Una vez más debo agradecer a Johnny que me lo diese a conocer hace unos meses en su blog (pinchar), no conocía a esta formación, y ciertamente me extraña pues lo que hacen empasta maravillosamente con mis gustos (o parte de los mismos), como dice aquél: no se puede estar a todo.
El grupo, originario de San Francisco, cosa evidente tras la escucha de su sonido, empezó su andadura a principios de los noventa y ha demostrado una prolífica actividad creadora, con un importante número de discos, EPs y singles grabados en estos años, cosa no demasiado frecuente en estos días.
Liderados por el multiinstrumentista: Anton Newcombe, su sonido nos remite al rock lisérgico tan asociado a la costa californiana, en especial a San Francisco y su famosa bahía.
Ya evidencia su nombre que rinden pleitesía a los Stones (el nombre hace referencia al desaparecido guitarrista, quien aparece en el logo del grupo y en la portada de este trabajo), pero no se puede evitar observar reminiscencias stonianas al escuchar estos temas, a aquellos Stones anteriores a la "explosión cuadruple" que desencadenó "Beggars Banquet", a aquellos más psicodélicos, a aquellos que albergaban a Brian Jones.
Se abre el disco con una guitarra de innegable aroma californiano arpegiando y unas voces que se funden con el muro sónico netamente lisérgico, muy años sesenta y muy sabroso tema, con puentes armónicos puramente Stones.
"Prsi Prsi" es un tema en eslovaco, mas tenue en su manto sonoro y dotado de una melodía soberbia, con participación del músico eslovaco: Vladimir Nosal, colaborador ocasional de Anton, un tema excelente.
Tremendas guitarras las que trotan en la excelente "Get some", con un tratamiento más de principios de los ochenta, punk tardío de garito realmente glorioso y sugerente.
Catadrióptico y clasutrofóbica, con cierto aire "Peppers", se desliza como miel por la pared "Leave it alone".
Tras el sugerente instrumental: "Mandrake handshake", termina el trabajo con la excesiva y barroca pieza de psicodelia sixtie con esencias orientales: "Here comes the waiting for the sun", (¿Estará hecha a propósito la mezcla Beatles/Doors?).
Un descubrimiento, habrá que poner la lupa encima de su obra, pues esta primera experiencia ha sido satisfactoria y en cierto modo sanadora, será por el contenido farmacológico de su esencia sónica.
Descubrí la banda TBJM gracias a la publicación inglesa Shindig! hace un par de años y me hice con su notable "Revelation" de 2014 a principios del año pasado, soy por lo tanto también novato con la banda. Es una banda muy interesante, guiada por la personalidad del tal Anton Newcombe, músico inquieto y con gran capacidad de seducción en su propuesta, una psicodelia bellamente extremista.
ResponderEliminarFeliz año Addi, a propósito.
Abrazos,
JdG
Recién descubiertos Javier, tengo también ese "Revelation" que paso a escuchar a la mayor prontitud, me han gustado mucho.
EliminarFeliz año a ti también.
Un abrazo.
Es muy buen disco para momentos determinados. Me alegra que hayas entrado en su mundillo. Abrazo.
ResponderEliminarNo me ha sido dificil, me gusta mucho este sonido californiano denso y psicodélico, me recuerdan aunque más finos a un grupo que se llama Flying Eyes, que me encanta y que estoy esperando nuevo disco como agua de mayo.
EliminarEstoy buzeanco en anteriores discos.
Abrazo.