Ayer me dio por repasar el blog, lo que había escrito en los últimos meses, de todo ha habido, pero una cosa si ha llamado mi atención...si el otro día comentaba que me sentía afortunado por seguir ilusionado ante la publicación de nuevos discos de mis artistas favoritos, que aún me emociona hacerme con copias en vinilo o material bonito de mis ídolos de toda la vida, que mi corazón sigue acelerando su pálpito cuando ve, ante el mostrador, como introducen en la bolsa los discos que tienen como destino mi casa, que los dedos aún tiemblan y ponen de relieve su torpeza cuando una vez mas, no son capaces de dar con la tira que da razón a aquello de abrefácil, del precinto que hace de último obstáculo...motivos digo, para sentirme afortunado.
Pero no es menos cierto que en las palabras que he dejado impresas en los últimos tiempos, detecto una diferente forma de vivir la música, el rock...me da la sensación de que se ha instalado en mi un cierto envaramiento, una mirada un tanto distante, como disfrutar de un encierro de vaquillas desde el tendido, como hacía la gente mas mayor en aquellas mañanas de Fiestas de Bilbao en Vista Alegre, que disfruta casi más recordando cuando de joven, saltaba al ruedo tras una noche de fiestas y risas y dejaba el sudor etílico recolectado durante la madrugada sobre la arena fresca que saluda al madrugador sol de verano, mezclando el ruido de su risa juvenil con el bufido de las reses, sonriendo ante sus ojos líquidos y sus astas quebradas con espíritu de adolescente.
Es posible que únicamente se trate del proceso natural y lógico de madurez, las obligaciones no dejan tiempo ni energías como antes, antes las obligaciones parecían menos importantes, y las energías mas duraderas, con mas octanaje.
Pero la música hoy creo que la percibo demasiado por los oídos, antes utilizaba mas los pies, las caderas o el cuello, el rock, su ritmo penetraba por mis poros y se acomodaba cual infiltración en mis músculos, pero no para provocar en éstos un efecto antinflamatorio, no...para sugerirles actividad y movimiento, las guitarras se acodaban en las barras de los garitos sensoriales que abren sus puertas al inicio de la acción decibélica, entre las sienes y los oídos...y las voces daban dentelladas rabiosas y venenosas, cual gas nervioso, en los resortes que hacen que las mandíbulas se retuerzan dibujando sonrisas, sonrisas adolescentes.
No digo que esto, este frenesí no ocurra nunca, pero es mucho menos común que antes, y desde luego menos explosivo, menos sísmico...hoy todo es mas analítico, mas matizado y un poco mas pedante...Será la edad, será las muchas escuchas de ciertos temas que no consiguen ya colar ninguna sorpresa en sus estructuras que enciendan la mecha de ese cartucho de dinamita que es el corazón (adolescente) como antaño, o que esa mecha esta un poco mojada, quizás de anticogelante...será que los oídos, el corazón, los sentidos me han ido exigiendo experiencias mas intensas desde el punto artístico, dejando que el ímpetu y el descontrol se vayan perdiendo con los doses que fueron primera cifra de mi edad...y luego los treses...
Me sigo sintiendo afortunado, sigo entornando los párpados temblorosos ante las líricas baladas de romántico y bello argumento melódico, sigue activando mi corazón la alarma de incendio ante los riffs mas fibrosos y los punteos siguen marcando y excitando mi epidermis...pero el espíritu, ese fuego interior que no existía bombero que pudiese extinguir...ese espíritu adolescente creo que cada día esta menos presente...aunque también sé que nunca desaparecerá del todo.
Pero no es menos cierto que en las palabras que he dejado impresas en los últimos tiempos, detecto una diferente forma de vivir la música, el rock...me da la sensación de que se ha instalado en mi un cierto envaramiento, una mirada un tanto distante, como disfrutar de un encierro de vaquillas desde el tendido, como hacía la gente mas mayor en aquellas mañanas de Fiestas de Bilbao en Vista Alegre, que disfruta casi más recordando cuando de joven, saltaba al ruedo tras una noche de fiestas y risas y dejaba el sudor etílico recolectado durante la madrugada sobre la arena fresca que saluda al madrugador sol de verano, mezclando el ruido de su risa juvenil con el bufido de las reses, sonriendo ante sus ojos líquidos y sus astas quebradas con espíritu de adolescente.
Es posible que únicamente se trate del proceso natural y lógico de madurez, las obligaciones no dejan tiempo ni energías como antes, antes las obligaciones parecían menos importantes, y las energías mas duraderas, con mas octanaje.
Pero la música hoy creo que la percibo demasiado por los oídos, antes utilizaba mas los pies, las caderas o el cuello, el rock, su ritmo penetraba por mis poros y se acomodaba cual infiltración en mis músculos, pero no para provocar en éstos un efecto antinflamatorio, no...para sugerirles actividad y movimiento, las guitarras se acodaban en las barras de los garitos sensoriales que abren sus puertas al inicio de la acción decibélica, entre las sienes y los oídos...y las voces daban dentelladas rabiosas y venenosas, cual gas nervioso, en los resortes que hacen que las mandíbulas se retuerzan dibujando sonrisas, sonrisas adolescentes.
No digo que esto, este frenesí no ocurra nunca, pero es mucho menos común que antes, y desde luego menos explosivo, menos sísmico...hoy todo es mas analítico, mas matizado y un poco mas pedante...Será la edad, será las muchas escuchas de ciertos temas que no consiguen ya colar ninguna sorpresa en sus estructuras que enciendan la mecha de ese cartucho de dinamita que es el corazón (adolescente) como antaño, o que esa mecha esta un poco mojada, quizás de anticogelante...será que los oídos, el corazón, los sentidos me han ido exigiendo experiencias mas intensas desde el punto artístico, dejando que el ímpetu y el descontrol se vayan perdiendo con los doses que fueron primera cifra de mi edad...y luego los treses...
Han cambiado los tiempos. Internet, lejos de conseguir hacer que la cultura Rock perviva, creo que la ha diseminado. Sí, hay más música a nuestro alcance, pero eso también ha propiciado nuestro acomodo y a que ciertas liturgias se hayan esfumado. Te entiendo perfectamente, Addison.
ResponderEliminarTienes razón, en especial en lo de las liturgias, y es una pena, todo esto de internet tiene su lado bueno y también cosas malas.
EliminarGracias, abrazo.
Yo vivo un proceso similar al tuyo. Aunque cierto que sigo descubriendo jazz y rock de los años cincuenta o sesenta en lo que hay mucha más novedad que en la actualidad, la ilusión es menor que antaño. La sensación de ser joven y descubrir a los Stooges, la Velvet, Thin Lizzy, los Stones, Led Zeppelin, John Coltrane, Camarón o Dizzy Gillespie nunca volverá.
ResponderEliminarUn abrazo, Addison.
Que razón tienes Gonzalo, eso que vivimos descubriendo a todos aquellos tipos que nos cambiaron la vida no lo volveremos a sentir, no de la misma manera.
EliminarYo tengo mis paralelos en la ópera.
Un abrazo.
Me temo que se puede resumir tu disección en una frase: "Nos hacemos mayores" así de claro Addison, es ley de vida. Antes meneábamos los esqueleto, ahora, nos quedamos en la silla o el sofá y escuchamos más calmados con temor a que en un movimiento en falso se nos joda alguna parte del cuerpo.
ResponderEliminarAbrazos.
Ja ja ja...es verdad, como demos un giro brusco a lo mejor acabamos con una brecha o algo peor.
EliminarAbrazo.
La vida pasa.......es inevitable.Las nuevas formas de consumir musica tambien cambian..Por suerte muchos somos los que todavia conservamos ese chip en el cerebro, que hace que sigamos disfrutando de los soportes fisicos, ante la frialdad de lo digital......Los melomanos tenemos que sentirnos hoy dia en la gloria,,,pues tenemos toda la musica que queramos a nuestro alcanze...sabemos como y cuando hay que consumirla..Solo que el factor sorpresa ya no lo hay..
ResponderEliminarUn saludo
Es verdad eso que dices de que hoy somos afortunados los melómanos, pero tenemos que saber cuando y como,y no estoy seguro de que siempre sabemos.
EliminarYo no me acostumbro a eso de las descargas, y eso que a veces no hay otra porque no se pueden conseguir de otra manera.
Gracias por opinar y un saludo.
Con los años cambiamos de emocionales a racionales. Supongo que será lo lógico conforme nos hacemos mayoes.
ResponderEliminarBonita entrada, Addi.
Un abrazo!
Así es, la razón es buena por regla general, pero como mola mandarla a paseo de vez en cuando jajaja.
EliminarGracias.
un abrazo.
Yo creo que son momentos querido amigo.
ResponderEliminarSin darte cuenta, un día saldrá el chavalin que tienes dentro y no habrá cristo que lo pare,,,Afortunadamente.
Abrazos.
Bueno... tu y yo ya nos hemos pegado algún bote en algun concierto nada desdeñable de fuerza y actitud...y no hace tanto.
EliminarUn abrazote.
Me niego a pensar que en tus "treses" el instinto racional esté venciendo al emocional, por lo menos en la música rock. Debería quedarte aun un buen puñado de tiempo para que lo visceral, gran adjetivo que predomina como sinónimo de nuestra querida música, tenga preferencia sobre otros aspectos más intelectuales o conformistas. Evidentemente, y ese es otro tema, la ilusión, aunque permanezca, se va diluyendo sin desaparecer nunca del todo, mientras te guste lo que haces.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Buenote diré amigo que mis "treses" son "cuatros" jajaja. No te creas que de vez en cuando aún destapo el tarro de las esencias.
Eliminares que hoy tu cumples muy pocos aún cabrito.
Un abrazo y zorionak.
Qué texto más hermoso Addison, de verdad, entiendo muchas de las cosas que comentas y, por suerte o por desgracia, esto de 'delitarse' con la música principalmente a través del óído y con un sentido analítico nos pasa porque ya no tenemos tanto tiempo libre, porque esa parcela ombliguista y recreativa cada día se nos queda más pequeña con las obligaciones, la rutina diaria y la familia (sobre todo si se tienen hijos). A pesar de ello, no debemos rendirnos, yo mismo vibré en el concierto de los Sewergrooves a pesar de encontrarse la sala vacía, mi cabeza 'headbangueó', mis caderas se movieron, mi corazón palpitó con "I Don't Know" y "Landed On earth Today" y mi cuello se resintió al día siguiente.
ResponderEliminarNo es tarde amigo para recuperar viejas costumbres, la edad y el paso del tiempo nunca debe derrotarnos...
Me lo imagino, hay que aguantar a los nórdicos jajaja... Es cierto que nos falta el tiempo y a veces nos apetece mas la calma y aguzar el oído que el headbangueo, pero como he dicho mas arriba, todavía a veces dejamos prueba bailonga de aquello de "el que tuvo..."
EliminarAbrazo.
La edad es la ledad y el conocer la música cada vez te sorprenden menos cosas no por malas sino por conocidas. Internet también tiene su efecto hoy te permite conocer multitud de cosas por lo cual lo que hoy es maravilloso e imprescindible mañana es sustituido por otro igual
ResponderEliminarEsta última reflexión que nos dejas bernardo es la que mas me preocupa, creo que mucho material no lo estamos aprovechando bien y eso no se si se puede solucionar.
EliminarUn abrazo.
Permiteme discrepar, pero sigo leyendo entrelineas la emoción que te produce hablar de música... Lo de volverse más analítico, creo que es cosa de la madurez... Cuando se cumplen unos 'añitos' se tiene a someter las cosas a mayor escrutinio, pero la emoción creo que sigue estando ahí.
ResponderEliminarSalud hermano y a seguir disfrutando, según nos marcan los tiempos, de nuestro queridisimo rock and roll.
Un abrazo.
La pasión continúa, eso no nos va a faltar nunca Aurelio, es que la catalizamos de otra manera.
EliminarSeguro que seguiremos disfrutando de este circo genial.
Abrazo.
Yo creo que los años de escuchas,te aportan visión global...Cada vez tenemos mas referentes y más influencias...Ciertamente hemos perdido a lo que el ritual se refiere. Antes me pasaba 20 dias en una tienda de discos antes de decantarme por uno...ahora me entran 20 en un mes...Pero realmente me quedo con esto...Estamos disfrutando de la cultura musical libre, pero con unos buenos fundamentos...5 decadas de rock...vividas!!
ResponderEliminarYo no se con que me quedo, muchas veces pienso como tu, que ahora disfrutamos de muchas mas influencias y llegamos a conocer mas y a acceder a mas, pero no puedo evitar pensar que es posible que antes todo fuese mas disfrutable...no lo se, de todas formas es lo que hay Jose y así hay que tomarlo.
EliminarTampoco me quejo.
Un abrazo.
Me parece una reflexión brillante, me siento muy identificado contigo, y me pasa algo realmente contradictorio, cuando era más joven nunca tuve un duro ni para comprarme discos ni para ir a conciertos, pero recuerdo vivir el rock de manera más intensa, como muy bien describes, ahora que si puedo pagarme una entrada a un concierto (y cruzo los dedos) me cuesta mucho mantenerme al 100% delante del escenario, y me da mucha rabia, porque mi corazón quiere seguir latiendo con los decibelios, pero el cuerpo muchos días dice que hasta aquí, joer, con lo que acabo de decir parezco un viejales ja ja ja. Me ha gustado mucho este post, seguiremos al pie del cañón. Saludos
ResponderEliminarCreo que es una mezcla de economía (que de estudiante no sobra y de joven no suele sobrar), madurez y visión general de las cosas. es verddad que la situación de economía y conocimiento actual con aquel espíritu adolescente sería la pera. Eso si, hace falta un cuerpo para aguantarlo.
EliminarPor supuesto que seguiremos al cañón...no tenemos otra opción.
Gracias por tus palabras.
salud.
Buena reflexión Addison!! Pero vaya, que no eres el único...cosas de la edad que dicen, da rabia este tópico pero es bien cierto. Yo siempre intento seguir y redescubrir aquella magia que sentía de adolescente al escuchar o descubrir determinados discos o grupos, pero no es lo mismo. La experiencia y los años hace que tu (nuestra) visión de las cosas cambie irremediablemente...no es mejor ni peor, diferente (otro topicazo) . Lo importante es mantener las aficiones y los hobbies, por pequeños que sean, porque eso es media vida. Así que....keep on rockin´!!! Un saludo. Felicidades por el blog.
ResponderEliminarEs verdad que al final es un poco eso, que se cumplen años y las cosas las recoges de otra forma, cambian visiiones y reacciones, no tiene remedio el tema.
EliminarPero aún así contentos, seguimos rockeando lo que podemos que es bastante a pesar de todo.
Gracias y un abrazo.