...no será porqué Black Lips pretendan dar un giro transgresor y radical a los sonidos mentados, lo cierto es que tiran de la batería de influencias y ortodoxias... |
Creo que la forma de encarar y por lo tanto reseñar el nuevo disco de Black Lips, "Sing in a world that's falling apart", es dejando su pasada trayectoria al margen y centrandose en lo que suena en este nuevo catálogo, pues ciertamente poco tiene que ver esto con pretéritos trabajos que haya ofrecido la banda originaria de la capital de Georgia.
Muchos tendrán, como yo las tuve, ciertas reticencias con respecto a este nuevo trabajo cuando se enteren de que se trata de un disco fundamentalmente de country, country-rock y americana.
Les aseguro que sería un error pasar de largo e ignorar "Sing in a world that's falling apart", pues aunque es difícil imaginar el motivo por el que estos tipos han decidido facturar un disco como este, lo cierto es que merece la pena y mucho. Diría que mucho más que la mayoría de lo ofrecido hasta la fecha en este 2020, incluso por artistas mucho más afines a estos palos estilísticos.
Y no será porqué Black Lips pretendan dar un giro transgresor y radical a los sonidos mentados, lo cierto es que tiran de la batería de influencias y ortodoxias que afectan al country y al sonido americana: acústicas, steel guitars, órganos, pianos, armónicas, vientos y unos coros excelsos y que suenan a lo que tienen que sonar.
Es como si la banda de Atlanta se hubiese metido en los vericuetos internos de la idiosincrasia de Violent Femmes, tras sumergirse en un viaje astral por los días más sureños de Bob Dylan y terminando el recorrido por los momentos countries de los Rolling Stones; con respecto a esta última influencia escúchese la estupenda "Gentleman".
Pero el disco es tan sorprendente que se puede uno encontrar una versión de la mismísima Velvet Underground en clave country tabernario en "Get it on time".
Tiran de tradición y raíces en las impolutas y sumamente disfrutables: "Chainsaw", "Rumbler", "Holding me, holding you" o la magnífica "Odelia".
Aunque antes abrían la caja de los truenos con "Hooker Jon", un excelente tema Dylaniano empapado de la esencia del "Suterranean homesick blues".
Una de mis favoritas es la bailable y excitante, con encendidos saxos y viscerales pianos honky-tonk, rockera a partes iguales que country, "Angola rodeo" que cede el paso a la tonada de camino y crepúsculo titulada "Georgia".
Efervescencias acústicas en la onda de Violent Femmes en "Dishonest men" y placidez onírica de coros western en la calmada pieza titulada "Locust" para finalizar la aventura con "Live fast die slow", un tema de cierta tristeza esperanzada donde recopilan esencias de manera un tanto deslavazada.
Disco del año hasta la fecha para el que suscribe, hace tiempo que tengo un poco arrinconados los sonidos countries y americanas, aunque de vez en cuando aparece un disco que me hace reincorporarme, pero este sorprendente "Sing in a world that's falling apart" me ha metido de lleno en el disfrute pleno y a conciencia del country, cosa que además de disfrutar agradezco.
Se recomienda visitar la reseña sobre este mismo trabajo publicada por Juanjo Mestre para el Exile SH Magazine pinchando AQUÍ.
Ya somos dos que disco del año hasta la fecha. Gracias por la mención mysuperfriend. Abrazos.
ResponderEliminarDesde luego lo escucho con fruición y me gusta de principio a fin, y tiene momentos excelentes. Entre mis dos o tres discos del año sin duda.
EliminarAbrazos.