el grupo no llega a registrar un disco psicodélico, y únicamente algunos instantes del mismo llegan a verse teñidos de algunos efluvios lisérgicos. |
Cumplimos una semana de cuarentena en régimen de aislamiento y de momento no aparecen síntomas del bicho. Por lo tanto seguimos encerrados con la compañía de libros, películas y discos.
Hoy hemos hecho girar otro para poner a última hora de la tarde en negro sobre blanco mi opinión al respecto, esta vez se ha tratado del cuarto disco de la banda californiana The Byrds, "Younger than yesterday", publicado en 1967.
Y desde luego el dato de la fecha de publicación es importante, pues estamos en plena eclosión de los sonidos psicodélicos, y estos llegan a los surcos de "Younger than yesterday", aunque de manera menos febril que en otras bandas de la época.
No obstante el productor Gary Usher les implica en la utilización de nuevos instrumentos y recursos muy en boga en aquellos tiempos, tales como efectos de cinta inversa o un oscilador electrónico.
Pero a pesar de todo, el grupo no llega a registrar un disco psicodélico, y únicamente algunos instantes del mismo llegan a verse teñidos de algunos efluvios lisérgicos.
Lo que realmente manda en este cuarto catálogo del grupo es lo de siempre, aunque se evidencia una continuidad lógica y evolutiva con respecto al precedente y también magnífico "Fitfh dimension"; es decir: perfectas armonías vocales, orfebrería melódica y guitarras cristalinas (con la impagable presencia de la Rickebacker de 12 cuerdas de McGuinn) que entroncan con actuaciones vocales delicadas en fraseo y timbre, personalidad propia cada vez más agudizada con las influencias habituales: pop, rock y folk principalmente, y psicodelia y country en pequeñas dosis.
Otro aspecto destacable de este disco es la reivindicación del bajista Chris Hillman como compositor, de hecho varios de los temas del disco son obra suya, como la magnífica "So you want to be a rock'n roll star" que compone junto a Roger Mcguinn, el single de éxito "Have you seen her face", el country folk "Time between", y las bonitas "Thoughts and words" y "The girl with no name", ambas de esencia Beatle.
El fundador Roger Mcguinn nos deja, además de la ya citada, la psicodélica "C.T.A. - 102", escrita junto a Robert J. Hippard y dos piezas compuestas junto a David Crosby: "Renaissance fair" de exquisitas armonías vocales y la casi powerpopera "Why".
Por su parte Crosby entrega en solitario la mística copla de efluvios orientales y lisérgicos. "Mind gardens".
Se completa el tracklist de este magnífico y equilibrado elepé con la versión del tema de Bob Dylan "My back pages", que el grupo angelino se lleva a su terreno, como ya hiciese en el pasado con otros temas del genio de Duluth.
Reconozco que hacía tiempo que no escuchaba "Younger than yesterday", el confinamiento me está viniendo genial para recuperar viejos y queridos discos, que además es maravilloso comprobar que siguen siendo obras inmortales que no se ven afectadas por el paso del tiempo, como ha ocurrido hoy con este extraordinario "Younger than yesterday".
Los seis primeros discos de los Byrds son sagrados, aunque a mí este que nos traes y el anterior sean quizá los que más me gustan.
ResponderEliminarAbrazos.
A mi también, mis dos favoritos seguro. Y eso a pesar de ser superfan de Gene Clark.
EliminarUn abrazo.
Si tuviera que elegir mi grupo favorito la respuesta sería fácil: The Byrds. Su música, resumiendo, me transporta, me hace ser mejor persona. Estoy de acuerdo con Gonzalo, sus seis primeros trabajos son sagrados, no cabría mejor adjetivo. Muchas veces me he preguntado si el recién salido Gene Clark hubiera permanecido en el grupo qué tipo de "Younger than Yesterday" hubiera salido, y a pesar de mi admiración profunda por este artista no creo que lo hubiera superado, tan bueno es. este trabajo.
ResponderEliminarAbrazos,
Nunca sabremos que hubiera pasado con el grupo de haber seguido Clark, pero me imagino que hubiesen tenido un extra, pues Clark era un compositor excelso.
EliminarGran banda sin duda.
Abrazos.