Ayer fue el día, el 8 de marzo de 2016, a los 90 años se iba George Martin, el mítico productor de The Beatles, el jefe de laboratorio de Abbey Road, el fino escultor de las sonoridades que nacían de las mentes de aquellos genios que cuando su edad era la propia de las aventuras estudiantiles y los amores fugaces y vertiginosos hicieron historia, en el plano social y sobre todo en el artístico, en el musical.
George Martin no solo supo entender inquietudes que desafiaban las leyes establecidas dentro de la ortodoxia musical imperante, también supo reflejarlas y llevarlas a los surcos del vinilo, consiguiendo que el resultante coincidiese al tiempo con lo que los Fab-Four deseaban y lo que el publico esperaba y aceptaba de buena gana.
Además consiguió ser amigo de los chicos, cosa que siempre he imaginado que no debía ser fácil, consiguió entenderles más allá de lo artístico o profesional, también en lo personal, haciendo del estudio algo más que un lugar de trabajo.
Triste suceso que se suma a otros lamentables episodios que en los últimos tiempos se están sucediendo sin solución de continuidad de forma tétrica y dolorosa.
Por lo menos podemos decir que George no vivió en las sombras del olvido ni mucho menos de la indiferencia, su trabajo era conocido, valorado y admirado por todos, en especial por The Beatles que siempre he tenido claro que sin su concurso no hubiesen llegado a tanto.
Otro día triste, gracias por todo profesor.
George Martin no solo supo entender inquietudes que desafiaban las leyes establecidas dentro de la ortodoxia musical imperante, también supo reflejarlas y llevarlas a los surcos del vinilo, consiguiendo que el resultante coincidiese al tiempo con lo que los Fab-Four deseaban y lo que el publico esperaba y aceptaba de buena gana.
Además consiguió ser amigo de los chicos, cosa que siempre he imaginado que no debía ser fácil, consiguió entenderles más allá de lo artístico o profesional, también en lo personal, haciendo del estudio algo más que un lugar de trabajo.
Triste suceso que se suma a otros lamentables episodios que en los últimos tiempos se están sucediendo sin solución de continuidad de forma tétrica y dolorosa.
Por lo menos podemos decir que George no vivió en las sombras del olvido ni mucho menos de la indiferencia, su trabajo era conocido, valorado y admirado por todos, en especial por The Beatles que siempre he tenido claro que sin su concurso no hubiesen llegado a tanto.
Otro día triste, gracias por todo profesor.
Bueno, otro grande que nos deja. Fundamental para entender del todo a los Beatles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Incuestionablemente, una pieza tan fundamental como cualquiera de los miembros de la banda, un catalizador de sonidos, notas y sensaciones.
EliminarUn abrazo.
Algún día se agradecerá cuánto le debe la música moderan a este señor. No he tenido tiempo de hacerle un homenaje a la medida de lo que se merece, pero me quedo tranquilo leyendo esta bonita reseña tuya.
ResponderEliminarUn abrazo!
Efectivamente la musica y los que nos alimentamos con ella tenemos una deuda importante con George Martin, un gentleman.
EliminarAbrazo.
Si fuera un deporte George Martin serie el mejor entrenador del mundo. un equipo de estrellas del que supo sacar el mejor jugo
ResponderEliminarPerfectamente esplicado, más o menos fue así su papel con Betles.
EliminarSaludos.