Entre el éxito del 91 tras la publicación del doble elepé "En Vivo", y la desgracia que dejo desolado al rock español en 1996 con la muerte de Pepe Risi, éste último y Johnny Cifuentes nos dejaron un disco con el que pretendían refinanciar su estilo sin dejar de ser ellos mismos, "No mires Atras".
Disco en el que con la figura de Toño en el recuerdo, sobre volando los surcos del vinilo en todo momento, los Burning nos muestran toda la sabiduría adquirida durante tantos años de altibajos, facturando su más maduro, nostálgico y completo disco hasta entonces, y entiendo que también hasta la actualidad.
Y que nadie me entienda mal, en "No Mires Atrás" no hay nada que sea ajeno a la sincera actitud y demoledora verdad de estos señores, no, sigue ahí todo: la barra de bar que de madrugada recoge los etílicos lamentos del duro del barrio, derrotado ante la verdad de su corazón y que desgrana su tristeza ante el último vaso, justo cuando la madrugada, como él, claudica desintegrándose ante las primeras luces del día incipiente. Allí están también las chicas del club, con sus sonrisas lisonjeras y su lasciva actitud, siguen sus personajes de madrugada, de dolor y alegría disfrazada de neón.
Y están ellos, deslizando sus osamentas por las arterias de la noche, detrás de la última gota de esperanza que descansa en el culo de algún vaso que espera su llegada en la barra de zinc de cualquiera de las tabernas del barrio que se niegan a apagar sus luces. Están ellos recordando con lágrimas en los ojos al compañero que definitivamente partió, que ahora ya si que no volverá.
¿Cual es la diferencia?...Realmente ninguna, es simple y llanamente que aquí los Burning suenan a adultos, a hombres que han superado la simple y adictiva improvisación rockera que hasta ahora les arrastraba en cada tema. Ahora el blues y el soul entran a saco en sus voces, en sus guitarras, en sus teclas: "Te Quiero Tanto", "Jamas Te Arrepentirás", "Ojos de Ladrón"... son temas de enorme calidad, donde se funde en la misma cuchara la adictiva melancolía de los de La Elipa con la venenosa materia prima con que esta hecho el blues y el soul.
Los canallas que se pierden tras las caderas de la última mujer fatal, que realmente siempre era la misma, pero que aquí se ha hecho mayor, ya no es una choni, es una leona que vence con una aprendida clase a nuestros héroes, a los que la edad les empieza a hacer mella: "De Vicio" o "Coge la Onda" son temas de ritmo diabólico que se englosan en esta canallesca actitud tan Burning.
Los emperadores de la marginación salen de "Weekend" a un ritmo con mas barniz que antes, bajo el sol de una cuidada y equilibrada instrumentación, que no obstante suena a lo que tiene que sonar, a Risi, a Johnny... a Burning.
Siguen teniendo a las mujeres que menos les convienen en un pedestal y sus ojos líquidos y su semblante melancólico les imploran amor desde temas como "Estrella de Noche".
Resumiendo, los Burning empezaban ha hacerse adultos, que no viejos, ni responsables, ni conservadores... pero si sabios. Las patadas dadas en tanto tugurio con Eric Burdon sonando en el viejo equipo tras la barra, las horas convinando bourbon con "Exile on Main Street", los años de desgastar cassettes de The Doors en el anticuado "loro" de la furgoneta que les lleva de bolo en bolo... todo eso se ha ido filtrando por la piel de nuestros colegas y ahora, cuando la vida baja una marcha en la palanca de cambios del corazón, empieza a salir por unos poros que sudan actitud y rock, y blues y soul.
En este disco tenemos acompañando a Pepe y a Johnny a los actuales Burning: Nacho en la batería, Carlos Guardado al bajo y Edu Pinilla a las guitarras, estos tres dicen mucho y muy bien en el resultado de este tremendo disco, mi favorito de la banda, ¿porqué no decirlo?, y son hoy por hoy, 26 años después, y mirando al definitivo adiós, unos Burnings de pleno derecho.
Se certifica el nostálgico y tierno homenaje a Toño en una frase firmada por Risi, (solo por Risi, siempre me ha llamado la atención), que reza:
"¿Quién dijo que los hombres no lloran? Hoy quiero llorar contigo, contigo sumergirme en el mar de tus ojos y cantarte un blues. A mi hermano Toño con una sonrisa." (Risi).
Melancolía es la palabra que define este disco, homenaje discreto y nostálgico a Toño, y último elepé que vio la cara al inolvidable Risi...es el final de una época, el final de unos Burning que no volverán, aunque gracias a Dios (Johnny), nunca se han ido del todo.
Por todo lo expuesto, "No mires atrás" es uno de mis discos de los noventa.
Magnífico post Addi, por cómo lo cuentas. Haces creyente al que alguna vez dudó de la banda de La Elipa.
ResponderEliminarAbrazos,
Los Burning son mi banda, por diversos motivos, pero siempre me ha parecido "No mires atrás" su mejor disco. Hay que creer en Burning.
EliminarAbrazos.