Sea Pinks - "Soft Days" (2016).

El efecto que causan algunas ocasionales guitarras de Neil Brogan en los oídos es, en mi opinión, algo así como el que ejercen media docena de bolas de chicle rellenas de pica-pica en la lengua y el paladar, osea una sensación chisporroteante, fresca, dulce y divertida.

Mi amigo Chals es quien me descubre el disco: "Soft Days", y el grupo: Sea Pinks hace unas semanas, hasta entonces ambos me eran desconocidos, y tras su elogioso post publicado en On The Route (pinchar), es cuando me decido a dar al play, confiado de encontrarme la delicia sonora en clave de pop de la que habla mi camarada. y que sospecho empasta a la perfección con mis preferencias.
Tras no pocas escuchas, justo es decir que no me he sentido defraudado por el contenido del álbum firmado por estos tres británicos.
El sorprendente y desbordante efecto producido por las guitarras, que comentaba en el primer párrafo, se ve lubricado por una base rítmica audaz y juguetona y una voz de agilidad juvenil, para conseguir junto a unas melodías redondas y nobles, un ramillete de temas caracterizados por el pop saltarín de esencia sixtie y algunos ecos ochenteros menos juveniles que nos señalan, como bien apunta Chals, entre otros a The Smiths.

No quisiera que mis palabras dieran a entender a nadie que nos encontramos ante un grupo de perfil bajo en lo artístico, en absoluto, el tracklist no adolece en absoluto de variedad, y no resulta para nada plano o monocorde, además no todo es frescura y primavera en el recorrido por los temas, no faltan canciones de mayor enjundia como iremos refiriendo.
Tal vez el primer corte del lote: "(I  don't feel like) Giving in" resulte el más psicodélico y enredado, pero a partir de "Ordinary Daze", donde se hacen reales las guitarras ya aludidas, el pop empieza a marcar territorio, con una tendencia ye-ye irresistible y primaveral en este caso concreto.
También se hace evidente la presencia Smiths en las guitarras de la estupenda "Cold reading" de inequívoco estribillo pop, y más marcado aún el influjo de los de Manchester en: "Trent when you're dead", uno de mis cortes favoritos.
Con acentos costa oeste en "Green with Envy", otro de los momentos álgidos del Lp. Sirvió de adelanto al álbum la ochentera: "Depth of field", y más guitarras dotadas de frescura pop en "Everything in sight".
Como un rockabilly/surf de difícil resistencia a lanzarse al baile, me gusta mucho: "Yr horoscope" que por desgracia se calla en menos de dos minutos.

Pop más serio, en la onda casi siniestra, ruge: "Down dog", y "I wont let go" vuelve a utilizar unas guitarras que arañan con uñas de goma y que rememoran a unos primeros ochenta de transición en esto del brit-pop.
Se  cierra este este magnífico disco con el tema más ardoroso del catálogo, de título homónimo y de nuevo un toque gótico propio de la década del new-wave, se trata de una despedida por todo lo alto con quizás mi canción favorita.
Es una suerte contar con camaradas que me enseñan y acercan a grupos y músicas que amplían mi paleta estilística, que en la actualidad, que sin aguantar décadas gloriosas, es más interesante de lo que muchos piensan, como botón de muestra este excelente, sencillo y en ocasiones refrescante: "Soft Days", con sus ocasionales guitarras chisporroteantes.