Estructuras sónicas recuperadas de los industriales y sinuosos rumores del post-punk, atmósferas vaporosas y oscuridad casi sólida...
Por Jorge García.
Aunque la lógica invitaba a una rápida asimilación por mi parte de la propuesta musical de los irlandeses Fontaines D.C., lo cierto es que no ha sido hasta este tercer disco recientemente publicado y titulado "Skinty fia" que he sentido la conexión definitiva con ellos.
Tercer disco en menos de cuatro años, cosa poco usual en estos tiempos y que es indicativo claro de la creatividad, al menos en lo referente a su capacidad compositiva, de estos jóvenes que están sorprendiendo gratamente a una industria que hace tiempo que se muestra estancada en lo que a fórmulas mínimamente arriesgadas se refiere.
El riesgo en este caso viene dado por la secuencia sónica claramente retro que presenta su estilo, muchos insinúan una falta de creatividad en las tendencias que recogen sonidos del pasado para reubicarlos en los actuales planteamientos, cosa que si aplicásemos a muchas vacas sagradas que llevan décadas bebiendo de las fuentes de la tradición musical más ancestral, nos quedaríamos sin apenas referentes, al menos vivos.
Por lo tanto, podemos dejar claro el respeto que de la actualización de viejos modos musicales se siente en esta casa y que en el caso de Fontaines D.C. no podía ser menos.
Estructuras sónicas recuperadas de los industriales y sinuosos rumores del post-punk, atmósferas vaporosas y oscuridad casi sólida con burbujeantes líneas de bajo, guitarras de purpúreo verismo, baterías cacharreantes y un fraseo entre dramático y angustioso con incursiones del irremediable spoken word son algunas de las características de la oferta de Fontaines D.C.
Podemos decir por tanto que "Skinty fia" es un espejo en el que fantasmagóricamente se vislumbra el reflejo de precedentes como Joy Division, The Sound, Echo & The Bunnymen, The Cure o The Chameleons por citar algún referente claro.
Sin embargo, todo lo apuntado sería papel mojado si no entrasen en liza ciertos aspectos que singularicen de una u otra manera la producción propia de este grupo para poder afirmar, cosa que hacemos, que nos encontramos ante un producto autónomo que va más allá de un copia-pega burdo y simplón.
Por un lado tenemos una sutil actualización en los textos, adaptados a los tiempos, así como sonidos de su propia cosecha que según avanzan los discos van creciendo en protagonismo; por otra parte nos encontramos con un suculento cancionero que destaca por la calidad de las composiciones y la variedad en cuanto a colores sónicos, intensidades y atmósferas.
Tal vez no sea un producto para todos los gustos, y menos en una época como la actual donde el despunte de sonidos americana parece ser la tónica dominante y la tendencia favorita para muchos medios y aficionados. No obstante y sin pretender anticipar demasiado contenido del disco, no se pierdan (aquellos que lo deseen) momentos como el místico y ahogado adiós del tema de apertura "In ár gCroithe ho deo"; las industriales secuencias guitarreras de "Big shot" muy en la línea de The Chameleons; la sordidez estática de "How cold love is"; el clasicismo ochentero y Manchesteriano del single "Jackie down the line" o el sonido mecánico y trémolo del tema de título homónimo, eso sí, sin perder de vista el resto del tracklist.
Con la vista mirando de reojo al retrovisor, pero con los pies avanzando decididos hacia el horizonte incierto, Fontaines D.C. están contruyendo una carrera cuyos cimientos ya han forjado una base sólida sobre la que edificar algo importante, de momento este "Skinty fia" es claramente de lo más destacado de este curso tan poco prolífico hasta la fecha.
Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo disco publicó Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.
Muy de acuerdo con el texto, creo también que están construyendo un solida carrera.
ResponderEliminarDesde luego todo apunta a una carrera brillante, son muy jóvenes todavía. Gracias y un saludo.
EliminarMuy interesante tercer disco de los irlandeses. Más oscuro, introspectivo, a veces cercano a Cure y Chameleon. Su lírica sigue siendo un valor añadido. Junto al reflejo de una generación sin demasiadas expectativas confluyen ideas y paisajes del imaginario irlandés.
ResponderEliminarUn paso adelante para una banda que no deja de crecer.
Abrazos.
Siguen esa línea que comentas y con buenas composiciones, sin resultar pedantes pero con su personalidad implícita, de momento es una banda más que prometedora.
EliminarUn abrazo
Gracias por la mención. Para mí es claramente por ahora el disco del año. Un abrazo, mysuperfriend.
ResponderEliminarPues no sé, pero por ahí van los tiros desde luego.
EliminarUn abrazo.