Durante muchos años consentí en que mi disco favorito de Neil Young era "Tonight's the night". En cierto momento de mi vida así debía ser y así fue. Después entendí que aunque "Tonight's the night" siempre será un disco especial y fuertemente asociado a una etapa de mi vida, era momento de dejarlo reposar con toda su carga de amargura, tequila y sangre.
Desde entonces no tengo ni idea de cuál es en realidad el disco del tío Neil por el que decantarme como favorito, tampoco es importante.
Pero tengo claro que hay cuatro o cinco discos que van turnándose en el puesto más alto del pódium, a saber: "Everybody knows this is nowhere", "Ragged Glory", "Rust never sleeps", "Zuma" y como no "After the gold rush".
Lo cierto es que este último tiene un bonus que no tienen el resto: fue el primero, mi primer disco de Neil Young. Y el impacto que supuso para mí ese tremendo tema inicial, esa copla acústica titulada "Tell me why" aún lo recuerdo como uno de esos momentos letales para la patata, unos pocos minutos que cambiaron bastantes cosas.
Por eso, no es de recibo que ni el disco ni la canción hayan pasado todavía por la fotografía dominical, así que aprovechando que ayer por la mañana estuvo sonando (junto a otros discos de esos que ya no se hacen), he aprovechado para inmortalizarlo en el día de hoy, primer domingo de septiembre.
Nos quedamos con Neil Young, con "After the gold rush" y con "Tell me why"
¡Feliz domingo!
No puedo añadir nada porque creo que pensamos lo mismo sobre el canadiense.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sobre Neil no se cansa uno de hablar y mucho menos de escuchar, una deidad de la música.
EliminarAbrazos.