Aquí los sonidos grasientos propios de los viejos tiempos se diluyen un tanto, dejando que en la solución sónica se filtren otros palos estilísticos...
Por Jorge García.
Con la llegada del siglo XXI, la agrupación sueca The Nomads abría un periodo de sequía discográfica (en lo referente a material nuevo) que se extendería durante más de una década. Eso sí, antes de que esa travesía por el desierto diese comienzo nos dejaba, en los primeros pálpitos del nuevo milenio, un fantástico álbum titulado "Up-Tight" que por sí solo puede servir para etiquetar a la banda del municipio de Solna como una de las más sólidas y rutilantes del planeta, al menos en el rango temporal que abarca las últimas cuatro décadas.
Cierto que cuando llegó "Up-Tight" en 2001, el grupo parecía haber tomado cierta distancia con el primitivo, genuíno y vibrante garage-rock que facturaba en los lejanos años ochenta, cuando en cada disco hacían detonar un reguero de dinamita en forma de canciones propias que filtraban entre frenéticas versiones llenas de adictivos rugidos en clave garagera.
Fue en aquellos inicios ochenteros cuando Hans Östlund, Nick Vahlberg, Joakim Tärnström y Ed Johnson sentaron las bases y establecieron la hoja de ruta - junto a los también magníficos Union Caribe Productions - de lo que sería el copioso flujo de bandas suecas que en los noventa - y hasta la actualidad - han venido marcando territorio y, cada una en su estilo, diferencias en el mundo del rock, hard-rock, garage y High Energy.
Aquí los sonidos grasientos propios de los viejos tiempos se diluyen un tanto, dejando que en la solución sónica se filtren otros palos estilísticos como el Power-Pop, el rock más clásico o el punk-rock. Ahora bien, que nadie se haga una idea equivocada con respecto a esta afirmación, en la naturaleza intrínseca de la música de los Nomads del siglo XXI subsisten elementos de infección gragera, y tanto la personalidad como el regio y pujante instinto musical de siempre, permanece adherido también a las nuevas composiciones.
Y tal vez sea precisamente en las composiciones donde más se aprecie la madurez del grupo, canciones que fluyen con brío y vigor, asentadas sobre las siempre tormentosas pero elegantes guitarras, habituales en la banda y restallando en tonificantes estribillos.
Manejan con soltura furias en clave hard-rock de alta velocidad como demuestran en "The Cold Hard Facts"; un acerado punk ramoniano con más distorsión en el colofón que recuerda a sus primeras aventuras "Wish I was Dumb"; un incisivo rock High Energy en "Can't Keep a Bad Man Down" con heróico solo de guitarra; texturas menos rudas en clave de Power-Pop para "Crystal Ball"; influjos metaleros donde irradian electricidad y decibelios como "In A House of Cards" o un punk más ortodoxo en "Open Up Your Door".
No podemos obviar las dos versiones que contiene el disco: una espléndida y bastante alejada de la idiosincrasia más evidente de la banda como es "You Ain't Gonna Bring Me Down" sobre un tema original de Javier Escovedo y otra en la que participa el también sueco y cabeza pensante de los mucho más populares The Hellacopters, Nicke Andersson, quien también toca la guitarra en "Competitors in Crime" siendo además el compositor original del tema.
Extraordinario disco con el que The Nomads cerraban temporalmente una dilatada actividad discográfica, si bien la vuelta once años después con "Solna" nos hizo entender a muchos que bien había merecido la pena la espera. Pero ese es otro disco, otra historia y en un futuro será otra reseña. De momento, hoy recordamos y volvemos a disfrutar de una de las bandas capitulares del rock y el garage de los últimos cuarenta años y de su extraordinario "Up-Tight"
Cómo me alegra que reivindiques este disco. Es cierto que los Nomads de los ochenta son diferentes, pero lo que se escucha en "Up-Tight" ya había empezado en su obra noventera. En todo caso un disco impecable, menuda clase la de los suecos.
ResponderEliminarUn abrazo, Jorge.
Me encanta este disco y me da la sensación de que habita en tierra de nadie. Menos garage pero con un rock de muchos kilates. Siempre me ha parecido que la nota diferenciadora de The Nomads es la clase intrínseca de su música.
EliminarAbrazos.
Ya que los mencionas..., si tuviera que elegir entre Nomads y Hellacopters lo tendría francamente difícil, aunque mi marcapasos palpite algo más hacia los primeros. En todo caso, y aprovechando que también haces una mención a la escena sueca, aprovechar para elogiarla. A parte, logicamente, de las de USA y Reino Unido, la sueca junto a la australiana se destacan creo frente a las demás.
ResponderEliminarBueno, pues muy buen disco este, ya me tocaba decirlo. Junto al anterior "Big Sound 2000" creo que comenzaron muy bien el nuevo siglo.
Abrazos,
Fíjate que en las dos o tres últimas décadas igual yo me quedo con Suecia y Australia por encima de UK. No obstante la disyuntiva es difícil, aunque por clase intrínseca elegiría a The Nomads, en fin, que todas la elecciones sean como esta.
EliminarUn abrazo, Javier.