Tanto me gustó que recientemente me he puesto con otra novela de este autor, la obra publicada en 2007 y titulada "Las voces del Pamano".
Debo decir en primer lugar que no me ha decepcionado y su lectura me ha resultado excitante y nuevamente embaucadora.
Se trata de una novela coral, escrita con un estilo, que es propio del autor y casi diría que exclusivo, en el que salta de unos personajes a otros y de unas épocas históricas a otras, de manera rompedora, sin preámbulos, sorpresivamente y de forma tajante, sin intercalar entre un estado y otro ni siquiera un punto y aparte en muchos casos.
Si bien es cierto que al principio esta técnica descoloca y sorprende un poco, obligando a releer varios renglones para comprender qué es lo que está pasando, una vez que te acostumbras, y con el factor sorpresa ya superado, se agradece este viraje argumental y cronológico, como una montaña rusa narrativa, ya que Cabré tiene un dominio total sobre el momento en que debe romper un relato determinado para saltar a otro, controlando a la perfección hacia dónde y cuándo debe encaminar los nuevos sucesos.
También la concienzuda formación del carácter de los personajes confiere a los mismos un poder de sujeción a la voluntad del lector notable, pues les rodea de misterio, permite que el lector les conozca poco a poco, al ritmo que el autor desea y no siempre ordenando esta relación de forma cronológica. Crea un puzzle con los diversos roles que funde el pasado y el presente y forma un paisaje novelado de gran riqueza y mucho nervio, creando una enorme expectativa y no faltando además un sutil y en ocasiones casquivano sentido del humor.
Tina es una profesora con su matrimonio en crisis, sus 'progres' principios han ido cayendo en postureo y recién entrado el siglo XXI descubre que su vida se desmorona; accidentalmente, buscando material para una exposición sobre la historia de la enseñanza en las montañas del la comarca del Pallars Sobirá, fotografía una vieja escuela, dentro de la misma y de casualidad, descubre una caja de puros con unos cuadernos en su interior, en ellos Oriol, el viejo maestro del pueblo, en la montaña leridana llamado Torena, que ha pasado a la historia como un mártir y héroe fascista, escribe a su hija, a la que nunca llega a conocer pues su mujer, republicana como él, lo abandona días antes de nacer al sentirse traicionada por Oriol, contándole la verdadera historia de su vida.
En el relato aparecen maquis y alcaldes franquistas, asesinatos y humillaciones infligidas por los súbditos del régimen en aquellos pueblos de las montañas catalanas y la resistencia republicana en la sierra, organizada para ayudar a salir a perseguidos políticos del país, el odio y el rencor de un pueblo dividido, con muertos pudriéndose en el olvido impuesto por los fascistas y asesinos que cayeron y son tratados como héroes.
Cómo trasfondo y núcleo de la historia emerge la figura de Elisenda Vilabrú, mujer de enorme belleza (y fortuna) y firme predisposición, fina inteligencia y doble moral, sin demasiados escrúpulos que domina a todos y todo, que durante su vida llena de éxitos empresariales y bajezas humanas siempre con la devoción religiosa como escudo, pretende conseguir de la manera que sea precisa la beatificación del maestro Oriol; la aparición del escrito de éste, desvelado por la profesora Tina, que se empeña en llegar al fondo del misterio y encontrar a la hija de Oriol para que sepa la verdad sobre su padre, para lo cual reúne pasado y presente, personajes fallecidos y supervivientes, hijos y nietos de una historia de cuando la vida en España se desarrollaba al dictado de los fascistas genocidas y ultra-católicos es el señuelo de esta historia trágica y llena de intrigas, fascinante y en cierto modo nostálgica, histórica e incluso romántica.
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