Éste jueves me resultó imposible evadirme del acontecimiento que se desarrollaba en el Vicente Calderón, en Madrid. Vi a Paul McCartney en 2004 y es uno de esos conciertos que sabes que siempre permanecerán en la memoria, la emoción y el rock se fundieron en un setlist inabarcable, infinito y sin posibilidad de igualar por nadie en el planeta. Por lo leído por ahí, creo que los asistentes vivieron algo muy similar a lo que yo viví hace doce años, imposible que no sea así.
Por eso hoy sábado, con más tiempo y relajado ante la llegada del fin de semana, me resulta difícil no montar en mi habitación un pequeño concierto de Paul, y para mi Paul en solitario siempre estará representado de manera especial por su segundo disco, el único firmado junto a Linda: "Ram".
Macca decidió grabar este disco coincidiendo con los trámites de disolución legal de The Beatles que decidió emprender en el Tribunal Supremo del Reino Unido, este contencioso nunca gustó demasiado a John, y la relación de ambos se vio afectada negativamente, evidenciado este hecho en las declaraciones, fotos y canciones de ambos.
Siempre pensé que "Ram" es un disco doméstico, facturado de forma mucho más libre de lo que es habitual en Paul, dejando de lado el perfeccionismo que ha acompañado al autor durante casi toda su vida y que no siempre le ha sido beneficioso.
En "Ram" el sonido fluye natural, sin encajes produccionales excesivos, como si de una toma en vivo se tratase, como grabado en un ático, cerca del cielo nublado neoyorquino, con el tráfico bajo los pies de los músicos, influyendo pero no molestando, sonando aún a Beatles pero sin tratar de dar continuidad a su legado, están pero como observadores de fondo, permitiendo cierta suciedad sónica que merodea en las canciones.
"Too many people" que abre el disco es un tema de pegadizo estribillo y acústica norteña, casi un folk británico que se convierte en un pop folk con coros y la voz arenosa de Paul, famoso por la polémica despertada por John en referencia a algunos versos del disco en los que se vio aludido.
"3 Legs" es un blues de aquellos que esporádicamente componía John, suena muy Beatle, un gran tema.
El tercer tema es la extraña "Ram on", un corte con martilleo de acústicas y armonías vocales, tarareos y silbidos que le dan ese aire silvestre que tiene todo el disco, casi hippy.
También se vio aludido John por el tema "Dear boy" aunque en este caso Paul lo negó, no así en "Too many people", se trata de una excelente melodía marca de la casa, con piano y nuevamente unos coros deliciosos, un tema inolvidable.
Termina la primera cara con un rock muy de la cuerda del autor: "Smile away" es poderosa, una mirada a los inicios de los Fab Four y su apego al rock americano de los pioneros.
Comienza la cara B con la optimista y vitalista: "The heart of the country", la campiña se concentra en las notas y la melodía de este tema que algunos consideran menor y que yo opino que es milagroso.
Sublime, divertida, rockera, beatlemana de los inicios, casi de esencia Cavern, hablo de "Eat at home", otro tema de esencia infantil y delicada melodía es "My longhaired lady".
Tras una nueva toma menos interesante que la anterior de "Ram on" termina esta obra maestra con "The back seat of my car", un viejo tema de Paul que ya quiso incluir en "Abbey Road" y en "Let it be" y que finalmente quedo fuera, termino siendo el beatlemano y magnífico colofón para este segundo álbum de Paul McCartney.
Evidentemente Paul es muchos Pauls, pero yo me quedo con éste, por motivos de nostalgia y también por afinidades musicales, un servidor hubiese sido feliz si Macca se hubiese quedado atrapado en el ambiente de sótano, campo, azotea y cuarto rebosante de niños - como el dormitorio de los niños de Peter Pan - que se vive en mi disco favorito de él, en este maravilloso "Ram".
MI favorito de Paul también es el Ram el mas completo de todos sus discos. Bueno eso y que es dónde más se ve que le gusta brian wilson
ResponderEliminarNo había caído en el dato pero es cierto, hay mucho apartado armónico en la onda de Brian Wilson. Buen apunte.
EliminarSaludos.
Excelente selección y fantasico retrató del quizás el mejor disco de un beatle en solitario.
ResponderEliminarRam forma junto a Band on the run y chaos and creation mi trilogía de obras maestras de Paul. Las tres muy por encima de cualquier otro disco de un beatle.
Macca en su esencia.
Si recordaba haber comentado contigo el común amor por este disco, desde luego coincidimos en preferencias macartnianas.
EliminarUn abrazo.