La docena de doce de... Óperas de Verdi.

Me está costando encontrar discos publicados en el año en curso de los que me provocan esas ganas irresistibles de lanzarme hacia el ordenador a escribir sobre ellos. A parte de los ya reseñados y alguno más que pronto aparecerán por aquí o por el Exile, el verano no está dando demasiado de sí en cuestiones musiqueras.
Una de las consecuencias de todo esto es que estoy tirando de mucho clásico del pasado, recuperando muchos discos que llevaban tiempo recolectando polvo en la estantería, también está sonando mucha ópera.
Y como acabo de escribir un texto sobre la ópera de Verdi "Il Trovatore", he pensado que a lo mejor no estaba mal hacer una docena de doce sobre mis favoritas del gran Giuseppe.
Así que dicho y hecho, no me lo pienso y con los sones que salen de los altavoces, de una ópera, no de Verdi sino de Massenet, me pongo a la tarea, a ver si les gusta.

1. "Don Carlo".

No es la mejor ópera de Verdi, vaya eso por delante, aunque si una de las destacadas de la basta producción del genio de Le Roncole. Pero gracias a "Don Carlo" me aficioné, y casi diría obsesioné por el género lírico tras trabajar de figurante por vez primera (vinieron otras en años sucesivos) en una ópera con la pretensión inicial de ganar unas pesetillas. Es por ello mi ópera más querida.


2. "Otello".

Penúltimo drama de Verdi y segundo basado en una obra de Shakespeare. Compuesta por el maestro en edad septuagenaria. Se trata de una obra maestra de fuerte contenido psicológico, la construcción de los personajes es de gran profundidad y complejidad. La orquestación y dramatismo de los roles la hacen accesible a unos pocos, en especial el papel del moro de Venecia, que muy pocos tenores han conseguido encarnar con éxito.


3. "Il Trovatore".

Lo mejor es remitirse al post de anteayer. Está plagada de momentos mágicos: arias y dúos de ensueño, coros de gran belleza y un tour de force entre las cuatro cuerdas principales del canto.


4. "Aida".

Espectacular y romántica. Los cambios iniciados unos años antes por el maestro con respecto al tratamiento de la psicología de los personajes empiezan a ser evidentes aquí y señalan el objetivo logrado en el siguiente título, "Otello". Grandeza en las partituras de Radamés (tenor), Aida (soprano) y Amneris (mezzo). Una de las más difíciles y famosas y un papel clave para la cuerda de soprano.


5. "Falstaff".

Nuevamente Verdi se enfrenta con Shakespeare. Para muchos la mejor ópera de Giuseppe, la última y en la que el concepto de ópera continua se logra con mayor éxito. Un libreto buffo, que nunca fue demasiado practicado por el compositor, pero que consigue un triunfo total. No hay barítono que no deseé triunfar con el sutil papel del gordinflón Falstaff.


6. "Un ballo in maschera".

Una de las óperas más equilibradas de Verdi, no sobra ni un segundo y todas las partes: arias, dúos, tríos, escenas de conjunto, instrumentales, coros... todas son, simple y llanamente perfectas.
Un drama con tintes de misterio y romance en la corte, y al final, un baile de máscaras.


7. "Rigoletto".

La primera de las óperas populares, un éxito sin precedentes, se dice que un día después de su estreno en La Fenice de Venecia, todos los gondoleros cantaban mientras navegaban por los canales la popular "la donna e mobile". El personaje de Rigoletto es sin duda uno de los mejor construidos por Verdi. Una obra maestra sin paliativos, basada en un texto de Victor Hugo.


8. "La forza del destino".

Basada en "Don Álvaro, o la fuerza del sino" del Duque de Rivas, es una ópera dura, con arias de gran profundidad y con una densa estructura orquestal, lo que la hace ciertamente exigente. Aquí Verdi empieza a desmontar la tradicional estructura de recitativo-aria-cabaleta. El gran número de grandes cantantes que precisa, su duración y la complejidad que precisa una producción nueva hacen que no se represente demasiado.


9. "La Traviata".

La tercera ópera popular. Realmente se trata de "La dama de las camelias" de Dumas. Verdi cambió los nombres para evitar problemas con los derechos. El personaje de Violeta Valery es una de las cumbres para toda soprano, un rol total, con todo lo que merece la pena interpretar y con una partitura maravillosa.
El personaje de Alfredo Germont en cambio es un absoluto imbécil, un cobarde y pusilánime insoportable, razón por la cual al gran Alfredo Kraus no le gustaba interpretar esta ópera.


10. "Ernani".

Ópera de los anni di galera, que fue como Verdi denominó a sus primeros años, en los que no conseguía los resultados que él deseaba ni tampoco el éxito que buscaba.
A pesar de ser bastante inverosímil e irregular, tiene momentos sobrecogedores, en especial los momentos de Silva (bajo) y la gran escena de conjunto del tercer acto.


11. "Luisa Miller".

Verdi empezaba a encontrar el punto y a ver la luz al final del túnel. Aquí nos encontramos con una trama sórdida y tenebrosa. Empiezan a tomar forma los personajes de 'padre' de Verdi, casi siempre asignados a barítonos, y la ópera tuvo un importante éxito. Es la primera ópera que vi en un teatro y la tengo un gran cariño por ello.


12. "Simon Boccanegra".

Otro gran papel de 'padre' es el de Simon Boccanegra (barítono). Amelia Grimaldi y sus amores provocarán no pocos problemas palaciegos y bélicos incluso. Enormes momentos en una obra de voces oscuras, nunca la he visto en vivo.

Me fastidia que se queden fuera "Macbeth" y "Nabucco" principalmente, pero doce son doce.