No he hablado mucho en esta bitácora en torno a The Kinks,
no sé porque, no será porque no me gustan los productos de Ray Davies y sus
compadres porque lo cierto es que me gustan y mucho, muchísimo.
A lo mejor hoy me he acordado de ellos porque llevo un par de días un tanto tristón, como sin ganas de luchar, y eso en mí no es normal, y como para solucionar la oscuridad cuando ésta es un problema, lo mejor, incluso lo único es la luz, pues para la penumbra del espíritu y el ánimo lo mejor es la música, siempre que esta sea optimista, refrescante y luminosa, y ¿que contiene de esos elementos en más dosis que el pop?...pues únicamente el pop de The Kinks, así que no me lo pensé dos veces y he hecho sonar a los británicos a toda pastilla en casa…Santo remedio amigos.
Y el disco elegido ha sido su sexto lanzamiento, este sublime: “Something Else By The Kinks” que los londinenses grabaran y publicaran en 1967. Siempre que la palabra pop me viene a la cabeza pienso en The Kinks, los siento como la quintaesencia de este género, y como abanderados del estilo por encima de cualquier otra formación contemporánea o no a ellos, creo que además este álbum demuestra en parte lo que digo.
Me explico, cuando en 1967 el mundo musical era cubierto por la lava y el magna que brotaba de ese volcán en atómica erupción cuya mecha fue encendida por The Beach Boys y su “Pet Sounds” e inmediatamente después por los de Liverpool y su “Revolver” primero y el “Pepper’s” a continuación, volcán denominado psicodelia, The Kinks seguían a su bola, atendiendo, su cabeza pensante: Ray Davies, únicamente a los dictados de su inspiración melódica y a los osados caprichos de su irónica inteligencia, de esta manera dieron la espalda casi por completo a las acometidas lisérgicas que dominaban el panorama para confeccionar un nuevo disco de pop, de casi irreal facilidad melódica, de elegante sonido beat que se dejaba acariciar por el rock, y que contenía suficiente personalidad para ser considerado como propio y marca de la casa.
Siempre me sorprenderá la capacidad melódica de esta banda grandiosa, esa cualidad gaseosa, intangible, casi milagrosa que hace que sus canciones floten y envuelvan al oyente, no es excepción esto que digo en este Lp.
Pero es que no me parece menos sorprendente la capacidad de
transmitir vidas y situaciones de Ray Davies, auténtico genio capaz de recrear
en sus textos afilados espacios sociales con carácter crítico, crítico con el
costumbrismo o con las caducas creencias sociales, a menudo rodeadas de mentira
como se indica en la narración de la relación entre dos hermanas de la espléndida
y barroca: “Two Sisters” o de un matrimonio con suegra de por medio en la más
acercada a la psicodelia imperante: “Situation
Vacant”. También se atreve a abordar el tema de la homosexualidad en el pop
beat de la apertura de “David Watts”.
"Harry Ragg” es otra irónica canción de aire irlandés y tabernario y “No Return” es una suerte de bossanova que sorprende y engatusa al tiempo.
El amor aparece en la ligera “Afternoon Tea” y la añoranza al mismo en “End of The Season” que relata el final de un amor veraniego con sonidos
de estival naturaleza, que se funden con un piano que transporta un triste
fraseo de oscuro tono en la voz del gran Davies.
Encontramos leves acercamientos psicodélicos en la dedicada al Sol y titulada: “Lazy Old Sun”.
También este disco nos trae las primeras canciones compuestas por el menor de los Davies, Dave, iniciación de este que no termino de encajar bien Ray pero que consintió, y más después de la buena acogida de la extraordinaria: “Love Me Till The Sun Shines”, mas rockera y sucia, pero impoluta y sensacional, como también lo es el otro corte creado en solitario por Dave: “Funny Face”.
Parece mentira que de las mil veces comentadas deficientes relaciones entre hermanos pudiese salir tan excelente corte como lo es la triste: “Death of A Clown”.
Marca de la casa con victoriano aporte de vientos para: “Tin Soldier Man”, y punto y aparte
para “Waterloo Sunset”, mítico tema
sobre la fantasía de Ray Davies en torno a la visión de su hermana yéndose con
su novio a un nuevo mundo, a otro país, encantadora, crepuscular y bucólica,
una de las tonadas pop más líricas y delicadas de toda la historia de este
invento.
Todo en este disco es perfecto, desde la portada, tradicional y victoriana, la contraportada con la famosa introducción que reza: “Bienvenidos a Davieslandia”, y por supuesto la excelente producción de Shel Talmy junto a Ray Davies, excepto en “Waterloo Sunset” que en ésta correspondió solo a Ray.
Disco que brega a contracorriente de los mandatos estilísticos
impuestos por los grupos más punteros y que solo unos pocos osaron ignorar,
entre ellos The Kinks, como demostraron en esta POM, que encima me ha alegrado
el final de la semana.
A lo mejor hoy me he acordado de ellos porque llevo un par de días un tanto tristón, como sin ganas de luchar, y eso en mí no es normal, y como para solucionar la oscuridad cuando ésta es un problema, lo mejor, incluso lo único es la luz, pues para la penumbra del espíritu y el ánimo lo mejor es la música, siempre que esta sea optimista, refrescante y luminosa, y ¿que contiene de esos elementos en más dosis que el pop?...pues únicamente el pop de The Kinks, así que no me lo pensé dos veces y he hecho sonar a los británicos a toda pastilla en casa…Santo remedio amigos.
Y el disco elegido ha sido su sexto lanzamiento, este sublime: “Something Else By The Kinks” que los londinenses grabaran y publicaran en 1967. Siempre que la palabra pop me viene a la cabeza pienso en The Kinks, los siento como la quintaesencia de este género, y como abanderados del estilo por encima de cualquier otra formación contemporánea o no a ellos, creo que además este álbum demuestra en parte lo que digo.
Me explico, cuando en 1967 el mundo musical era cubierto por la lava y el magna que brotaba de ese volcán en atómica erupción cuya mecha fue encendida por The Beach Boys y su “Pet Sounds” e inmediatamente después por los de Liverpool y su “Revolver” primero y el “Pepper’s” a continuación, volcán denominado psicodelia, The Kinks seguían a su bola, atendiendo, su cabeza pensante: Ray Davies, únicamente a los dictados de su inspiración melódica y a los osados caprichos de su irónica inteligencia, de esta manera dieron la espalda casi por completo a las acometidas lisérgicas que dominaban el panorama para confeccionar un nuevo disco de pop, de casi irreal facilidad melódica, de elegante sonido beat que se dejaba acariciar por el rock, y que contenía suficiente personalidad para ser considerado como propio y marca de la casa.
Siempre me sorprenderá la capacidad melódica de esta banda grandiosa, esa cualidad gaseosa, intangible, casi milagrosa que hace que sus canciones floten y envuelvan al oyente, no es excepción esto que digo en este Lp.
"Harry Ragg” es otra irónica canción de aire irlandés y tabernario y “No Return” es una suerte de bossanova que sorprende y engatusa al tiempo.
Encontramos leves acercamientos psicodélicos en la dedicada al Sol y titulada: “Lazy Old Sun”.
También este disco nos trae las primeras canciones compuestas por el menor de los Davies, Dave, iniciación de este que no termino de encajar bien Ray pero que consintió, y más después de la buena acogida de la extraordinaria: “Love Me Till The Sun Shines”, mas rockera y sucia, pero impoluta y sensacional, como también lo es el otro corte creado en solitario por Dave: “Funny Face”.
Parece mentira que de las mil veces comentadas deficientes relaciones entre hermanos pudiese salir tan excelente corte como lo es la triste: “Death of A Clown”.
Todo en este disco es perfecto, desde la portada, tradicional y victoriana, la contraportada con la famosa introducción que reza: “Bienvenidos a Davieslandia”, y por supuesto la excelente producción de Shel Talmy junto a Ray Davies, excepto en “Waterloo Sunset” que en ésta correspondió solo a Ray.
Me permites llevarme esta preciosa entrada al Kinkdom Come? es un honor tener a Addi allí.Así le damos caña a ese blog de estos genios del siglo.Un abrazo y ánimo, mañana te veo con los Ryders+Fake no?
ResponderEliminarCoño!!!, no conozco ese blog, pero no tienes ni que pedir permiso bro.
EliminarPor supuesto que estaremos allí, solo que el plan de la mañana me lo pierdo, me es imposible ir, y me jode un huevo, pero nos vemos en la Sala BBK.
Hasta mañana, un abrazo.
Yo siempre los preferí a los Beatles. Y es que, es muy difícil no ser fan de los hermanos Davies: eran ácidos e inteligentes; y el 'Arthur....' es una prueba fehaciente de ello. Un abrazo, Addison :)
ResponderEliminarAmigo Alex, es que puestos a elegir cuando de The Beatles se trata a estos es dificil superarles, pero the Kinks estan a la altura de cualquiera, son como muy bien dices ácidos y satíricos y me encantan.
EliminarAbrazo y buen finde...
PD. "Arthur" y "Lola" son mis discos favoritos de ellos, no se en que orden.
Es mi favorito de los kinkis... un primor de disco....
ResponderEliminarTras "Arthur" y "Lola" es el tercero mio, muy cerca de estos y por encima de "Village Green" y "Face to Face" por ejemplo.
EliminarAbrazo.
Todo quien osa ir contra "los mandatos estilísticos impuestos por los grupos más punteros" merece mi aplauso. Los Kinks y este disco merecen mi atronadora ovación.
ResponderEliminarUn abrazo, Addison. ¡Y ánimo!
Siempre en la lucha Gonzalo, gracias estoy mucho mejor, será que es viernes.
EliminarHaber cuando nos echamos un parrafito de los nuestros.
Secundo la ovación.
Un fuerte abrazo.
Un gran disco, y un gran post, amigo mío.
ResponderEliminarA ver ese ánimo, Que no me entere yo!!
Un abrazo!
Disco grande no, enorme.
EliminarTodo en ordén ya amigo, es viernes, tenemos puente por delante y mañana bolo con The Long Ryders y Fakeband...todo genial.
Disfruta esta noche del concierto en Valencia.
Un fuerte abrazo y gracias.
Quién necesita al Sargento Pimienta teniendo a mano "algo más" de los Kinks?
ResponderEliminarEstupenda entrada, Addi. Abrazos
Eso digo yo...
EliminarEs una gozada volver a sentir rugir esa vieja lomousine.
Gracias Coop.
Abrazo.
Todo tiene más sentido leyéndote, mysuperfriend. Abrazo, crack.
ResponderEliminarMuchas gracias Johnny, es una bonita forma de decirlo y la agradezco.
EliminarAbrazo devuelto.