El noveno larga duración del power-trio navarro Berri Txarrak, de título "Infrasoinuak", vio la luz a lo largo del pasado año sin ser comentado en esta santa casa. Heme aquí pues, para solucionar el entuerto en estos primeros días de 2018.
Tras el arriesgado proyecto de 2014: "Dembora da poligrafo bakarra", un disco triple, con tres conceptos diferenciados, cada uno con un título y productor distinto, la formación navarra, capitaneada por Gorka Urbizu despliega su poderío en 2017 con "Infrasoinuak", disco producido por Bill Stevenson, quien fuera el encargado del tercer paquete de su mastodóntico experimento anterior.
El productor, miembro de bandas de punk-rock como The Descendents o Black Flag, y productor de grupos como Rage Against o NOFX, sitúa la acción de este nuevo catálogo en un plano casi antagónico a lo que supuso su propuesta en el 1/3 que le tocó del anterior proyecto.
Si en aquella ocasión, la actitud era de inmediatez y vértigo, golpeando las canciones de forma directa, sin concesiones, aquí éstas circulan por cauces más ponderados, delimitados dentro del estilo del grupo, y dando como resultado una redondez sónica y una actitud, que sin mirar a tiempos pasados, es resolutiva, potente y al tiempo melódica.
Berri Txarrak ofrece, como siempre, un ramillete de excepcionales composiciones. Los estribillos explosivos, y coreables; los riffs musculados y el enganche melódico del que hacen gala, siguen siendo activos del grupo veintipico años después de su fundación.
El disco pasa como un suspiro, desde la guitarra stoner que sacude la inicial "Dardararen bat" y que sirve de potente pistoletazo de salida.
Los temas más puramente punk-rockeros de aceradas distorsiones llegan en cortes como la magnífica "Zuri", los bajos espumajean y el estribillo repta como una serpiente en "Infrasoinuak", otro pelotazo irresistible.
"Hozkia" continua con la acción ruidosa de guitarras, en una espiral punk que se conecta con la urgente "Led sex", de menos de dos minutos.
Riffs mucho más amables son los que se escuchan en "Spoiler!", un corte noventero de esencia brit. Siguen, más apartados de las violencias sónicas del punk, con "Zaldi zauritua", en la que destacan los coros del estribillo, y también en el power-pop: "Beude".
"Katedral bat" es un corte que empieza con guitarras rasgadas de suave efecto para acelerarse y crear una letanía melódica que encandila; y finalmente "Zorionaren lobbya" despide el álbum con esencias noventeras y melódicas.
Con "Infrasoinuak", Berri Txarrak siguen haciendo historia, hace años que se postularon como una banda de rock, punk y hard de referencia, no sólo a nivel nacional, y siguen su camino, sin dejarse arrastrar por los tiempos de gloria y confeccionando disco tras disco, una leyenda.
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