Durante estas semanas de confinamiento he aprovechado para hacer las cosas que siempre hago, pero de manera más intensa en el apartado de la lectura e intentando saldar cuentas pendientes en lo que a las escuchas musiqueras respecta.
Quiero decir que estas semanas he tratado de dar la oportunidad debida a algunos grupos y solistas que por una cosa u otra no han gozado de las escuchas que sin duda merecían.
Una de las bandas que he escuchado, casi por vez primera en estos dos meses y pico, es la agrupación británica The Hollies. Para ello me hice con un doble recopilatorio que adquirí por internet en el que aparecen prácticamente todos los singles publicados por el grupo desde sus inicios en 1963 con su primer lanzamiento, "(Ain't that) just like me", hasta prácticamente el año 1972, cuando hacía tiempo que Graham Nash había abandonado la formación.
"The history of The Hollies, 24 genuine top thirty hits" me ha parecido una buena colección de discos que me ha permitido hacerme una idea más o menos clara de lo que ofrece este grupo británico que siempre ha vivido a la sombra de otros grandes nombres de la british invasion como The Beatles, The Who, Rolling Stones o The Kinks.
La verdad es que esta compilación me ha descubierto un buen número de excelentes temas de pop sixtie donde la fluidez melódica, las armonías vocales y la frescura sónica destacan de forma tan flagrante como en cualquiera de las referencias apuntadas.
Me he decidido por el tema de 1967, "King Midas in reverse", por ser una de las últimas aportaciones del gran Graham Nash antes de abandonar el grupo para iniciar una andadura que aún continúa con David Crosby, Stephen Stills y (esporádicamente) Neil Young, además de una intermitente pero impoluta trayectoria en solitario.
Una de las consecuencias positivas de la cuarentena es sin duda el descubrimiento de The Hollies.
¡Feliz domingo!
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