...se trata de una recopilación de excepcionales canciones, grabadas con unos argumentos sónicos que fluctúan entre el pop y el rock...
Por Jorge García.
El ochenta cumpleaños de Sir Paul McCartney me ha pillado en el Azkena Rock Festival y no he podido felicitar al zurdo de los Beatles como la ocasión merecía.
Pero es no quita que aprovechemos este lunes de resaca festivalera para rendir homenaje a Macca y felicitarle recordando una reseña que escribí hace tiempo sobre uno de los pocos discos que realmente me gustan de McCartney en solitario, el magnífico "Band on the run" publicado en 1973.
Y es que a pesar de todo, un servidor es uno de esos herejes que piensa que la carrera discográfica de Paul McCartney es, siendo generoso, decepcionante, ¡qué le vamos a hacer!, no es por el ejercicio de odiar, como se dice ahora de todo aquél que no opine lo que algunos quieren que opine el resto del planeta, es que ciertamente la mayoría de los discos de Macca me parecen bastante poca cosa musicalmente hablando.
Pero eso no quita que piense que en los primeros años post-Beatles facturó algunos muy buenos discos y un par de genialidades: una es "Ram" (pinchar) y la otra es este "Band on the run".
Si, ya se que hablamos de Wings, de idas y venidas de guitarristas y todo eso, pero no, no me he creído nunca a Wings, se trata de Paul McCartney y punto, así que no entraré en ese asunto a la hora de analizar este magnífico disco.
En 1973 el éxito bendecía cada movimiento de Paul, el precedente "Red rose speedway" funcionó muy bien así como la gira posterior y el single "Live and let die" compuesto para la película de mismo título de la saga de James Bond y que supuso un éxito masivo.
Tal vez por eso, el matrimonio de Paul y Linda deciden componer nuevas canciones y viajar a Lagos en Nigeria donde EMI disponía de unos estudios para grabar esas nuevas canciones. Aquella estancia estuvo llena de incidentes: atracos a punta de navaja, acusaciones de robo de música africana y que culminaron con Paul desmayado tras sufrir un broncoespasmo por sus excesos con el tabaco (y otras cosas que se fuman), eso es rock and roll way of life y el resto es postureo.
Curiosamente el disco tuvo un antecedente a modo de single, bastante olvidado por cierto, por ser bastante olvidable la verdad, un tema titulado "Helen Wheels" que no apareció en la edición europea de "Band on the run" aunque sí en la americana, a pesar de que era un tema que no encajaba ni con pegamento industrial en la texturas sónicas que mandan en el elepé.
En cuanto al álbum se trata de una recopilación de excepcionales canciones, grabadas con unos argumentos sónicos que fluctúan entre el pop y el rock, con elegantes líneas de teclados, guitarras incisivas, voces y coros expansivos pero contenidos y un halo tribal que recubre cada tema dotándolo de un cierto tono silvestre y casi casero, siempre me ha parecido un disco muy singular y con un sonido que no se ha vuelto a repetir, diferente y en cierto modo nostálgico, hablamos del Paul más inspirado sin duda.
No destaca ninguna canción precisamente porque destacan todas, desde las iniciales y exitosas "Band on the run" y "Jet" hasta la de esencia africana "Mamunia", la bellísima y coral "Bluebird" o la extraordinaria y beatlemana "Let me roll it", posiblemente mi tema favorito del álbum.
"Picasso's last words (Drink to me)" fue compuesta tras una cena de los McCartney con Dustin Hoffman y su esposa en Jamaica, en la que el actor retó a Macca a componer una canción sobre cualquier cosa que apareciese de repente, tras lo cual sacó una revista en la que se hablaba de la muerte del pintor y en el acto Paul dibujó un boceto del tema en el que salió el estribillo: 'drink to me, drink to my health'.
Por supuesto ni "Mrs Vandebilt", ni "No words" ni "1985" hacen que la calidad del disco mengue ni un ápice, pues se trata de un trabajo cuasi perfecto que desgraciadamente Paul nunca volvió a repetir.
Sirva el recordatorio de este soberbio disco para felicitar a un autor que principalmente en su etapa beatle marcó la diferencia y se convirtió en un icono y referente irrepetible y determinante en la historia de la música contemporánea.
¡¡¡Felices 80!!!
Opino igual que tú, "Ram" y "Band On The Run" son las dos obras maestras de McCartney. Muy buen recuerdo, Jorge.
ResponderEliminarUn abrazo.
A partir de aquí empiezan las discrepancias entre seguidores de Macca. Yo soy de los que piensa que nunca más se acerca ni de lejos a este nivel.
EliminarAbrazos