...una auténtica exhibición de géneros, influencias y sonoridades, pues abarca prácticamente todos los palos estilísticos de la baraja de la música afroamericana...
Siempre dentro de las particularidades del actual mundillo musical, con sus plataformas de streaming, la preferencia dominante por las playlists sobre los discos enteros, las reseñas musicales orquestadas por los aparatos de marketing de los grandes sellos y el enmarañado caldero de etiquetas, géneros, subgéneros e híbridos de diversos sonidos que se venden como mestizaje, es posible que la música afroamericana emerja con una dignidad de la que no todos pueden presumir, al menos en lo referente a algunos artistas que destacan y se ganan el amor de aficionados y la prensa especializada.
En los últimos años han destacado artistas como el británico Michael Kiwanuka o el californiano Kamasi Washington, ambos practicando una música repleta de suntuosos y solemnes sonidos bautizados por alguien como neo-soul, aunque en el caso de Washington habría que hablar de neo-jazz.
Este año, en una dirección parecida, aunque con las diferencias evidentes al tratarse de otro artista y otras latitudes, llega un autor originario de Luisiana que tras varios discos y diferentes proyectos que incluyen cine y TV, siempre ligados a la música, está destacando y encandilando a gran parte de la crítica musical, hablamos de Jon Batiste.
A pesar de toda la experiencia acumulada, Batiste se da a conocer para el gran público (yo no tenía ninguna noticia de él hasta hace unos pocos meses) con un disco publicado durante los últimos coletazos del invierno y que responde al título de "We are".
Este trabajo es una auténtica exhibición de géneros, influencias y sonoridades, pues abarca prácticamente todos los palos estilísticos de la baraja de la música afroamericana: soul, jazz, funk, gospel, rhythm & blues, rap...
La clase y la elegancia se enseñorean a lo largo y ancho de los trece títulos que dan carta de naturaleza a este crisol de exuberancias sónicas que recorren las arterias de la música negra, utilizando el molde dorado forjado en otra edad por Stevie Wonder, Marvin Gaye o Quincy Jones.
No obstante, les diré que un servidor, a pesar de disfrutar del disco en general, no lo hace de la misma manera cuando de posicionarse ante uno u otro de los planteamientos estilísticos ofrecidos se trata.
Disfruto con la pegadiza "We are" que rompe amarras; también con la infecciosa copla al más puro estilo James Brown titulada "Tell the true"; la callejera, vacilona y nuevaorleanesca "I need you"; la siempre reivindicativa "Freedom"; el extraordinario y sofisticado funk de "Show me the way" o la bonita y ecléctica "Sing".
Y si bien es cierto que otros momentos del álbum no me turban tanto como estos, no ocultaré que es "Cry" el lugar donde realmente siento toda la genialidad de Batiste en su esplendor, un tema magnífico y ciertamente definitivo compuesto junto a Steve McEwan.
Posiblemente dentro de unos meses, cuando 2021 llegue a su fin, "We are" será uno de los discos recurrente en las listas de lo mejor del año confeccionadas por particulares y publicaciones musicales de todo pelaje, y también es posible que sea lo justo, hasta entonces seguiremos recorriendo los vericuetos de la música afroamericana de la mano de Jon Batiste.
Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo trabajo publicó Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.
Lo siento pero no comulgo con esta propuesta. Batiste es un músico como la copa de un pino, graduado en Juilliard con honores, pero aquí todo suena forzadísimo para hacerse un hueco y vender discos. Su anterior álbum, Hollywood Africans, es un disco delicioso que sin descubrir nada, mezcla versiones mil veces revisitadas con muchísimo gusto y temas propios y hasta la música de un videojuego la convierte en una pieza exquisita. Pero We Are, que tiene buenos momentos, no es lo que se espera de un músico de su calibre nacido en New Orleans y sí de alguien que busca el éxito. Espero que vuelva por sus fueros. Gran músico, eso es indudable.
ResponderEliminarGracias
Yo le acabo de conocer, pero tras leer tu comentario buscaré en sus discos anteriores, gracias.
EliminarSaludos.
Es cierto como dice el comentarista anterior que Hollywood Africans es una delicia, pero este We Are, a pesar del enfoque más comercial, es una jugada maestra, que conecta con mayor público pero que desborda calidad por todos sus poros. Uno de los discos del año, no me cabe la menor duda. Abrazos y gracias por la mención.
ResponderEliminarLa verdad es que no es mi genero favorito, pero el disco me parece notable y con algún momento superlativo. Tendré que buscar ese Hollywood Africans.
EliminarAbrazos