Sábado de carnaval, disfraces y desafío al frío típico de la estación utilizando como estilete vestimentas que dan prioridad al despiporre y cachondeo por delante del otrora sabio consejo de Góngora con respecto a andar caliente y ser insultado por ello, cierto que me da la sensación de que el amigo Góngora tenía poco que ver con el saludable y rejuvenecedor habito de disfrutar de la vida, o al menos a la vista del mundo.
Confieso que no soy demasiado aficionado a los carnavales, siempre me ha costado un huevo disfrazarme, mi absurdamente exacervado instinto del ridículo me ha traicionado año tras año impidiéndome disfrazar mi triste silueta, o haciéndolo pero empequeñecido por la vergüenza.
Desde luego eso no ocurría con Iñaki Fernandez, Patacho y demás Glutamatos, que durante la inapelable década de los ochenta en Madrid desfilaron (en especial Iñaki) demostrando que la vergüenza no acostumbraba a ser compañera de sus correrías nocturnas, de la confección de sus textos, ni de sus asaltos a los escenarios.
Para este carnaval se me ocurren pocos grupos patrios más apropiados, el aspecto de Iñaki fue un escándalo, aquel bigote a lo Hitler o Charlot (según como quieras verlo), la gabardina, el flequillo y las patas de pollo con que decoraba su indumentaria eran un disfraz en si mismos, la actitud desafiante y escandalosa empastaban con aquella vestimenta y también con unas canciones que clamaban por la libertad de expresión traducida en surrealistas coplas en las que el cachondeo y las punzadas ideológicas se diluían en un refrescante y en ocasiones ácido brebaje.
No fueron tomados demasiado en serio, no lo pretendían, su propósito era ir a la contra, plantarse enfrente de algunos de los grupos que ellos consideraban demasiado formales y blandos para hacer algo que pusiese la nota antagónica al sistema pop de principios de los ochenta con que triunfaron varios grupos.
No se si lo consiguieron, tampoco si este propósito era demasiado concienzudo, o si realmente ganaba en el ánimo de la formación las ganas de carnaval perpetuo, pero algo de revuelo montaron, llamaron la atención y dejaron un ramillete de discos que si bien en su momento fueron tomados como una especie de chirigota con guitarras eléctricas, hoy para muchos son tenidos por discos de culto incomprendidos en su día.
El caso es que desde sus inicios encuadrados junto a Derribos Arias y Sindicato Malone en la autodefinida Hornadas Irritantes con el propósito de tocar los congojos a los grupos antes aludidos, hasta su disolución en 1986, dejaron tras de si unos temas que decidieron dejar grabados en vivo en 1987 como despedida y testamento de lo que eran capaces de hacer sobre un escenario, de esta forma grabaron un 2 de enero, aún con la resaca del fin de año, este "Esto fue todo".
En este bolo la banda deja de manifiesto que lo suyo fue más rock que pop, mas guitarras en clave de riff que los arpegios o los sonidos de Rickenbaker, en sus textos no faltaba el descaro, el humor y la mala baba, los homenajes futboleros, o las alusiones a todo lo que se movía en la época, modas incipientes de alimentación u ocio, las influencias banales que llegaban de allende los mares...a todo le daban su toque.
Buen sonido de guitarras, ritmo básico pero sólido y demoledor, y la actitud hedonista, irreverente y descarada de Iñaki conforman un setlist que lleva a un entregado público, formado por los incondicionales, a un desparrame total en el que la diversión y la velocidad en la sucesión de los acontecimientos ganan la partida a cualquier suerte de virtuosismo.
Nos encontramos sonando sin solución de continuidad todos los temas clásicos del grupo, con comentarios ácidos e irónicos desde el escenario, y con ese ambiente en el público típico de un único concierto, sin cortes ni apéndices de ningún tipo, todo se escucha tal y como sucedió, un vivo poco conocido pero estupendo, siempre que sea tomado como lo que es, un concierto ochentero e inflamable de Glutamato YeYe.
Yo como soy fan, y me gusta embarcarme en la nostalgia, me resulta un directo estupendo para estos días en los que los disfraces me rodean por la calle gritandome que la vergüenza debe ser vencida por las ganas de disfrutar del viento de libertad que se supone azota a las personas en carnavales, me lo escucho y lo recuerdo, y para quien quiera recordar un disco en vivo menos famoso como este, se lo sugiero, lo pasará bien.
¡Feliz carnaval!!!
un clasico SACARON HACE UN PAR DE AÑOS UN DOBLE CON RECIOPILACION DE ACTUACIONES DE TODAS LAS EPOCAS DE GLUTAMATO FANTASTICO
ResponderEliminarSi creo que te refieres a "Vaya Cristo" es estupendo, con rarezas y demás. Me gustan mucho los Glutamato jeje
EliminarSaludos.
En la época de la movida es cierto que no tuvieron el tirón de otras bandas de más relumbrón pero eso no fue óbice para que fueran unas estrellas de la escena. Lo mismo les pasó a Aviador Dro y sus Obreros Especializados, por ejemplo, o a Los Coyotes. Estaban en la segunda fila pero, puestos a brillar, lo hacían bien según su estilo y sin complejos. Glutamato fue un grupo especialmente querido en Madrid, por su imagen de irreverencia, como bien dices, y porque el alcalde entonces, Tierno Galván, dejó dicho en unas declaraciones en el fanzine "Madrid Me Mata" que Glutamato Ye-Ye era su grupo preferido. Los ví en un concierto con Las Chinas en una minúscula sala cercana a la estación de Chamartín, ya no recuerdo ni el nombre, y el concierto, por llamarlo de alguna manera, fue un despiporre contínuo. No tengo más que canciones sueltas de la banda en alguna recopilación de la época.
ResponderEliminarMuy merecida reivindicación para una de las bandas más divertidas de entonces.
Abrazos,
JdG
Que envidia me da cada vez que me hablas de los conciertos que viste en aquella época, en aquel Madrid.
EliminarLas Chinas tampoco eran mancas, pero sacaron poco material, recuerdo algunos temas de ellas muy divertidos.
Me gusta Glutamato, son de otra galaxia jajaja. Hoy sus vinilos de segunda mano estan muy cotizados, he visto pedir pastones por "Guapamente".
Un abrazo.
Fíjate que este disco no lo recuerdo bien pero los primeros singles, ay qué recuerdos. Qué desinhibida y buenrollista era la gente de aquella época, nunca me cansaré de valorar positivamente ese aspecto. Abrazo.
ResponderEliminarEste disco realmene salió con la banda ya disuelta, se trato de una despedida oficial del personal.
EliminarYo les tengo mucho cariño a los Glutamato, eran la pera, y encima Iñaki era de Bilbao jajaja
Un abrazo.