...se cuelga la acústica para confeccionar canciones amables, con esencias de raíz americana o apegadas a un folk pop de fina estampa melódica... |
El tercer disco en solitario de Steve Wynn, "Fluorescent" supuso una nueva vuelta de tuerca estilística en la carrera del músico californiano.
Siempre dispuesto a experimentar con sonidos e influencias varias, en este trabajo se cuelga la acústica para confeccionar canciones amables, con esencias de raíz americana o apegadas a un folk pop de fina estampa melódica, alejado de estridencias guitarreras o intensidades eléctricas. Y de esta manera, oficiando de songwriter, fabrica un cancionero comandado por las melodías simples pero hermosas, los sonidos fluidos y naturales y los textos cercanos y líricos.
De todo lo dicho se puede extraer una reflexión evidente: en pleno 1993, esta fórmula sónica estaba en las antípodas de lo que se cocía a nivel de mercado, lo que demuestra una vez más que Steve Wynn va por libre y que las exigencias de la industria le son bastante indiferentes.
En los últimos lustros hemos visto aparecer a mucho cantautor americano, que refugiado en coartadas de estilo folk, bastante trillado, no han conseguido ni siquiera acercarse a lo que Wynn logra en este disco.
Se puede ser un cantautor sin resultar engolado ni excesivamente intenso, se puede oficiar de poeta y al tiempo resultar natural y accesible, se puede hacer música sin ramalazos rock y seguir manteniendo la esencia, se puede hacer folk y pop de orfebrería y de salón sin resultar blando; esa es la lección que siempre he pensado que se desprende de "Fluorescent".
Aquí encontramos temas con leves influjos country como "Open the door", folk nocturno y reflexivo como la bella "Follow me" o fundidos entre el folk y el pop que dan lugar a un tema tan delicioso como "Carelessly" donde arranca una armónica que no parecía invitada a la fiesta, pero que termina triunfando.
También hay instantes para oscuridades y brumas de cabaret de mala nota, como se nos muestra en la excelente "Layer by layer" donde la esencia del Reed más poético se ve acariciada por la cobertura vocal que nos regala Victoria Williams.
Enraizadas coplas asentadas en la tradición juglar americana, y en la sensibilidad acústica y vocal que se desprende de "That's why I wear black".
Otros momentos nos resultan más familiares, como la velvetiana "Colision course"; o un tema que sí se revuelca en el rock y en la electricidad de las seis cuerdas, "Look both ways" es una inofensiva gamberrada compuesta por Wynn junto a Chuck Prophet y el maestro Chris Cacavas.
Aunque es probable que el punto final de "Fluorescent" sea el momento que más me emociona, gracias a las coordenadas underground y asfálticas que desprende la melancólica "Never ending rain" y su delicada mezcla de guitarra y piano.
Creo que a estas alturas de la película, el que más y el que menos, sabe de mi devoción por Steve Wynn, pero es que gracias a álbumes como "Fluorescent" es difícil no sentir admiración por el capitán de los Dream Syndicate entre otros (muchos) proyectos.
Hoy le ha tocado a este cancionero, otro de mis discos de Wynn y de la década de los noventa.
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