Ayer Barón Rojo voló por última vez por el cielo de Bilbao. Un último concierto (según reza su gira de despedida) para despedirse de la afición.
Barón Rojo fue una banda importante para mi cuando era un adolescente que empezaba a comprar sus primeras cintas y hacía temblar el viejo radio casete Sanyo haciéndolo bramar a todo volumen con canciones de Miguel Ríos, La Polla o Barón Rojo.
Después de los primeros discos, hasta "En un lugar de la marcha" (1985), el grupo empieza un declive ciertamente acusado en términos de popularidad y sus discos pasan desapercibidos, aunque sus conciertos siguen siendo fabulosos. Posiblemente la historia no haga justicia a la verdadera importancia del grupo y muchos de sus logros en los primeros años ochenta hayan caído en el olvido.
Creo que especialmente legendarios son dos de sus discos de aquella época, por un lado el soberbio "Volumen Brutal" publicado en 1982 y por otro el no menos impecable "Metalmorfósis" de 1983.
Creo que la banda de los hermanos de Castro merece ser la protagonista de la foto dominical de hoy, como despedida personal y agradecimiento por tantos conciertos y por esos primeros discos de mi vida que encendieron la luz del rock para mi.
Nos vamos a quedar con un tema de "Volumen Brutal" que siempre ha sido un favorito personal como es "Concierto para ellos".
¡Feliz domingo!
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