13 años sin Antonio Vega - 5 canciones para recordarle

Decidí no ir al concierto en el Rock Star Bilbao. Hacía algo más de un año le había visto en la esplanada junto al Guggenheim en un concierto de la Aste Nagusia de aquél año. No mucho tiempo después, en Rock Star Barakaldo, le pude ver en la gira que había montado Nacha Pop para su reunificación.

No me gustaba la sala elegida, era un día entre semana y pensé que había asistido a la liturgia en vivo de don Antonio muchas veces, a la siguiente volveré con más ganas pensé.

No hubo siguiente, aquél fue su penúltimo concierto. ¿Cómo iba a saberlo?. Cierto que hacía mucho tiempo que cualquier concierto de Antonio Vega podía ser el penúltimo.

Antonio depositó todo su talento y sensibilidad en el arte de componer melodías y toda su lírica y poética en la escritura de coplas para rellenar esas silueteas melódicas, pero no pudo vencer a las maldiciones de la vida real, la brujería que golpetea contra los límites de la inspiración, el océano en el que naufragan las musas.

Por supuesto me arrepentí de no ir a aquél concierto, fue lo primero que pensé cuando escuché la noticia en la radio. No puedo decir que me sorprendiera, estaba escrito en las estrellas que Antonio se iría un día sin montar revuelo, de manera elegante y de puntillas, pero me entristeció, me sigue entristeciendo su marcha.

Trece años han pasado desde su partida y me parece que no hace demasiado que brindaba por él en una taberna próxima a La Casilla, una tarde de primavera con un cielo gris acuchillado por rayos amarillos, una tarde como esta.

Hoy le voy a recordar, como tantos días suelo hacer, con canciones, con cinco canciones de su legado en solitario, un legado en el que creo que llegó a mostrarnos al auténtico ser humano que se escondía detrás de esa máscara de camicace que rezaba sus oraciones y penúltimas confesiones cantando.

01. "Ángel caído" - "Anatomía de una ola" (1998)