...sale de la zona de confort en la que habitaba con excepcionales resultados durante la última década... |
Chuck Prophet lleva desde los cada vez más lejanos ochenta componiendo estupendas canciones, grabando grandes discos y girando por todo el mundo con sus historias musicadas a cuestas, derramándolas por cada escenario al que le dejan subir.
Artista infravalorado por los que dominan los devenires de las masas, es en cambio adorado por los menos, que gustan de dejarse llevar por la lágrima fácil y pasear su silueta por las salas más bohemias en busca de los grandes poetas de perfil bajo, que como en tantas ocasiones de la historia son con el devenir de los años, los mejores y más genuinos.
Chuck Prophet vuelve con un disco en el que da un volantazo con respecto a sus últimos trabajos, lo titula "The land that time forgot" y junto con su amigo, compositor y poeta Klipschultz fabrica la docena de hermosas canciones que componen este álbum.
Decía lo del volantazo por la idiosincrasia de las canciones, menos rockeras y más acústicas, con un sonido más básico, menos producido y una querencia absoluta por los medios tiempos y las baladas.
En "The land that time forgot" el folk, la esencia del delta e incluso un blues y country de pausadas intenciones, ganan la partida al rock, a esa crudeza heredada del Paisley Underground del que desciende el arte del autor de "Temple beautiful".
Este entorno más reflexivo y contemplativo le sirve al profeta para exorcizar fantasmas de la infancia, rebatir recuerdos poco claros, excitar la memoria en busca de momentos y elementos importantes (la furgoneta Econoline con la que atravesaba el país junto a su banda en busca de dónde tocar), abrazar a los seres queridos, recordar a viejos ídolos (Johnny Thunders), homenajear a otros profesores (John Prine) o mentar a iconos universales como Romeo y Julieta, Bukowski o Napoleón.
Tal vez juegue en contra del disco una escasa cromática en cuanto a sonidos, ritmos y texturas; pudiendo causar una ligera sensación de planicie la escucha completa del disco, pero la gran calidad de las composiciones, algunos momentos ciertamente bellos y emotivos y la acostumbrada clase que exhalan las canciones de este gran autor, hacen olvidar pronto este posible obstaculo a la redondez del álbum.
El disco, además, crece exponencialmente con cada escucha, pues el reposo sienta de maravilla a estos temas que no buscan una audición impetuosa ni precipitada, sino que se hacen grandes con el barbecho de la calma y la paciencia (tampoco mucha).
Con la atención puesta en un primer momento en los diversos adelantos que se han ido desprendiendo durante semanas, como la pegadiza "High as Johnny Thunders"; la recitativa copla acústica "Gett off the stage" que pasa por ser uno de mis momentos favoritos del elepé; la más intrépida y eléctrica "Marathon" cantada junto a su esposa Stephanie Finch y la oscura y envolvente "Nixonland".
No obstante es necesario poner el foco en otros cortes del disco, tan notables como los ya referidos, como "Best shirt on", la bonita y bucólica "Paying my respects to the train", la arenosa "Willie and Nilli" o la briosa y ondulante "Womankind".
Cambio de tercio para Chuck Prophet, que sale de la zona de confort en la que habitaba con excepcionales resultados durante la última década para adentrarse en zonas más introvertidas y prudentes con unos excelentes resultados que o mucho me equivoco, o a buen seguro irán creciendo y consolidándose con el paso del tiempo.
Se recomiendo visitar la reseña sobre este mismo trabajo publicadaada por Juanjo Mestre para el Exile SH Magazine pinchando AQUÍ.
Recién pillado, aun lo lo he escuchado pero estoy seguro que después de tu reseña no me defraudara. El lunes 8 tenia que tocar en BCN junto a Lucinda Williams y este puto Covid-19, lo ha fastidiado todo.
ResponderEliminarSalud socio
Estoy seguro de que te gusta, crece a cada escucha, lo que no quiere decir que sea un álbum difícil. Este año ha sido terrible para los conciertos, y creo que aún tendremos que tener paciencia.
EliminarSalud.
Gracias por la mención mysuperfriend. No sé si sale de la zona de confort pero sí que difiere por eso que comentas respecto a los inmediatamente anteriores. Abrazos.
ResponderEliminarEs un disco que cada vez me gusta más, al principio me parecía un poco plano pero las canciones son muy buenas. Es un giro si.
EliminarAbrazos