Uno de los discos de los que mejor se está hablando en el presente año (aunque sólo sea por unos pocos) es precisamente un álbum que fue publicado en 2017, más exactamente en diciembre, cuando el curso estaba prácticamente agotado y con el auspicio, cómo no, del sello zaragozano You are the Cosmos.
Es por ello que muchos no hemos descubierto hasta el presente año "Cross the water", que es el trabajo al que hago referencia, debut en solitario del escocés Daniel McGeever, conocido por su proyecto The Wellgreen, de cuyo elepé de 2015 "Summer rain" ya hablamos en su día AQUÍ.
Tiempo ha habido desde que escuché el artefacto por primera vez (hace varios meses) para madurarlo, repetir sus bondades una y otra vez, recrearnos con sus melodías, y saborear toda la dulzura que despide cada corte, cada inflexión vocal, cada instrumento, cada milagro que atesora este extraordinario álbum.
En la tradición del pop británico sesentero, recogiendo efluvios de su renacimiento en los noventa y con toda la sabiduría que parecen albergar las tierras escocesas para la artesanía melódica, McGeever sigue los pasos de Beatles, Nilsson, Hollies, Teenage Fanclub y demás orfebres de la melodía, del cristalino sonar de guitarras y del exquisito tintineo de las voces.
El disco se describe sólo, simplemente es necesario desgranar y saborear cada gajo de dulce y fresco sabor para sentir la emoción y luminosidad de temas como la romántica "Julia", la sosegada "Life's a game", la intensidad de "Wedding day" con campanas nupciales incluidas y subrayado de piano.
La preciosa "Roses for Rita" la hubiese firmado bien a gusto Paul McCartney por estilo y carencia. Uno de mis temas favoritos es "Return", con el piano haciendo de nuevo apasionada cobertura, un ukelele da un tono pastoril a la bucólica "Suzanne says" y las acústicas un aire folk a un tema de esencia espiritual con excelentes arreglos electrónicos y coros titulado "MMXIII".
"For Violet" es otro momento pletórico de sensibilidad, con una acústica sombreando el paisaje de redención que se escurre de la garganta de Daniel, vuelve el piano en "Our love will remain" y el tono vocal se encrespa en la gema "You`re coming home", termina este idílico viaje con "It's not all over yet", y lo hace de forma tan brillante y exquisita como en las diez ocasiones precedentes.
De momento yo no me resisto a recorrer el sendero desde ya.
Introducir el sonido del ukelele en una canción puede añadir un toque de alegría y frescura. ¡Anímate a explorar este instrumento y descubrirás la magia que puede aportar a tu música!
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