...nadie quería en la década de los colorines, los pelos cardados, los sintetizadores y las baterías Padgham escuchar a unos Byrds británicos... |
A pesar de que entre los años 85 y 87 Primal Scream lanzó unos cuantos singles que gozaron de una más que considerable atención por parte del público, el primer disco largo de los escoces, "Sonic flower groove", fue un absoluto fiasco comercial. Y no acabaron aquí las malas noticias, ya que además la crítica lo puso a caldo.
Tal vez el público de los ochenta no quiso aceptar un disco con textura sixtie, buenas dosis de psicodelia y una esencia sónica que claramente miraba a la banda californiana The Byrds.
Precisamente este parecido con el estilo del grupo de Roger McGinn fue el argumento esgrimido por gran parte de la crítica musical para justificar sus ataques a "Sonic flower groove".
Según parece, nadie quería en la década de los colorines, los pelos cardados, los sintetizadores y las baterías Padgham escuchar a unos Byrds británicos.
En cambio, un par de años más tarde, el respetable cambió de opinión, consintiendo a la formación de Manchester, Stone Roses, alcanzar un éxito cósmico con un disco que bebía claramente de los Byrds y también del debut de Primal Scream, cosas que pasan.
En cualquier caso, yo hoy voy a reivindicar este primer larga duración del grupo de Bobby Gillespie, quién tuvo la osadía de registrar un disco jangle pop de ácidas texturas, armonías un tanto místicas y guitarras radiantes y aterciopeladas en plena década de los ochenta.
Produjo el disco Mayo Thompson y compusieron las canciones Gillespie y Jim Beattie, consiguiendo un trabajo equilibrado y coherente, con algunas canciones realmente notables que pienso que hoy tienen una mayor significación que en el momento de ser publicadas.
No quiero decir que este disco sea una obra magna, no lo es, pero sí un estupendo disco de pop psicodélico y jangle pop, con muchos detalles a destacar y valorar; y alguna canción ciertamente deliciosa, como la maravillosa "Leaves".
Pero no acaban las bondades con esta estupenda pieza, el tracklist nos deja otros estupendos momentos como la soberbia "Gentle tuesday", la favorita personal "Treasure trip", la beatlemana y preciosa "May the sun shine brihgt for you" o la cálida y resplandeciente "Sonic sister love".
"Silent spring" es otro tema de carga catadióptrica e "Imperial" se acerca al rock lisérgico progresivo.
Se completa el catálogo con la tonada hippy de sonido costa oeste "Love you", la accesible "Aftermath" o el digno colofón de "We go down slowly rising".
Más de treinta años después, sigo escuchando "Sonic flower groove", y lo hago con gusto, por algo será. Es por ello que me ha parecido bien hablar un rato de él y colocarlo entre mis discos de los ochenta.
Buen comienzo ochentero te has marcado, aunque yo a la banda de Gillespie la tuve en el olvido durante mucho tiempo, de hecho me he ido haciendo con gran parte de su obra recientemente, en los 4 ó 5 últimos años, precisamente por recomendación de un amigo bloguero común. No puedo hablar con la mira puesta en la larga distancia, aquella que te da una mayor y mejor visión de la obra de una banda.
ResponderEliminarAbrazos,
Siempre me llamó la atención que este disco no triunfase, es más, que fuese criticado y poco tiempo después la liasen gorda los Stone Roses con otro muy similar, cosas que pasan.
EliminarUn abrazo