Woods - Strange to explain (2020)

 ...la música sigue despidiendo efluvios asociados a la paz y la meditación, con un aura de luminosidad mística e hipnótica...

No me lo ha puesto fácil la banda norteamericana Woods con su último trabajo titulado "Strange to explain". Es posible que la decepción que supuso para un servidor la última dupla de trabajos del grupo: un EP bastante experimental junto a los suecos Dungen y un decepcionante trabajo en 2017 bautizado como "Love is love", haya tenido que ver con la fría acogida que le dí al álbum en el momento de su publicación hace ya varias semanas.

Pero como siempre me han gustado mucho los de Brooklyn, no podía negarles una oportunidad y el tiempo que por otra parte siempre han necesitado sus discos, incluso los más inspirados.

De entrada ya digo que no será este uno de mis trabajos favoritos del grupo, pero tampoco me parece a estas alturas y tras darle no pocos pases, un mal disco, ni mucho menos.

Las dos cabezas visibles de la banda: el cantante y guitarrista Jeremy Earl y el multi-instrumentista Jarvis Taveniere han pasado durante los últimos tiempos por situaciones y experiencias que posiblemente hayan influido en la forma y fondo que ha adquirido su última criatura musical. Pues mientras Jeremy ha sido padre, Jarvis se ha mudado a California, poniendo una barrera en distancia con su socio que a buen seguro ha hecho más difícil el trabajo conjunto de ambos músicos.

No obstante, lo cierto es que "Strange to explain" es una realidad y que Woods sigue en la pomada musical sin perder fuelle en este catastrófico 2020.

Continuamos encontrando en los surcos de este nuevo elepé ese sonido psicodélico y grácil que ya es marca de la casa y que difícilmente puede asociarse a ninguna otra referencia; la música sigue despidiendo efluvios asociados a la paz y la meditación, con un aura de luminosidad mística e hipnótica, como el susurro de un riachuelo durante una noche estrellada.

La diferencia principal con los momentos más notables del grupo radica en la pegada, la frescura y la intensidad que nacía de las guitarras y las coordenadas más rockeras, aunque no se ha perdido la perfecta conjunción entre la acción eléctrica de las seis cuerdas y los etéreos sonidos de las teclas, con las apacibles líneas de bajo y percusión y la aportación folk de las acústicas, además de esencias tribales y jazzísticas ya presentes en discos pretéritos.

Melodías que van ganando al oyente según se suceden las escuchas y la sedante coloración vocal con que Jeremy desarrolla los textos, vuelven a ser señas de identidad del arte de Woods.

El disco fue presentado con la incorpórea atmósfera, creada con luminosas teclas de la bonita "Where do you go when you dream?".

Aunque en el disco podemos encontrar temas más carnales con esencia folk como "Before the pass by", "Strange to explain", "Light of day" o mi corte favorito del lote "Just to fall asleep".

Otros instantes como "Next to you and the sea" ahondan en la faceta más hipnótica y lisérgica de la banda, como también ocurre en "Fell so hard", en los instrumentales "The void" y su bonita melodía perfilada con la acústica o la de esencias jazzisticas "Weekend wind" y su penetrante trompeta.

Completan el tracklist la preciosa y primaveral tonada silvestre "Be there still" y la excesiva "Can't get out".

Bien está lo que bien acaba y me alegra haber terminado sintiéndome bien en la compañía del último álbum de Woods, como casi siempre ha ocurrido. Celebro que sigan ofreciendo buenos discos, aunque en el plano personal diré que otros trabajos me conmueven más que este; No obstante muchos querrían este año haber certificado un trabajo como "Strange to explain".

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo trabajo publicó Juanjo Mestre para el Exile SH Magazine.