Baby Scream - Castell de Pop (2022)

...unas canciones de carácter íntimo y reflexivo, alumbradas en momentos de desencanto e introspección compositiva...

Por Jorge García.

Imposible no evocar con las primeras notas que Juan Pablo Mazzola extrae a su guitarra acústica el célebre "Harvest Moon" de Neil Young. Desde luego no es un mal comienzo para un disco: una alusión ciertamente deliciosa, dulce y bucólica, que tiene tierna continuación durante los casi tres minutos de duración de "Castaway", la intensa balada que con participación de piano y armonías vocales abre la puerta de ese "Castell de Pop" con el que Baby Scream (A.K.A Juan Pablo Mazzola) nos invita a degustar y observar su percepción de la música pop y a conocer el trasfondo de su mundo, sus circunstancias, sus desengaños y su humanidad.

No obstante es preceptivo no despistar a nadie con una incorrecta interpretación del párrafo inmediatamente superior: "Castell de Pop" no es un disco que tenga al canadiense propietario de la Old Black como modelo de sonoridades o estilos, si bien la injerencia acústica y lírica con la que Young intermitentemente nos ha deleitado durante el último medio siglo puede tener bendita afinidad en algunos pasajes de "Castell de Pop".

En el álbum que hoy comentamos, las principales influencias están en lugares más gaseosos, inertes y oníricos: Nos estamos refiriendo a unas canciones de carácter íntimo y reflexivo, alumbradas en momentos de desencanto e introspección compositiva y registradas bajo el manto sónico de orfebres del pasado como Alex Chilton, Chris Bell, Elliot Smith o los propios Beatles en su deriva más lennoniana.

El sello de reciente creación Exile Records ha acometido la materialización de estas canciones - que parecían destinadas al desahogo y redención íntima de su autor - en un primoroso elepé, rescatándolas de un anonimato que no sería bueno para nadie y distribuyéndolas en un número limitado de vinilos con clara vocación de convertirse en una joya del psycho-pop y el dream pop, y que a buen seguro sabrán degustar aquellos amantes de las suntuosidades melódicas y las caricias sónicas propias del género aludido.

De estas bondades hablaban los singles que a modo de adelanto iban saliendo a la luz como preámbulo de la publicación del álbum. En este sentido, canciones como la hermosa balada con intromisiones psicodélicas "Explosions" nos iniciaba en un espacio sónico que marca la dirección precisa de por donde nos dirigiría el resto del tracklist.

A ésta siguieron otros subyugantes instantes plenos de intensidad y virtuosismo melódico como "Here" o la expansiva y etérea "Chillin", ambas dan carta de naturaleza a las inspiraciones comentadas antes y que aunque marcan una línea clara, no es ésta excluyente de otro tipo de inspiraciones o conductos estilísticos, pues otros temas como "Back home" en una línea más folk costa oeste, la recóndita "Panic Room" o la inquieta fibrosidad folk-pop de "Kill your idols" dan variedad y versatilidad a un conjunto plenamente equilibrado y de irremediable solvencia artística.

Hay más canciones, más sentimientos esculpidos en notas y sonidos, en dúctiles arpegios y apasionadas locuciones vocales. Y es que "Castell de Pop" es un disco que no esconde una vocación sónica concreta, pendiéndose de la solapa de una coordenada temporal determinada y claramente reconocible, que conjuga el homenaje sónico a unos referentes y la inspiración humana que en compañía de las musas - que solo visitan a los elegidos - dan como resultado discos únicos y especiales, como sin duda alguna es "Castell de Pop", una obra firmada (y van seis) por Baby Scream.

Enlaces donde se puede adquirir "Castell de Pop" por medio de la tienda de la revista Exile SH Magazine (pinchar) o el bandcamp de Exile Records (aquí).

Se recomienda visitar la reseña que sobre este mismo trabajo publicó Juanjo Mestre en el Exile SH Magazine.