Aunque siempre pensaré que la original de Nina Simone es insuperable, esta versión que Bowie realizó para su disco de 1976 "Station to Station" siempre me ha gustado mucho.
El disco, que hizo de nexo entre su etapa soul y más luminosa, con la densa y claustrofóbica travesía berlinesa.
Un elepé que si bien es cierto que se queda un poco en tierra de nadie, que no alcanza la total coherencia de anteriores trabajos, y que adolece de el punch de sus grandes obras pretéritas, no es menos cierto de deja momentos excelentes y bucólicas letanías sonoras, como la presente versión.
Hoy en Bilbao tenemos un día de verano, así que el viento salvaje igual está un poco fuera de lugar, pero siempre gusta dejarse acariciar por la estupenda "Wild is the wind".
¡Feliz domingo!
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