Desde niño, el verano es mi estación favorita para leer, bueno más favorita que el resto. Recuerdo que al llegar las vacaciones me pasaba las noches escuchando algún disco en casa de mis padres, después de cenar, luego un ratito del programa de radio de Carlos Pumares y después me ponía a leer encima de la cama, nunca cerraba el libro antes de las tres o cuatro de la madrugada.
Cuando llegaba agosto y pasabamos unos días en León la rutina nocturna no variaba, me llevaba libros desde Bilbao o los compraba en la librería Pastor de la plaza de Santo Domingo de León.
En aquellos veranos me encontré por vez primera con autores y obras que dieron un giro a mi personalidad adolescente (y no tan adolescente). Alguno de los libros que recuerdo con más cariño los descubrí en aquellas calurosas noches de julio y agosto.
Se me ha ocurrido hacer una docena de doce con algunos de los libros veraniegos que recuerdo con más cariño, de esos que al terminarlos y apagar la luz, no te dejan dormir con facilidad, pues parece que sus protagonistas se niegan a abandonarte, y sus historias te hacen pensar en sentimientos, sentidos, porqués o cómos.
Vamos a hacer nostalgia:
1. "La muerte visita al dentista" - Agatha Christie.
Las novelas de Agatha Christie marcaron el principio de mis veranos durante más de veinte años, por casualidad me tropecé con ellas en casa de mi difunto tío Matías, las amo profundamente y la mayoría de las de Poirot las he releído (el secreto es no recordar quién es el malo).
2. "Son de mar" - Manuel Vicent.
Maravillosa novela de amor, misterio y esperanza, todo bañado con salitre, si la lees enamorado y tienes veinte años, creo que no la olvidarás jamás, a mi me pasó.
3. "El señor de los anillos" - J.R.R. Tolkien.
Mi amigo Javi, lector voraz y el mayor friki del señor de los anillos que conozco me la recomendó en el verano de 1986, él ya estaba loco por el mundo de la tierra media, me la prestó, y devorar los tres tomos me llevó unas tres semanas, antes era más exclusivo ser friki de Tolkien la verdad.
4. "Autobiografía del general Franco" - Manuel Vázquez Montalbán.
Unos veinte años tenía el que suscribe cuando leyó esta 'autobiografía' del general Franco. No voy a enredarme más que luego sé lo que pasa, me pareció en su día, y me sigue pareciendo hoy, un libro de obligada lectura.
5. "Un mundo feliz" - Aldoux Huxley.
Tener dieciocho, ser un intenso y petulante adolescente, como era mi caso, y no leer este libro es algo imposible. Toda mi generación lo leímos, o al menos los que me rodeaban, igual salimos así de raros por estas lecturas...
6. "Rebeca" - Daphne Du Murier.
Maravillosa y victoriana novela, la leí después de ver la película y consiguió, aparte de volver a leerla dos veces más con los años, que la película no me gustase tanto como la primera vez, y eso que es exacta al libro, pero...
7. "El misterio de la cripta embrujada" - Eduardo Mendoza.
Begoña, la bibliotecaria de San Adrián, viéndome un julio de 1989 indeciso sobre que libro elegir, me recomendó que leyese a Mendoza, la hice caso y elegí éste como pude elegir cualquier otro en la estantería, nunca le estaré lo suficientemente agradecido, me lo tragué en una noche y un poco más.
8. "Misterio en Rockingdown" - Enid Blyton.
Ya había leído todos los libros de "Los cinco" cuando me encontré este libro de Enid Blyton. No salen los cinco, salen otros pedantes jovenzuelos, se meten en una casa donde hay malos y descrubren linterna en mano un misterio, me encantó, ¿qué quieren que les diga?.
9. "Dracula" - Bram Stocker.
Lo confieso, pasé miedo, sobre todo en el primer tercio de la novela, la mejor. Cierto que la cosa va decayendo poco a poco, pero ese primer tercio de Drácula es aterrador y nunca lo olvidaré, tocaba dormir con la luz encendida, eso si.
10. "Grandes esperanzas" - Charles Dickens.
En mi opinión el libro más adolescente de Dickens, una historia de amor y miseria como pocas. el amor traspasando los velos del tiempo y siendo derrotado por la amargura y el pasado, con una arquitectura narrativa a la hora de describir espacios y personas que hacen de Dickens ese genio absoluto que es.
11. "El hacha de la guerra" - Karl May.
Mi amigo Javi (el de "El señor de los anillos"), tenía que estar todo el verano en cama, recién operado de una importante lesión en la columna. Yo iba todas las tardes a su casa y la pasaba con él. Hablábamos de discos y de libros, leímos la saga entera de Winnetou de May al tiempo y comentábamos los capítulos cada tarde, empezamos por éste.
12. "El amante de lady Chatterley - D. H. Lawrence.
¿Es bueno este libro?. La curiosidad mató al gato y su lectura siempre me resultará un misterio, pero tenía que leerlo y lo hice, y bueno... estuvo bien.
Preciosa entrada, Addi, me has recordado muchas cosas de mi infancia y adolescencia, sin parar de leer. Dos veces leí "El señor de los anillos" y tres "La historia interminable", por ejemplo. Los que leemos tanto acabamos siendo muy raros, je je je.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo La historia interminable la leí una vez, justo antes de que se estrenase la película, luego la película me decepcionó tanto que no lo he vuelto a leer. Yo recuerdo mucho los libros de Los Cinco, que machistas eran coño!!!
EliminarAbrazos.
Muuuuuy machistas. Yo creo que con ocho años me los había devorado todos.
EliminarPues la propuesta lectora, salvo el amigo Vicent, me parece realmente atractiva. Dickens, May (¡cuantas tardes maravillosas pasadas con sus libros!), Stoker, Tolkien (me ventilé su "Señor de los anillos" durante mis primeros meses de paro, recién acabada la carrera, y ni me enteré que no entraba plata en casa...), Huxley, Lawrence (uno de mis escritores favoritos de siempre, he releído hace poco la reedición de su "Serpiente emplumada", un libro mágico). No parece que se vaya a aburrir usted.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Disfrutar de la lectura en verano es un placer sin igual. Sumergirse en historias fascinantes, explorar nuevos mundos y dejarse llevar por la imaginación es el mejor complemento para unas vacaciones inolvidables. ¡Deja que los libros te transporten este verano!
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