...canciones con un sonido claramente Lo-Fi, basado en el garage-rock y el pop de los últimos coletazos de los sesenta... |
Por Jorge García.
Descubrí a Dan Luke and The Raid hace algunos meses al escuchar, por pura casualidad, los dos adelantos de lo que sería su disco de debut: "Black cat heavy metal" y "Last goodbyes".
Inmediatamente me llamó la atención el sonido y después, profundizando más, los textos, bastante paranoicos pero definitivamente originales.
Me pareció curioso que un grupo de chicos de veintipocos años confeccionase canciones con un sonido claramente Lo-Fi, basado en el garage-rock y el pop de los últimos coletazos de los sesenta, que presenta melodías muy sencillas pero bonitas, basadas en difusas distorsiones y acobardados dibujos de sintetizadores, en un trabajo vocal un tanto anacrónico con respecto a los usos actuales y dejando el carácter del experimento al albur de una producción - obra de Bradley Shultz, hermano del líder y cantante del grupo, Dan Luke Shultz - que nos lleva a escenarios velvetianos de menor nihilismo sónico pero evocadores, "Rita repulsa"; a sensaciones garageras de local nocturno con encendidas guitarras, "Maybe it's the drugs" o a temas pop de catadióptricas sensaciones, "Last goodbyes".
No me lo pensé dos veces y en cuanto se puso en circulación el disco, titulado "Out of the blue", a principios de este mes de octubre, me lancé a su escucha.
Y ahora debo decir, tras varios pases, que el trabajo de estos chicos me gusta y me parece como una bocanada de aire fresco que entra rutilante en la decadente estancia llena de aire viciado en que se ha convertido el panorama del rock en los últimos años, donde los que se atreven con algo fuera de los cánones establecidos se cuentan con los dedos de la mano.
Espero poder convencerles con el aparentemente timorato pop titulado "Disco is a disco does" de adherente estribillo, teclados vintage y disparatada letra.
Pero todo el disco reúne peculiaridades que le hacen especial, desde el tema de apertura "Farrah mantra" que eclosiona en una fusión ácida entre teclas y guitarras con cierto aliño psicodélico.
"Exoskeleton" es un encendido tema con cierto regusto punk dentro de una sonoridad sesentera; continúa esta especie de sesión pop/experimental con "Money mouth", al loro con esta letra; "Golden age", otro texto de mucha enjundia o el poderoso adelanto con el que les conocí y cuya letra también tiene tela: "Black cat heavy metal".
Aunque no ocultaré que mi momento favorito del disco es "Fool", un tema que se acerca al new wave, que trae una preciosa melodía y cuyo conjunto entronca casi con los primeros ochenta, creo que al añorado Ric Ocasek le hubiese gustado este tema.
Estoy escuchando mucho este "Out of the blue", un giro, o si lo prefieren un ejercicio revival que no suena adormecido ni clonado, y que a pesar de sus telarañas refresca el ambiente del panorama musical.
Reseña publicada el pasado 29 de octubre de 2019 en el Exile SH Magazine.
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