Que buenas son las segundas oportunidades, y cuando son justas mejor - no siempre lo son - pues permiten resarcirse de errores pasados, de disculparse por ofensas infringidas sin motivo, o como en el caso que provoca este post, para hacer algo que, por un motivo u otro, no has podido hacer en su momento.
Yo, a pesar de mi edad y de haber adquirido mi primer disco de La Frontera en 1985, el que hoy nos ocupa, en una tienda ya desaparecida de Bilbao que ocupaba el primer piso de un inmueble en el Casco Viejo, de seguir al grupo durante años y defenderles en no pocas ocasiones, a pesar de todo esto, nunca había visto a la banda de Javier Andreu en directo, llegué a pensar que ya nunca ocurriría, pero el próximo 29 de diciembre les veré en la sala Satelite-T, pues la entrada la adquirí hace ya muchos días y espero el acontecimiento con impaciencia.
Así que mientras esperamos ese tardío primer bolo de La Frontera, se me ha ocurrido repasar aquel disco que adquirí una tarde de sábado en la desaparecida tienda ya mentada.
Hablo por supuesto del disco debut de la banda, aquel que grabaron tras ganar en 1984 el primer premio del Villa de Madrid gracias al tema: "Duelo al sol", que posteriormente incluirían en este plástico con el que iniciaban andadura y que aunque titulado "La Frontera", creo que todos conocemos como "El de la iguana".
Me encandiló el tema que bautizaba al grupo y al Lp, me sigue gustando mucho, esa guitarra enloquecida con la que empieza el recitativo de Javier acompañado de una acústica, con esa voz varonil y de bonito color que le caracteriza, hasta que llega una suerte de estribillo que arrastra de nuevo esa guitarra chillona antes de los coros, me sigue pareciendo un corte brutal, de letra fronteriza, aroma spagetty western, yunques...
Aires outlaw en: "La ley de la orca" o la comentada "Duelo al sol", con unas guitarras que reptan como serpientes; country tabernario y de salón, con fuego en armónicas en: "Cuatro Rosas estación" y violines en la explosiva y conocida: "Pobre tahur".
Más rockeras: "El precio del placer" con elementos lascivos, acentos nostálgicos en: "Tiempos perdidos", y fastasmagóricos en las guitarras de "El valle de las lágrimas". tono crepuscular en las armónicas de la bonita: "La puerta de atrás del paraíso" que cierra el disco con letanías de cuerdas electrificadas.
Además las esencias punk de: "Rodeo criminal" y "Vivo o muerto" de intenso ritmo en percusiones.
Estupenda versión del mítico "Viva las Vegas" de Elvis, a la que dan un soleado pero poderoso toque personal.
Me va a costar 30 años, pero si nada lo impide en breve me veré las caras con Javier Andreu y Toni Marmota, ambos siguen pilotando este caballo desbocado que es La Frontera, esta vez, a diferencia de con otros grupos, me visita una segunda oportunidad que además servirá para rememorar adolescencias nunca del todo olvidadas.
A propósito de La Frontera, considero más que interesante la visita a la reseña que mi amigo Chals Roig escribió para el Exile SH, repasando datos biográficos y discografía del grupo, tan cerca como pinchando el siguiente enlace.
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