No siempre se encuentra uno en la misma disposición ante la escritura, unos días sin saber porque todo sale a pedir de boca, como sin esfuerzo, otros en cambio cada palabra tarda en llegar a los dedos como si de repetir la odisea de Homero se tratase, y no, no solo es una palabra, es nada menos que una palabra.
Esta es una de esas ocasiones, esta noche mientras escucho el disco que me propongo comentar parece que algo, ignoro el que, se ha propuesto que las palabras, las sensaciones no lleguen a mis dedos, que la música que normalmente penetra con facilidad y flota por mi interior sin tener que pagar peajes, hoy vea su camino obstaculizado por barricadas que hacen que su tránsito hacia mi aparato sensorial sea una autentica escalada a algún ocho mil.
Y no creo que la culpa la tenga el disco elegido, este bonito "New Gods" que firma el escoces Dan Wilson, aunque artísticamente es conocido como Withered Hand, un testigo de Jehoba que parece dedicado en esclusiva a componer y escribir canciones para después grabarlas de forma simple y humilde, preparadas para ser cantadas ante concurrencias de solvente gusto y vocación escuchadora y relajada.
Y es que si bien en sus primeras composiciones era el folk lo que mandaba en la propuesta sónica de este artista, en este ultimo trabajo lo que nos embarga de emoción es una colección de canciones que sin dejar de lado completamente el folk, vienen impregnadas del encantador susurro de aquel pop, elegante y melódico mas propio de décadas pasadas, y característico de orfebres compositores provinientes generalmente de las islas.
Bajo estas premisas entenderéis que no es la música que me acaricia esta noche la culpable de la biscosidad en el tráfico de los adjetivos pertinentes para definir cada tema, espeséz que me esta condenando a una reflexión cansina y forzosamente paciente, para dar con un termino preciso que termine incrustado en la hoja en blanco del monitor.
Como decía aquella -Cuando toca vaca, toca vaca-, y me temo que hoy nos vemos condenados a lidiar con el rumiante, haremos lo que podamos.
Porque el caso es que me da pena no hablar, aunque sea brevemente de este disco, de la belleza que se encierra en él, de la sincera y deliciosa falta de egolatría de las composiciones, de la economía de medios en la producción, preocupada en crear una vestimenta digna y bonita a unas canciones que con cualquier cosa parece que van de domingo, pues con la cara lavada ya son guapas, Quien necesita una artificial capa de ungüentos cuando la hermosura de lo natural brilla con luz propia.
Y así de guapas y sencillas visten estas canciones, como una novia de aldea, aquella que, cuando adolescente, siempre terminaba siendo la mas hermosa de la romería por que ignoraba su belleza, por que la llevaba en la sonrisa y en los ojos, y no en el vestido ni en los cosméticos...ni en la soberbia.
"Horseshoe" define perfectamente este supuesto, una canción de melodía delicada y fluida, hermosa sin saberlo y vestida con una simple capa de acústicas y recursos sónicos herederos de un pop, ochentero pero fino, elegante, estribillo de irreal belleza y voz en falsete ayudada por unos sutiles coros, un tema que justifica por si solo la escucha del trabajo.
Valga esta descripción para otros cortes, que hoy no estoy para excavar en mi, que los palabros juegan al escondite conmigo y me están ganando.
Precioso y animado tema pop, mas eléctrico y bailable es: "Black Tambourine".
"Love Over Desire" es una voz a un estribillo pegada, un estribillo precioso, romántico y pegadizo y "King of Hollywood" es un vertiginoso tema de pop evidente y sin pretensiones, pero que es imposible no disfrutar, como también ocurre con la frenética y casi infantil: "Heart Heart", mas pop encontramos en "Fall Apart" aunque en un tono mas pausado.
Baladas mas asentadas en un folk típico y bucólico nos encontramos en: "California" y "Not Alone" que cierra el álbum, y mas enraizadas si cabe son: "Live of Doubt" gracias a una emocional armónica y la extensa "New Gods", con percusión de pandereta que da un toque folk y rural al corte.
Es posible que "Between True Love and Ruin" sea el tema que menos me convezca dentro de la excelencia que preside el disco.
Precioso Lp, de esos que gusta escuchar tranquilo tras un día de curro y que acostumbran a dosificar latidos y conmover meninges, aunque hoy me ha pillado en una noche en que las musas me han dejado solo, se han debido ir todas con Withered Hand.
Esta es una de esas ocasiones, esta noche mientras escucho el disco que me propongo comentar parece que algo, ignoro el que, se ha propuesto que las palabras, las sensaciones no lleguen a mis dedos, que la música que normalmente penetra con facilidad y flota por mi interior sin tener que pagar peajes, hoy vea su camino obstaculizado por barricadas que hacen que su tránsito hacia mi aparato sensorial sea una autentica escalada a algún ocho mil.
Y no creo que la culpa la tenga el disco elegido, este bonito "New Gods" que firma el escoces Dan Wilson, aunque artísticamente es conocido como Withered Hand, un testigo de Jehoba que parece dedicado en esclusiva a componer y escribir canciones para después grabarlas de forma simple y humilde, preparadas para ser cantadas ante concurrencias de solvente gusto y vocación escuchadora y relajada.
Y es que si bien en sus primeras composiciones era el folk lo que mandaba en la propuesta sónica de este artista, en este ultimo trabajo lo que nos embarga de emoción es una colección de canciones que sin dejar de lado completamente el folk, vienen impregnadas del encantador susurro de aquel pop, elegante y melódico mas propio de décadas pasadas, y característico de orfebres compositores provinientes generalmente de las islas.
Bajo estas premisas entenderéis que no es la música que me acaricia esta noche la culpable de la biscosidad en el tráfico de los adjetivos pertinentes para definir cada tema, espeséz que me esta condenando a una reflexión cansina y forzosamente paciente, para dar con un termino preciso que termine incrustado en la hoja en blanco del monitor.
Como decía aquella -Cuando toca vaca, toca vaca-, y me temo que hoy nos vemos condenados a lidiar con el rumiante, haremos lo que podamos.
Porque el caso es que me da pena no hablar, aunque sea brevemente de este disco, de la belleza que se encierra en él, de la sincera y deliciosa falta de egolatría de las composiciones, de la economía de medios en la producción, preocupada en crear una vestimenta digna y bonita a unas canciones que con cualquier cosa parece que van de domingo, pues con la cara lavada ya son guapas, Quien necesita una artificial capa de ungüentos cuando la hermosura de lo natural brilla con luz propia.
Y así de guapas y sencillas visten estas canciones, como una novia de aldea, aquella que, cuando adolescente, siempre terminaba siendo la mas hermosa de la romería por que ignoraba su belleza, por que la llevaba en la sonrisa y en los ojos, y no en el vestido ni en los cosméticos...ni en la soberbia.
"Horseshoe" define perfectamente este supuesto, una canción de melodía delicada y fluida, hermosa sin saberlo y vestida con una simple capa de acústicas y recursos sónicos herederos de un pop, ochentero pero fino, elegante, estribillo de irreal belleza y voz en falsete ayudada por unos sutiles coros, un tema que justifica por si solo la escucha del trabajo.
Precioso y animado tema pop, mas eléctrico y bailable es: "Black Tambourine".
"Love Over Desire" es una voz a un estribillo pegada, un estribillo precioso, romántico y pegadizo y "King of Hollywood" es un vertiginoso tema de pop evidente y sin pretensiones, pero que es imposible no disfrutar, como también ocurre con la frenética y casi infantil: "Heart Heart", mas pop encontramos en "Fall Apart" aunque en un tono mas pausado.
Es posible que "Between True Love and Ruin" sea el tema que menos me convezca dentro de la excelencia que preside el disco.
Uno de los mejores discos del año pasado sin duda alguna
ResponderEliminarSi que lo es, yo lo pille demasiado tarde, perro ahora lo estoy escuchando mucho.
EliminarSalud.
Sabado por la tarde y currando delante del ordenador, justo lo que necesitaba. Me pongo a ello ..
ResponderEliminarPues estas cosas tiene la música, encantador el disco y encantado yo, de haber dedicado la tarde a escucharlo mientras trabajaba..
ResponderEliminarBueno crm, pues me alegro de que te haya gustado y de que te haya hecho la tarea mas llevadera, a disfrutar del domingo.
EliminarSaludos.
Estupendo disco y no menos estupenda entrada, este sin duda es uno de los discos que me ha deparado la mejor agradable sorpresa del pasado 2014. Además un disco que gana enormemente con cada escucha... con decirte que seguramente estaría ahora mucho más alto. Cosas del tiempo y de los momentos.
EliminarUn saludo
Esto está de narices Addison. Recién descubrí al tal Dan Wilson, finales de la semana pasada, y me lo vengo pasando como un enano con sus dos discos. Magnífico texto a juego y ya me vale... Que yo me lo he buscado por no estar más atento a su ilustre casa, cagonlamar. En cualquier caso, seguiré en adelante y de cerca los pasos de este tipo, no quepa duda. Abrazo Mr. De Witt !
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