante sonoridad de todas y cada una de las canciones de este disco, pianos que hipnotizan a los malos espíritus haciéndoles muñecas de Chagall, acordeones que añaden unas gotas de azúcar a las lágrimas que ya no son tan saladas, ritmos melosos y guitarras que suspiran perdones buscando la paz que se encierra en las melodías, creo recoger sones de música francesa, creo sentirme golpeado por la brisa de madrugada del Mississippi, siento golpes de pasión soulera en el paladar…
Cuando os sintáis melancólicos, tontorrones o nostálgicos os propongo que disfrutéis el momento, que disfracéis los malos primeros planos del pasado con canciones color vainilla como las de este disco, que pintéis la oscuridad que rodea las pupilas con el amarillo del sol pálido y templado que da título al Lp y que entreguéis el vino picado al alambique cobrizo que lo convertirá en pócima de frescura y aromático buque, ese que se fermenta en el caldo hirviente de las letras de “The Sun is Alwais Brighter”, un maravilloso disco de Joshua James.
Mi Plan-B.
“The Sun Is Always Brighter” es mi Plan-B.
Un disco fabricado por canciones que ven en la oscuridad, que son capaces de nadar en las arenas movedizas en que se convierte nuestra masa encefálica, enfangada de tanto dolor que viene disfrazado de miel pero que es barro, engañada con tanta visión del pasado que viene travestida por la vestimenta de saldo con que cubre su desnudez escuálida la maldita memoria, esa memoria que cubre de afeites el rostro de tantos personajes que creíamos olvidados, cubriendo a base de maquillaje su cadavérica expresión. Canciones que a lo mejor mañana, cuando el sol convierta a los trolls de nuestro pasado en figuras de piedra a expensas de la erosión que la brisa de nuestras próximas vivencias y felicidades provocarán sin duda, canciones que a lo mejor mañana digo, no nos dicen nada, pero esta noche son conejos blancos y suaves, felices y alegres que salen de la chistera del mago, del mago que hoy es Joshua James, y que trae su chistera, osea este disco narcotizánte que construyó en 2008 para oficiar de Plan-B de todos los nostálgicos profesionales que cubrimos el mundo.
Una chistera con una docena de conejos, a cual más embaucador de corazones, mas mimoso y pintor de sonrisas, a cual más entornador de párpados obedientes a corazones ansiosos de soñar, de vivir soñando, de soñar viviendo.
Canciones que no son pop, ni rock, ni folk, ni … son canciones y punto, hermosas, emotivas, fabricadas con la arcilla que se emplea para cocer los primeros amores y que así no se olviden, canciones que llevan el color que otorga la tinta que sangran las novias que nunca llegaron a entregarse, que han sido fabricadas por las manos torpes, nerviosas, precipitadas pero apasionadas de los amantes que debutan en el juego del sexo, y que usan como estrategia el amor, el cariño, la visión de inmortalidad que da lo eterno que parece lo realmente fugaz a los 16 años.
Imposible no mecerse en la calidez de la voz de James, no dejarse llevar a paraísos irreales acompañados de recuerdos idealizados, de deseos imposibles, o del sabor besos increíblemente olvidado con la fina y elegante sonoridad de todas y cada una de las canciones de este disco, pianos que hipnotizan a los malos espíritus haciéndoles muñecas de Chagall, acordeones que añaden unas gotas de azúcar a las lágrimas que ya no son tan saladas, ritmos melosos y guitarras que suspiran perdones buscando la paz que se encierra en las melodías, creo recoger sones de música francesa, creo sentirme golpeado por la brisa de madrugada del Mississippi, siento golpes de pasión soulera en el paladar…
Cuando os sintáis melancólicos, tontorrones o nostálgicos os propongo que disfrutéis el momento, que disfracéis los malos primeros planos del pasado con canciones color vainilla como las de este disco, que pintéis la oscuridad que rodea las pupilas con el amarillo del sol pálido y templado que da título al Lp y que entreguéis el vino picado al alambique cobrizo que lo convertirá en pócima de frescura y aromático buque, ese que se fermenta en el caldo hirviente de las letras de “The Sun is Alwais Brighter”, un maravilloso disco de Joshua James.
Mi Plan-B.
Yo al sol lo añoro siempre pero se a que te refieres... bonito, bonito suena este Joshua James, anotado.
ResponderEliminarUn abrazo, Addi.
Un disco un tanto especial, te sugiero que lo pinches tranquilo y en silencio.
EliminarAbrazo Coop.
Muy pero que muy bonito. Muy adecuado en estos dias. Yo también me lo apunto
ResponderEliminarTe veo mas cercano al estilo a ti que a Coop, seguro que a ti te gusta.
EliminarSaluds.
tomo nota amigo addi, me gusta mucho. gracias
ResponderEliminarUn disco melancólico y bucólico pero hermoso, te gustará.
EliminarSalud.
Yo también tomo nota; como plan B o no, suena de lujo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Es muy tranquilo pero paa ciertos momentoss genial, tiene unos trabajos con las steels que te gustarán mucho.
EliminarAbrazo y buen finde.
Una presentación tan sugerente como el propio disco, que suena para morirse de gusto.
ResponderEliminarMuxus!
Te lo paso, creo que te puede gustar, seguro que encuentran unos minutos de paz para escucharlo.
EliminarMuxu y Ondo pasa.