Empezaba la decisiva etapa del cine sonoro y en Alemania el realizador Joseph Von Sternberg rueda bajo guión de Heinrich Mann la mítica película "El Ángel azul". Corría el año 1930 y esta cinta supuso un paso al frente determinante tanto por factores técnicos, como escénicos como de guión.
El uso del sonido implicó ciertos conceptos que serían utilizados posteriormente, incluso hasta nuestros días y mejoró cuantitativamente lo realizado en USA con "El cantor de jazz".
La estética mortecina y decadente abre puertas a las nuevas inspiraciones a este respecto que seguirán los llamados a hacer del cine algo realmente grande durante las dos décadas siguientes y la temática era osada y ciertamente truculenta para la época.
Un tiránico profesor acude al cabaret El Ángel azúl con el propósito de pescar a alguno de sus alumnos, pues ha sabido que éstos pasan allí las noches embaucados por la turbadora estrella del local: la enigmática y lujuriosa Lola Lola.
El estricto maestro no tarda en sucumbir ante la libidinosa artista, una auténtica vampiresa fría y ardiente al mismo tiempo.
El sadismo y la humillación hacen común argamasa y crean el ingrediente principal de la cinta, la erótica ve la luz en el celuloide de manera majestuosa, arropada por una escenografía barroca y agobiante.
El escándalo, como era de esperar, no tardó en llegar y el detonante fue Marlene Dietrich, diosa que encarna el sadismo, el erotismo, la lujuria, el arte, la seducción y el morbo de manera lúbrica e hipnótica, sus piernas, al descubierto, fueron otro motivo de escándalo, pero ella se convirtió en una estrella que aún brilla y siempre lo hará.
Nos quedamos con ella, por supuesto.
¡Feliz semana!
Comentarios
Publicar un comentario