Hoy hace un día muy bonito en Bilbao, me voy a ir de excursión a la carrera, a disfrutar del sol y del paisaje de este país tan hermoso en el que tengo la suerte de vivir (evidéntemente todos decimos lo mismo de nuestras casas, como debe ser), es fácil dejarse llevar por la inercia del verano, del ansia de calle y monte, de playa y río y olvidarse del día a día, así que no me pienso resistir al influjo.
Sin embargo, y como en la vida los contrastes son necesarios, mientras preparamos la comida y la salida, la música que suena en casa es más propia del otoño, y esto lo digo yo porque sí, porque lo que tengo en el plato es el octavo disco de los ingleses The Moody Blues, el estupendo "Seventh Sojour" (1972), y me vais a permitir que os diga que la música de estos chicos siempre me ha parecido mas evocadora de las otoñales lluvias del norte que de los soles limpios del Mediterráneo, una banda de cielos grises y solitarias vueltas a casa desde la taberna, un grupo que suena a ventosas tardes vagando por campiñas amenazantes de tormenta, de refugios nostálgicos en desvencijados cementerios que miran al acantilado...a otoño puro y duro, pero con esa belleza que la melancolía de hoguera y cerveza negra impregna las notas de las canciones de este grupo, banda a la que suelo recurrir de vez en cuando, buscado en ocasiones, como esta bonita mañana, los contrastes necesarios...
Os dejo con Mike Pinder y compañía y un tema de este "Seventh Sojour" titulado: "Is`t life strange"
¡Feliz domingo!!!
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