Paul Zinnard - Fórmula H (2022)

Crítica: Paul Zinnard - Fórmula H (2022)

...brillan las melodías y los textos, la finura en la producción y una admirable fe en lo que se hace...

Por Jorge García.


Apenas ha pasado un año desde que Paul Zinnard publicaba el estupendo "Trance", del que ya hablamos en esta casa (pinchar), cuando nos encontramos con su nuevo cancionero, que hace el séptimo que firma en solitario y que en esta ocasión responde al título de "Fórmula H".

Ya es de reseñar y dar valor real a tal premura a la hora de ofrecer nuevas canciones, y la verdad es que este autor nos tiene acostumbrados a publicar nuevos trabajos con inusual regularidad bianual, que en esta ocasión rompe, reduciendo a un solo año el compás de espera entre sus dos últimas entregas.


Para este nuevo álbum, el mallorquín nos ofrece un trabajo continuista con respecto al precedente "Trance", para ello cuenta con el mismo equipo formado por Willy B. Planas al piano, Patricia de Velasco a las guitarras eléctricas, Cristián Chiloé a la batería y Miguel Morell al bajo y producción.

Y en esta ocasión, los acompañantes vuelven a ser cruciales para que podamos celebrar las bondades que se disfrutan con la escucha de "Fórmula H". Cinco músicos perfectamente compenetrados que proyectan una total adecuidad a los temas compuestos y conducidos por la voz y la acústica de Zinnard.

Aquí también brillan las melodías y los textos, la finura en la producción y una admirable fe en lo que se hace. Sin estridencias ni efectismos, no son necesarios con material tan bien dibujado melódicamente, el ensamblaje entre los instrumentos es total, y lo más importante, natural y plenamente orgánico.

Pop luminoso aunque con acentos nostálgicos unas veces, reflexivos otras, y esa ascendencia folk y rock que se desenvuelve sin artimañas ni postureos, logrando de nuevo un sonido lírico y al tiempo veraz, creíble y perfectamente perfilado.

Los adelantos de meses atrás, ya suponían un aviso a navegantes de que algo bueno podía ocurrir a la publicación del elepé, primero llegó "Everything was on fire", donde se reflexiona sobre el frenesí que atenaza al tiempo en su carrera despiadada; después vendría la esperanzadora y plácida "You wanna make me fly".

Seis temas más completan un tracklist de casi treinta y cinco minutos de duración donde las canciones son protagonistas absolutas y la perfecta interpretación de las mismas es casi un homenaje a cada una de ellas, por lo cual se gustan y gustan.

La soledad, la pérdida, el amor o la esperanza son algunos de los leitmotivs que dan razón de ser a temas tan inevitablemente refinados como "What is wrong with your man", "Someone like me", "I was around" o "The burning land", por citar algunas.

Vuelve a suponer una alegría para mi el nuevo disco de Paul Zinnard, y también es una suerte poder contar con un autor que siempre está dispuesto a fabricar canciones de verdad, de las que se edifican sobre sentimientos y se interpretan con fe, sencillez y sinceridad. 

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo disco publicó Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.


Comentarios

  1. Gracias por la mención, mysuperfriend. Zinnard no falla. Me gustó un pelín más el anterior, que pasó bastante injustamente desapercibido. Abrazo.

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