...el sonido y la producción se me antoja edulcorada en exceso, con una evidente falta de garra y un sobrante de elementos pop y AOR...
Por Jorge García.
En 1977 la banda inglesa The Kinks daba por terminado su periplo con RCA para firmar un nuevo contrato discográfico con Arista. Con esta nueva disquera el grupo ponía punto final a una etapa decepcionante, principalmente desde el punto de vista comercial.
Los años en RCA estuvieron marcados por la fijación de Ray Davies con proyectos musicales basados en el musical, la ópera rock y el vodevil. El público afín a la marca The Kinks nunca conectó del todo con este formato musical y la banda vagó a la deriva, sin conseguir el éxito en ninguna de las intentonas teatrales que acometieron.
Con el primer disco en Arista, el estupendo "Sleepwalker" (1977), volvieron los éxitos y la comunión de la banda con su público. Un año después insistieron con otro lote de canciones con las que dar continuidad a ese retorno a la primera línea de popularidad.
"Misfits" es el título de esa continuación, que si bien no está a la altura del precedente, sí que consigue su propósito. No seré yo quien considere que este álbum esté a la altura de los grandes momentos de la banda, es más, en esta ocasión la sección Obras menores de artistas mayores sufre un vuelco, me explico: En este caso, considero que "Misfits" es una obra menor de The Kinks que por ser, precisamente el gran grupo inglés el firmante del trabajo, está mejor considerada que si el mismo disco hubiese sido parido por otra formación.
No quiero decir que estemos ante un mal disco. Pero el sonido y la producción se me antoja edulcorada en exceso, con una evidente falta de garra y un sobrante de elementos pop y AOR que en el evidente caso de "Rock and Roll Fantasy" supuso un sonado y recordado éxito comercial, pero que en modo alguno pueden dar como resultado un momento álgido artísticamente hablando, para una banda como The Kinks.
Cierto que en determinados momentos el sonido puede evocar a la entonces entrante New-Wave, con ciertas similitudes estilísticas con los en aquél año iniciáticos The Cars, no en vano el disco, como ocurriese con el precedente, se acerca sónicamente a USA sin ningún tipo de prejuicio, escúchese para certificar este punto uno de mis momentos preferidos como es "Permanent Waves".
También recurren a elementos no ubicados dentro de los parámetros comentados como el reggae (blanco) en "Black Messiah", a los himnos de estadio - todo muy americano - como "Live Life" o a una optimista balada como la pieza homónima que también tuvo celebrada repercusión mediática en su día. No sería justo tampoco omitir que por momentos dejan escapar retazos de auténtico talento, como en el rockero e inspirado "In a foreign land".
Lo bueno del disco es sin duda el encanto que exhala y las brillantes, irónicas, osadas y originales letras de ese maestro de la pluma y la tinta que es Ray Davies: no perderse el magnífico texto de la McCartniana "Out of the wardrobe".
"Misfits" es un disco de su tiempo, con una producción que se adhiere a los años en que fue gestado y que poseé momentos apreciables, principalmente por el, en este caso tembloroso, talento compositivo de Davies, aunque en mi opinión no hay ningún rincón sagrado ni momento memorable, de esos que dejan poso y hacen del disco un fijo y habitual en la giratoria plataforma del plato.
Una Obra menor de un artista mayor que en esta ocasión está, en mi opinión, mejor vista por ser The Kinks los padres de la criatura, pero que siendo más que decorosa no es ninguna obra para el recuerdo, aunque paradójamente hoy la recordamos en Rock and More.
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