El piano y cierta bruma -muy berlinesa en lo atmosférico- son, junto con la adición de violines, las principales premisas sónicas del trabajo... |
Cuatro años ha tardado el australiano Robert Forster en presentar "Inferno", su sexto álbum en solitario.
La ciudad elegida para la grabación fue Berlín, con esa carga sónica y épica asociada por historia y logros musicales a la ciudad alemana. El alma y guia de los Go-Betweens sigue demostrando que el arte y maña de componer canciones no tiene secretos para él, y que si cabe, el paso de los años no hace sino acrecentar la perfección de las líneas melódicas y la arquitectura de cada pieza que moldea.
Es por ello, que en un año en el que a un servidor tanto le está costando encontrar discos reseñables, la última entrega de Robert Forster destaca con cierta claridad entre lo que se viene ofreciendo en este mundillo en aparente proceso de expiración que es el rock and roll.
El piano y cierta bruma -muy berlinesa en lo atmosférico- son, junto con la adición de violines, las principales premisas sónicas del trabajo, y ambas se aprecian en la magnífica "One bird in the sky", colofón del disco que nombro en primer lugar por parecerme la gran joya del tracklist.
Pero en la apertura también podemos apreciar esas teclas y cuerdas aludidas en la no menos excelente "Crazy Jane of the day of Judgement", adaptación de un poema del literato irlandés William Butler Yeats.
La elegancia pop de tendencia ochentera se hace fuerte en "No fame", mientras que en "Inferno (Brisbane in summer)" se respira la esencia de la escena berlinesa con claras alusiones a Reed, Velvet e incluso Bowie.
"The morning" es otro momento especial, bello y estremecedor a partes iguales, la adición en ciertos pasajes de una voz femenina crea un entorno sónico ciertamente sutil y etéreo, con la sombra de Reed extendiéndose sigilosa.
Un servidor cree percibir una esencia caribeña, o al menos marítima en "Life has turned a page", contrasta la anterior con "Remain", velvetiana y con cierta subyugación oscura y densa, reaparece el violín y se agradece.
Otra copla notable es la abatida pero hermosa "I'll look after you", como también embauca por la acústica y el eco underground muy berlinés "I'm gonna tell it".
Robert Forster es un seguro de calidad, elegancia y profundidad lírica. "Inferno" vuelve a incidir en sus principales y más destacadas bondades artísticas, además de introducir sutiles novedades, y sin duda, se colocará entre los discos más meritorios del año en curso.
Se recomienda visitar la reseña sobre este mismo trabajo publicada por Juanjo Mestre para el Exile SH Magazine pinchando AQUÍ.
Un disco muy chulo .. a mi me recuerda al ultimo Robyn Hitchcock mucho mucho, lo que no es mas que un piropo, claro. Saludos,
ResponderEliminarSi, es verdad, yo también lo he pensado. Y desde luego que es un piropo, el último de Robyn es magnífico. gracias.
EliminarSaludos.
Convencido. Excelente crítica.
ResponderEliminarAbrazos,
Gracias Javier. Seguro que te gustará, es un muy buen disco, como siempre en Forster.
EliminarAbrazos.
Gracias por enlazar mi reseña. La tuya formidable. Gran disco, de lo mejorcito de este año. Gran abrazo.
ResponderEliminarForster no suele fallar y desde luego este es un disco que destaca dentro de un año bastante lánguido.
EliminarUn abrazo.