El año que apenas hace unos días despedíamos entre el brillo de los cohetes y las transparencias de Cristina Pedroche, nos ha dejado, además de las contradictorias noticias sobre el futuro de la economía, los resúmenes de lo mas destacado de mangantes y pseudo-figuras del mundo cotilleril, los mejores momentos del deporte y los números uno del mundo cultural en cuanto a las cuentas de resultados de estudios musicales y cinematográficos, editoriales y canales de TV se refiere, también un destacado número de discos que han tenido como característica principal un nivel notable en cuanto a calidad y una mas que rica variedad de estilos.
Como es normal y ya he comentado aquí, no todo ha tenido el tiempo deseable para ser atendido como se merece una obra musical, es por ello que algunas de estas grabaciones se han quedado en el tintero y pasaran definitivamente a un olvido, al menos momentáneo, y otras quedan pendientes de escucha detallada y oportuna valoración por un servidor.
Otras en cambio han pasado desapercibidas a pesar de si haber tenido tiempo y paciencia, dos mas que necesarias virtudes para que un disco cuaje y sea todo lo satisfactorio que su arte merece, sencillamente es que no han llegado a conectar con la fibra sensible del escuchante, simplemente.
El disco que hoy nos ocupa pertenece al grupo de los que a priori hubieran debido encandilar a este escribiente, Beck es un notable cantante y compositor, de evidente talento melódico y gusto musical mas que probado, que no es el primer disco que obtiene elogiosos comentarios por parte de medios especializados internacionales y el parabién del público.
Al terminar el año he observado que ha sido un habitual en las listas con las que mis compañeros blogeros y yo hemos ametrallado a los lectores y amigos, pocos de los que merodeamos por esta blogosfera hemos dejado fuera el "Morning Phase" de Beck.
Por ello he vuelto a revisitarlo con la llegada del nuevo año, y me he encontrado con lo que ya me encontré hace unos meses, un disco que tiene muchos valores que le hacen perfecto para los gustos de un servidor, que como muchos sabéis ama el sonido amable de sensibles e inspiradas melodías de lírica linea y acariciador sonido ajeno a estridencias, con relaciones románticas entre guitarras y teclas que viajan en sencillas bases rítmicas, el que suscribe gusta de baterías que acarician y bajos que susurran, letras poéticas y calma produccional. Todo esto se encuentra y en buen hacer además en este último trabajo del californiano.
Pero también debo confesar que no soy tipo demasiado adherido a la mística, y de eso tampoco falta en "Morning Phase", una mística que hace del sonido algo etéreo, gaseoso y excesivamente volátil, termina pareciéndole poco consistente el sonido para este melómano, quizás soy demasiado carnal en mis conceptos musicales y vivo un poco alejado de suntuosidades sónicas que se auto-contemplan en sus propias características bohemias y espirituales, creo que ese efecto es que mantiene la distancia entre Beck y yo, el que hace que aunque existan momentos de complicidad entre nosotros no se produzca la definitiva comunión que nos una y nos haga viajar de la mano a lo largo de todo un disco.
"Morning Phase" es un trabajo con excelentes temas que saboreo con paz y muy a gusto, hablo de canciones reposadas y de perfecta construcción como: "Morning", entonada en un superlativo falsete y con acústicas haciendo de balsa a tan relajante mar sonoro, la sencillez melódica y las enervantes acústicas de "Say Good-Bye", la mas intrincada sónicamente pero de emocional canto y bello estribillo "Blue Moon", también conecto con la simplicidad y los arpegios que arañan los nylons de la acústica en la bonita "Don't Let it Go", posiblemente mi favorita sea "Blackbird Chain" por robustez en la construcción sónica, por la venialidad del conjunto, con evidente y tópico estribillo que funciona y te agarra, y por mostrarse como una especie de desertora del misticismo que invade otros cortes, un poco etérea pero bonita y que se observa en el espejo de CSN también me convence "Turn Away".
Temas en los que una ligera complicidad no termina de convertirse en intimidad me encuentro en la excesivamente orquestada "Waking Light" y en las bonitas aunque inquietantemente delicadas o demasiado espirituales desde el punto de vista musical y sonoro: "Heart is a Drum", "Unforgiven" o "Country Down".
Resumiendo, un disco que no termina de conectar conmigo por cuestiones casi metafísicas, no es la primera vez que me ocurre esto con Beck, al que respeto, como respeto este disco, de evidente calidad como lo certifica que muchos de mis amigos y admirados blogeros lo tengan como una pieza de enjundia, no obstante, seguiré insistiendo con este cantante y compositor californiano, pues no me cabe duda de que antes o después coincidiremos en el camino, andando en esa ocasión juntos y en intima camaradería, estoy seguro que ese día disfrutare de su música y sus discos, hasta ahora lo hago pero solo parcialmente.
Como es normal y ya he comentado aquí, no todo ha tenido el tiempo deseable para ser atendido como se merece una obra musical, es por ello que algunas de estas grabaciones se han quedado en el tintero y pasaran definitivamente a un olvido, al menos momentáneo, y otras quedan pendientes de escucha detallada y oportuna valoración por un servidor.
Otras en cambio han pasado desapercibidas a pesar de si haber tenido tiempo y paciencia, dos mas que necesarias virtudes para que un disco cuaje y sea todo lo satisfactorio que su arte merece, sencillamente es que no han llegado a conectar con la fibra sensible del escuchante, simplemente.
El disco que hoy nos ocupa pertenece al grupo de los que a priori hubieran debido encandilar a este escribiente, Beck es un notable cantante y compositor, de evidente talento melódico y gusto musical mas que probado, que no es el primer disco que obtiene elogiosos comentarios por parte de medios especializados internacionales y el parabién del público.
Al terminar el año he observado que ha sido un habitual en las listas con las que mis compañeros blogeros y yo hemos ametrallado a los lectores y amigos, pocos de los que merodeamos por esta blogosfera hemos dejado fuera el "Morning Phase" de Beck.
Por ello he vuelto a revisitarlo con la llegada del nuevo año, y me he encontrado con lo que ya me encontré hace unos meses, un disco que tiene muchos valores que le hacen perfecto para los gustos de un servidor, que como muchos sabéis ama el sonido amable de sensibles e inspiradas melodías de lírica linea y acariciador sonido ajeno a estridencias, con relaciones románticas entre guitarras y teclas que viajan en sencillas bases rítmicas, el que suscribe gusta de baterías que acarician y bajos que susurran, letras poéticas y calma produccional. Todo esto se encuentra y en buen hacer además en este último trabajo del californiano.
Pero también debo confesar que no soy tipo demasiado adherido a la mística, y de eso tampoco falta en "Morning Phase", una mística que hace del sonido algo etéreo, gaseoso y excesivamente volátil, termina pareciéndole poco consistente el sonido para este melómano, quizás soy demasiado carnal en mis conceptos musicales y vivo un poco alejado de suntuosidades sónicas que se auto-contemplan en sus propias características bohemias y espirituales, creo que ese efecto es que mantiene la distancia entre Beck y yo, el que hace que aunque existan momentos de complicidad entre nosotros no se produzca la definitiva comunión que nos una y nos haga viajar de la mano a lo largo de todo un disco.
"Morning Phase" es un trabajo con excelentes temas que saboreo con paz y muy a gusto, hablo de canciones reposadas y de perfecta construcción como: "Morning", entonada en un superlativo falsete y con acústicas haciendo de balsa a tan relajante mar sonoro, la sencillez melódica y las enervantes acústicas de "Say Good-Bye", la mas intrincada sónicamente pero de emocional canto y bello estribillo "Blue Moon", también conecto con la simplicidad y los arpegios que arañan los nylons de la acústica en la bonita "Don't Let it Go", posiblemente mi favorita sea "Blackbird Chain" por robustez en la construcción sónica, por la venialidad del conjunto, con evidente y tópico estribillo que funciona y te agarra, y por mostrarse como una especie de desertora del misticismo que invade otros cortes, un poco etérea pero bonita y que se observa en el espejo de CSN también me convence "Turn Away".
Resumiendo, un disco que no termina de conectar conmigo por cuestiones casi metafísicas, no es la primera vez que me ocurre esto con Beck, al que respeto, como respeto este disco, de evidente calidad como lo certifica que muchos de mis amigos y admirados blogeros lo tengan como una pieza de enjundia, no obstante, seguiré insistiendo con este cantante y compositor californiano, pues no me cabe duda de que antes o después coincidiremos en el camino, andando en esa ocasión juntos y en intima camaradería, estoy seguro que ese día disfrutare de su música y sus discos, hasta ahora lo hago pero solo parcialmente.
100% de acuerdo . Entiendo que haya gustado pues es buen lp entiendo que a mucha gente le haya encantado pues es Beck en buen estado de gracia, pero algo tiene que a mi no me ha llegado tan hondo no se tal vez demasiado previsible y en eBeck es un punto en su contra
ResponderEliminarPues en efecto estamos bastante de acuerdo bernardo, yo además acuso ese exceso de misticismo, siendo, insisto un buen músico y un buen disco.
EliminarSalud.
Blue Moon , anoche la pude escuchar ... en la tele , estaban echando Un hombre lobo americano en Londres, de casualidad la vi , cambiando de canal .
ResponderEliminarY se han hecho, creo, unas cuantas versiones .
Con todo el respeto querido Orlando, creo que te has hecho un pequeño lio, el Blue Moon que se escucha en la peli de John Landis es una version del mítico tema de Rodgers y Hart escrito en los años treinta y popularizado inicialmente por The Marcels y que como bien dices tiene multitud de versiones, esta es una canción compuesta originalmente por Beck para este disco, no tienen nada que ver.
EliminarPero la de Vinton de la peli esta chula la verdad.
Un abrazo.
Vale hombre , vale .
ResponderEliminarNo quisiera que te pareciese mal lo que te digo Orlando, pero es la verdad, todos aprendemos de todos y tanto la peli como la cancion molan, el tema incluaso mola mas que el original y desdes luego para mi mas que el de Beck.
EliminarPor lod demas es siempre bueno que todos aportéis algo al tema en cuestión.
Un abrazo.
Mi relación con Beck anda un poco fría desde hace ya una década Addison, después de "Odelay" escuché su siguiente disco y todo empezó a decaer (supongo que porque pasé de escuchar música 'alternativa' 90's directamente al incipiente high energy escandinavo), ya no me atrapaba tanto, no tenía composiciones redondas, que me llenasen del todo y, sinceramente, me molestaba que un tipo fuese tan encumbrado por los medios y la crítica cuando sus álbumes no creo que lleguen a ser obras maestras, al menos últimamente.
ResponderEliminarFrancamente yo tampoco creo que Beck tenga obras maestras en su discografia, nunca me ha llegado del todo, no solo en este disco, esto tambien me pasaba con anteriores trabajos.
EliminarAdemás no tiene mucho que ver con elhigh energy escandinavo la verdad.
Salud.
Hay tanto por escuchar que es imposible llegar a todo, ¿verdad? Yo tampoco he prestado apenas atención a este disco. Habrá que ponerse con él.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues dale una vuelta, creo que este te puede gustar a ti mas de lo que me ha gustado a mi, es un buen disco y a lo mejor te va.
EliminarAbrazo.
Estoy totalmente de acuerdo, mysuperfriend. Me parece sobrevaloradísimo, y eso que me gusta y me parece un buen disco pero tanto, tanto como he leído por ahí... En fin, me quedo con una frase tuya: "una mística que hace del sonido algo etéreo, gaseoso y excesivamente volátil, termina pareciéndole poco consistente el sonido para este melómano". Abrazo.
ResponderEliminarClaro que es un buen disco, pero esa mística de la que hablo lo hace inaccesible para mi, me ocurre algo parecido a lo que me pasa con el disco de His Golden Messenger.
EliminarAbrazo fuerte.