David Tattersall y Franic Rozycki de los intrépidos The Wave Pictures, se han juntado con Charles Watson de los también inquietos Slow Club, han completado el equipo con el baterista Dominic Brider, y entre los cuatro han creado uno de esos llamados supergrupos al que han bautizado como The Surfing Magazines.
El disco, sobre el papel pinta bien; pero lo cierto es que sobre el plato del tocata, suena de lujo, ¿qué quieren que les diga?.
Y cuidado que los últimos lanzamientos del grupo madre de esta formación, los prolíficos Wave Pictures, no me han terminado de convencer; y tal vez por esto, me he dado unas semanas para atender a este cancionero, pero lo cierto es que una vez que he prestado atención a este disco de título homónimo, me ha convencido plenamente, y desde la primera escucha.
El disco es un sofrito de surf, garaje, una pizca de rock fronterizo y otra de blues, e incluso pop lisérgico y rock.
Canciones que enganchan a la primera y diversión a raudales, un antídoto contra el aburrimiento eficaz y de fácil solución y administración, basta con apretar al PLAY.
"Sawdust in my eyes" es un tema de medio ritmo, con un balanceo sónico de guitarras e introducción ocasional de órganos, enigmática y sinuosa. Le sigue "Voices carry through the mist", con un deje a los primeros discos de Young en solitario ("EKTN"), canto en falsete y cierta esencia costa oeste.
Contiene el disco dos instrumentales: en primer lugar el surf ácido de "Peeping dom" (incluidos saxos cálidos y vacilones) y en segundo lugar la fronteriza, de ambiente spaghetti western: "A Fran escaped".
Más oscura y arcillosa, uno de mis títulos favoritos es "Summer"; en cambio en "New day" golpean con un tema garajero de fluido pase sónico y excitante percusión y juego de guitarras.
Incluso se atreven con el pop de voces en la bonita y casi cincuentera: "One of these days". Excelente, con incisivas guitarras, influencia pionera y adictiva, otra de mis favoritas es el rock and roll: "Goose feather bed".
"Orange and blue" es un stoniano tema, que acarrea a su estela el funk, el soul y el blues, tal y como lo entienden sus satánicas majestades en sus tiempos setenteros; no se queda atrás en la pugna la reptante: "Lines and shadows", con un saxo que delimita estilísticamente el tema y lo sumerge en una atmósfera muy especial, también favorita.
Queda para el final un excitante tema, de nerviosas guitarras y demoledor estribillo, un tema muy pub, perfecto para el directo y para finiquitar un excelente álbum como éste, ¿su título?: "You could never come to me too soon".
Fantástico disco, para salir a cazar las telarañas del día a día, y disfrutar del talento de estos indómitos músicos. Más que recomendable.
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