Hace exactamente una semana y un día, en el previo del concierto de Bantastic Fand, mi amigo Imanol Lopez me recomendaba este disco (no era la primera vez que le oía elogiarlo). Tomé nota y el lunes sin falta lo hice girar.
Nunca estaré suficientemente agradecido a Imanol por tan impagable consejo. Tras una semana sonando casi en bucle, me decido a escribir unas lineas sobre el magnífico: "How the west was won", sorprendente retorno discográfico de Peter Perrett.
Tras veintiún años desde "Woke up sticky", único disco que grabó con The One, y que ha sido relegado al olvido, y casi cuarenta desde su debut con The only ones, con aquel grandioso disco de título homónimo, era necesario hacer acopio de fe para zambullirse sin temor en esta vuelta a la actividad artística, y más conociendo los problemas por los que ha pasado el músico inglés durante años.
Pero los milagros existen, pese a quien pese, y he aquí la prueba. Peter Perrett ha vuelto, y lo que en mi opinión es más importante, ha sido capaz de componer un ramillete de canciones maravillosas.
Para registrarlas ha reunido a sus dos hijos: Jamie y Peter, a un grupo de curtidos músicos, al ingeniero de sonido: Josh Green y al productor: Chris Kimsey; entre todos han dado forma a un disco atmosférico, de alto contenido romántico, de poética maldita y claramente (al menos para mi) nostálgico.
Con un ineludible poso sónico Velvetiano, y momentos que aluden al sonido propio de los cabarets malditos que operan en las medianoches clandestinas y una lírica recogida en recuerdos y sentimientos, las canciones flotan en un aire oscuro pero puro, se dejan respirar y envuelven al escuchante con el terciopelo de su textura, con la sedosidad de la voz de Perrett, con las incisivas guitarras y los bajos espumeantes; amén de algunos pasajes corales de ensueño.
No busquen trabas en el tracklist, no las encontrarán, o al menos yo no encuentro ninguna, todo lo contrario, cada pase descubro nuevos motivos para admirar y sumergirme en este elepé.
Porque hablamos de un disco absorbente, que puede crear obsesión, y no conformarse con un número limitado de pases, pues mucho me temo que está dispuesto a quedarse como una obra que perdure y que con el paso de los años vaya ganando en sabor y cuerpo, como el buen vino.
Uno de esos discos que me gusta dejar que los descubran los que no los conozcan aún, a los que ya han saboreado y han permitido que estas canicones se filtren por su piel, creo que poco tengo que decirles.
Pero me permitirán que les deje un par de preferencias personales, pues no me resisto a hacerlo, la verdad:
En primer lugar, el final; es decir el título que cierra el disco, una maravillosa balada que se retuerce en una especie de tempestad de guitarras y una agonía vocal que enciende, no obstante, la llama de la esperanza, la que ilumina el camino, su título: "Take me home".
Y en segundo término, un corte romántico, de cegadora luminiscencia en los coros finales y un enredado bullicio de sonidos eléctricos que la hacen evocadora, hermosa, su título: "Troika".
Termino esta reseña, mientras sigue sonando el, creo, infinito "How the west was won", del resucitado Peter Perrett.
Me puede su aire a la Velvet, esa producción de un histórico como Kimsey, que convirtió a un buen puñado de discos de los ochenta en obras maestras. Este es un disco diez, sin duda el mejor renacimiento de un artista en este año. Saludos
ResponderEliminarUn disco sobresaliente, sin duda. Todo funciona, la producción es excelente, las letras, todo. Gracias.
EliminarSaludos.
Impecable como siempre, Jorge. Yo tampoco me canso de recomendar esta maravilla
ResponderEliminarEstaba dispuesto a dejarlo pasar, lo reconozco, pero menos mal que hemos hecho caso a los que saben. Gracias Juanjo.
EliminarUn abrazo.
sin lugar a dudas un clasico de este lustro. Un disco memorable
ResponderEliminarSin duda la palabra clásico será acuñada para referirse a este disco en breve.
EliminarSaludos.
Yo a este tipo ni lo conocia, pero al ver la portada me dio buen rollo y lo pille y..... me engancho en la primera escucha, lo he machacado bastante y es un disco maravilloso. Buscando informcion me entero que fue un baluarte en el punk britanico. Nunca es tarde...
ResponderEliminarSalud amigo
Efectivamente, sus tres discos a finales de los setenta y principios de los ochenta con The Only One son excelentes. Pero tras tantos años y con tantos problemas ha sido un milagro esta resurrección.
EliminarSaludos.
Tremendo discazo ,querido Addison , tremendo y rotundo .
ResponderEliminarY de Only Ones no sólo el primero , circula material de primera ; fueron grandes .
Espero que todo vaya bien .
Un fuerte Abrazo !!!
Todo perfecto don Jesús. Una alegría verte por aquí. Los tres discos de estudio de The Only Ones son estupendos desde luego.
EliminarUn abrazo.
No lo conocia, fantasticoll
ResponderEliminarPues te recomiendo que busques en su material antiguo con The Only Ones, creo que te gustará tambien. Gracias.
EliminarSaludos.
Exactamente, realmente es un milagro este disco. Abrazos.
ResponderEliminarHa sido una maravillosa sorprensa, no le hubiese dado una oportunidad casi seguro, pero los milagros, de repente, existen my friend.
EliminarAbrazos.
De vez en cuando me paso por tu blog (el tiempo no da para más) y me sorprendes. Estoy mirando los discos que recomiendas del pasado 2017. Le estoy dando una escucha al disco y me está impresionando, parece que el gran Lou a resucitado. Un saludo
ResponderEliminarHombre Juan, me alegro de verte por aquí. Entiendo perfectamente lo que dices, el tiempo da pra lo que da, es comprensible.
EliminarEste es uno de los mejoes discos del pasado año, y efectivamente la comparación con el viejo Lou es irresistible.
Un saludo y gracias.