Este quinteto concentra su acción en la psicodelia de los sesenta, con ínfulas surf y pop, esencias underground y sonido Lo-Fi... |
Hace muchas semanas que vengo escuchando "Gospels, hymns and other trash!", último disco de la banda neoyorquina The Abyssmals. En realidad fue el compañero exiliado Juanjo Mestre quién me puso sobre la pista del disco y también del grupo.
Y la verdad es que poco a poco el sonido de esta banda ha ido calando en mí, una sugerencia absolutamente fuera de onda con respecto a lo que actualmente se estila y se repite como un martillo pilón.
Este quinteto concentra su acción en la psicodelia de los sesenta, con ínfulas surf y pop, esencias underground y sonido Lo-Fi, todo dentro de una propuesta totalmente retro.
La banda, comandada por Jarpon Reyes, pone en circulación un estilo que perfectamente podría formar parte de la banda sonora de cualquier film sórdido de Tarantino (como ellos mismos indican en su bandcamp) y sus textos también podrían participar de las truculentas historias que suele parir el realizador de "Reservoir dogs"; póngase como ejemplo el tema "Dead road Messiah".
Los alegatos más lisérgicos vienen en temas de agobiante atmósfera como "Mansion of happenings" o "Nobody cool".
Las efervescencias surf se recrean con el magnetismo propio de su sonido en "For all of time" y la oscuridad sucia y underground en "Sleepwalker" o la absorbente "Good faith".
Aunque son los temas más luminosos y guitarreros los que más me convencen: el punk "See you go" o la retorcida "No sleep 'til low beat".
Aunque sin duda, mi tema favorito del lote es la balada que comparte entorno sónico con el Lou Reed menos introvertido titulada "Kiss, kiss abyss".
Estamos ante un nuevo trabajo que pasará desapercibido, y al que pocos se acercarán, aunque un servidor piensa que merece la pena, por ser un trabajo honesto e interesante que nos recuerda que lo retro también puede sonar actual.
Reseña publicada el pasado 2 de noviembre de 2019 en el Exile SH Magazine.
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